En los últimos cinco años, en México han ocurrido dos hechos de violencia en planteles de educación básica. Un fenómeno poco visto en el país, por ello, tocaron las fibras más profundas de la sociedad.
En ambos, se vieron involucrados menores de edad, armas de fuego y la tragedia como resultado final. En estas historias, nadie se imaginaría que un pequeño introduciría una pistola a su escuela y desataría el terror, pues quién en su sano juicio se atrevería a pensar que eso ocurriría en el país, ya que solo suele pasar en las aulas de nuestro vecino del norte, Estados Unidos.
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Lo trascendente al final, es que quedó demostrado que la violencia puede invadir hasta los recovecos más insospechados de una sociedad, sobre todo en una que está inmersa en la violencia, como la nuestra, desde hace varios años.
MONTERREY, ENERO DE 2017; FEDERICO “N”PRESUME EL ARMA DE PAPÁ
Aquella mañana del 18 de enero del 2017, en el Colegio Americano del Noreste, los alumnos resolvían un examen de química y esperaban a que su profesora lo recogiera, cuando de forma inesperada, Federico, de 16 años, sacó un arma de fuego calibre .22 de su mochila y disparó a corta distancia contra varios de compañeros y la maestra, provocando el terror en el aula.
De acuerdo con algunos testigos, el menor accionó la pistola con la intención de lastimar a varios alumnos más, pero se le terminaron las balas, por lo cual se dirigió a su mochila para sacar otro cartucho, mientras sus compañeros yacían la mayoría tirados en el suelo, aterrados y con la incertidumbre de cómo terminaría todo aquello.
Federico cargó de nuevo la pistola, la accionó otras vez contra otros adolescentes y finalmente, fuera de sí, se dio un tiro en la barbilla que, a la postre, le arrebataría la vida.
El saldo trágico fue de dos personas muertas, entre ellas el agresor y la profesora Cecilia Cristina “N”, de 27años, y tres menores más, quienes fueron atendidos en el hospital debido a las heridas de bala que recibieron aquella aterradora mañana que, sin duda, cambió para siempre sus vidas.
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Durante la investigación se dio a conocer que el padre de Federico “N” era aficionado a la caza, que a él pertenecía el arma que portaba el adolescente, y que éste se encontraba sumido en una profunda depresión, e incluso recibía atención psicológica.
2020, EL CASO DE JOSÉ ÁNGEL “N”, ENTORREÓN, COAHUILA
José Ángel “N” llegó más temprano que de costumbre aquella mañana a la escuela. Se acercó a varios de sus compañeros y les dijo: “¡Hoy es el día!”. Ninguno de ellos comprendió a lo que se refería, pero por desgracia lo descubrieron muertos de miedo pocos minutos más tarde.
Apenas había comenzado la clase en el Colegio Cervantes, ubicado en Torreón Coahuila, la mañana del 10 de enero del 2020, cuando José Ángel “N” pidió a su maestra permiso para acudir al baño. El pequeño de 11 años tardó más de lo habitual en regresar, por lo que su profesora fue a buscarlo.
El alumno salió del sanitario y quedó sorprendida al ver al niño con un arma de fuego en cada mano, y sin decir palabra le disparó de forma indiscriminada.
Ella cayó de rodillas primero y luego el peso de su cuerpo la venció hacia atrás con varias balas metidas en sus entrañas. El profesor de educación física trató de detenerlo, pero también recibió un disparo en un brazo.
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Mientras tanto, en la cancha de basquetbol un grupo completo tomaba la clase de educación física y el agresor también accionó ambas pistolas contra varios de ellos, hiriendo a cinco alumnos en distintas partes de sus cuerpos.
Los demás corrieron despavoridos y tratando deponerse a salvo. Impulsado por la adrenalina, José Ángel terminó por darse un tiro en la frente, el cual acabó con su corta existencia. En esta tragedia escolar, el saldo fue de dos fallecidos y cinco estudiantes heridos.
La imagen impactante de José Ángel muerto, con una de las armas que portaba entre sus piernas, y frente a él el cadáver de su profesora, conmocionó a los alumnos de aquel colegio privado en Coahuila y al país en general, por la magnitud de los hechos.
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Una de las teorías de las autoridades, fue que el infractor atacó a sus compañeros y profesores impulsado por un videojuego; sin embargo, ni sus abuelos, padres ni amigos entendieron por quéJosé Ángel actuó de aquella manera.
EL CASO MÁS RECIENTE, EN IZTAPALAPA
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El pasado lunes 21 de febrero, se registró un hecho similar en la secundaria 79 República de Chile, ubicada en la alcaldía Iztapalapa, cuando Uzziel Issac “N”, de 12 años, sacó un arma de fuego que llevó a la escuela, y al maniobrarla se disparó en la mano izquierda, hiriéndose dos dedos y sembrando el miedo entre sus compañeros y maestros. El adolescente fue trasladado por una ambulancia al hospital pediátrico de Coyoacán, para recibir atención médica.
Ante estos preocupantes hechos, el clamor de los padres de familia hacia las autoridades fue que se implementara de nuevo el operativo Mochila Segura. El funcionario de Educación Federal de la Ciudad de México, Luis H. Fernández Fuentes, declaró que dicha medida se encontraba suspendida, por una recomendación de la Comisión de los Derechos Humanos.
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