“Los balazos nos tomaron por sorpresa, tenemos miedo”, vecinos de Topilejo

La tarde transcurría con normalidad para la señora Marisol, cuando se encontraba en la azotea y comenzó a escuchar estruendos que confundió con cohetes, pero la intensidad y frecuencia de las ráfagas la obligó a resguardarse

Arianna Alfaro | La Prensa

  · miércoles 13 de julio de 2022

Foto: José Melton | La Prensa

El sonido de los balazos tomó por sorpresa a los vecinos del poblado de Topilejo, a la altura del kilómetro 28, en la carretera libre México-Cuernavaca cuando un enfrentamiento con armas largas, entre presuntos secuestradores e integrantes del crimen organizado y uniformados de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), se suscitó el pasado martes.

La tarde transcurría con normalidad para la señora Marisol, cuando se encontraba en la azotea y comenzó a escuchar estruendos que confundió con cohetes, pero la intensidad y frecuencia de las ráfagas la obligó a resguardarse en la parte inferior de la casa.

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“Nunca me hubiera imaginado que se trataba de una balacera, tampoco sabía de dónde venía el ruido. Me bajé corriendo con miedo de que me tocara una bala perdida, y me mantuve agachada por cualquier cosa”, narró para LA PRENSA la señora quien vive a unos metros del lugar donde ocurrieron los hechos.

Una intensa balacera se registró la tarde de este martes en un paraje de la carretera México-Cuernavaca, el enfrentamiento que duró varios minutos fue captado en videos por personas que por ahí circulaban. Captura de video

En el relato, la mujer contó que hace algún tiempo, una de sus hermanas trabajó en el predio que operó como restaurante y donde presuntamente detuvieron a 14 personas. “No me había tocado ver nada dentro de ese lugar, bueno ya sabe, a veces la gente se quiere meter, pero no vi nada anormal, tampoco se escuchaba de que algo malo pasara ahí”.

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La señora, dice que todo lo vio por televisión y estaba sorprendida cuando se habló de armas y drogas dentro del sitio. “Una se imagina que van a llegar con sus camionetotas pero nada. No llegué a ver coches estacionados ahí, pero igual en la noche, quién sabe. Lo que sí da miedo es que los hijos o los nietos anden por ahí cuando esto pase y les toque una bala, ni dios lo quera”.

A pesar de que la zona está resguardada por personal de la SSC y de la Guardia Nacional, a la señora y su familia no les da tranquilidad porque todos ellos están armados y, aunque saben que es por seguridad también de la población, no le gusta que sean tantos.

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