Las miradas de propios y ajenos son atraídas por la presencia del personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que resguardan un predio de Topilejo, donde el pasado martes se desató una balacera con armas largas, entre presuntos delincuentes e integrantes de la policía capitalina, a la altura del kilómetro 28 de la carrera libre México-Cuernavaca.
Hace unos días, los vecinos narraron a LA PRENSA sobre la detención de Pascual, un hombre empleado como velador en un rancho a escasos metros del lugar de los hechos, a quien relacionaron con la balacera del martes, así como de los actos ilícitos que se les imputó a 14 aprehendidos.
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Un nuevo caso llegó a esta redacción, en el que se presume que otro de los acusados esté detenido injustamente, Antonio "N", quien se dedica a entrenar perros, desde hace varios años, según relató Gabriela, propietaria de una perrita raza Pit Bull, que se encontraba en el terreno adjunto y desde hace unas semanas recibía entrenamiento por el ahora aprehendido.
Los propietarios de la mascota luego de rescatarla de la vida callejera, le daría una segunda oportunidad y la adiestrarían, por lo que fue recogida por el instructor en el domicilio de Gaby, quien este jueves, llegó hasta el kilómetro 28 para saber el estado de su mascota, Bimba, a la que intentaron acercarse pero los uniformados no se los permitieron y solo les recibieron el alimento que la pareja llevaba, “ya le dejamos el alimento y espero se los den porque no tienen quién los cuide", dijo.
El caso de Bimba no es el único, al menos hay otros cuatro caninos en las mismas condiciones, que fueron recogidos por el instructor para llevarlos a entrenar, presuntamente en el domicilio adjunto que ahora está resguardado por los policías, sin tener acceso a ellos. "Lo único que quería era darle una segunda oportunidad y ahora está sola", comentó la mujer con el rostro desencajado.
La recomendación de los servicios de Antonio "N" llegaron a Gaby por parte de uno de sus familiares quien, años atrás, también pagó las clases como entrenador. "Pagamos 3500 pesos por el mes, y nos enviaba videos y fotos de la perrita y se veía su progreso. Me parece muy raro que esté detenido con los años que tiene dando estas clases y la gente que lo conoce", compartió la mujer.
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Por medio de las fotos difundidas de los detenidos, fue que Gabriela supo de lo que había pasado y de la dirección donde tenían a su mascota, lugar que no había visitado previamente, ya que el instructor lo recogió en su casa, "ya se armó un grupo donde estamos los dueños de los perritos, queremos que las autoridades nos apoye para que regresen con nosotros y que, sí Antonio es inocente, se esclarezca", declaró la mujer.
Mientras las investigaciones se llevan a cabo, los habitantes de la zona se siguen cuestionando si todos los detenidos están involucrados en los hechos ilícitos que las autoridades reportaron, en tanto, las historias de los imputados alrededor del caso salen a la luz.
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