A una semana del derrumbe en la colonia Lázaro Cárdenas del cerro del Chiquihuite, donde rescatistas buscan a dos personas entre los montones de tierra y rocas, el coordinador general de Protección Civil y Gestión Integral del Riesgo del Estado de México, Samuel Gutiérrez Macías, dio a conocer que el número de elementos desplegados en la llamada zona cero fue reducido debido a la inestabilidad del lugar.
Aseveró que esta situación obligó a las autoridades a compactar las células de búsqueda para garantizar la seguridad de quienes realizan maniobras entre montones de escombro, pues aunque desde hace días se puso en marcha una operación de soporte en la parte baja de las rocas de más de 200 toneladas, éstas siguen representando un potencial peligro por la inestabilidad de la zona.
En conferencia de prensa, después de realizar una última supervisión en el sitio del percance, donde hasta el momento el saldo oficial es de dos personas muertas, Gutiérrez Macías apuntó que “la inestabilidad que tenemos hoy ya en el desprendimiento es mayor, sí teníamos un riesgo y lo hemos venido advirtiendo desde el inicio”, dijo.
Dijo que a pesar de que las labores de búsqueda de las personas desaparecidas no se han suspendido desde el momento en que se presentó el desgajamiento del cerro, se tuvieron que compactar las células a tres elementos, apoyados por un canino, en horarios de 60 a 90 minutos por jornada, cuando anterior mente eran hasta ocho elementos y el perro adiestrado.
En la zona cero buscan a Paola, una mujer de 22 años y a su hijo Jorge Dilan, de 5, luego de que el pasado martes fuera hallado el cuerpo de Mía Mayrin, de 3 años, quien también era hija de Paola, y quienes fueron sorprendidos dentro de su vivienda en el momento del desgajamiento.
El funcionario dijo que tras la localización de la niña y su posterior rescate fue necesario realizar muchos movimientos en la zona, lo que incrementó el riesgo de otro deslizamiento, razón principal por la que se determinó reducir el número de efectivos dedicados a las labores de rescate.
En el punto crítico del derrumbe, las autoridades decidieron aumentar a 70 toneladas de material macizo (costales) para estabilizar la zona
Mencionó que a pesar de que en los últimos días no ha llovido, la zona baja ha absorbido mucha humedad y preocupa a los especialistas un reblandecimiento, por lo que se redujo el número de integrantes de las células de búsqueda de ocho a dos personas y un canino.
El coordinador general de Protección Civil y Gestión Integral del Riesgo del Estado de México expresó que se mantiene la zona de alto riesgo en un radio de 200 metros y que de las 141 familias notificadas, 78 han decidido abandonar sus hogares para acudir a los albergues instalados por el gobierno municipal o con familiares y amigos.
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En tanto, el alcalde Raciel Pérez Cruz indicó que su administración continúa brindando apoyo a las personas afectadas, además de que se proporciona atención psicológica y acompañamiento a los familiares de la niña encontrada sin vida.
Explicó que después de que concluyan las labores de búsqueda y estabilización de la zona, se debe pasar a una segunda etapa para que de manera coordinada los tres niveles de gobierno den una solución al gran problema social que implica el asentamiento de miles de familias en una zona de alto riesgo.
“Aquí no solo existe el riesgo de nuevos desprendimientos de rocas y tierra, cuando se registran precipitaciones pluviales intensas se forman en las calles verdaderos ríos, que recientemente ya provocaron la perdida de una vida”, dijo.
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