Así fue como “El Mayo” Zambada se convirtió en el narcotraficante trasnacional más poderoso

A lo largo de sus casi 50 años de trayectoria criminal, Zambada vio los ascensos, asesinatos y hasta capturas de distintos traficantes con los que colaboró

Noel F. Alvarado / La Prensa

  · jueves 25 de julio de 2024

Foto vía: Reuters

Ismael Mario Zambada García, alias “El Mayo” Zambada, fundador del Cartel de Sinaloa junto con “El Chapo” Guzmán, se entregó en el Paso Texas, Estados Unidos, luego de convertirse por décadas en uno de los hombres más poderosos y sigilosos del narcotráfico trasnacional. Por este capo de la mafia, Estados Unidos ofrecía 15 millones de dólares, en tanto que el Gobierno de México ofrecía 100 millones de pesos.

Este 25 de julio, “El Mayo” Zambada se entregó a las autoridades de Estados Unidos en uno de los aeropuertos privados de la ciudad fronteriza. Junto con este líder mexicano del narcotráfico, se entregó a Joaquín Guzmán López, hermano de Ovidio Guzmán López e hijo de Joaquín Guzmán Loera.

Ismael Mario Zambada García, nació en El Álamo, Sinaloa, el primero de enero de 1948; conocido como “El Mayo”, o “Don Mayo”, es un narcotraficante mexicano que, junto a Joaquín Guzmán Loera y José Esparragoza Moreno, alias “El Azul”, lideraba el Cártel de Sinaloa.

Cortesía: Departament of State

“El Mayo”, un traficante de perfil bajo

Tras la captura de “El Chapo” Guzmán y la supuesta muerte de Esparragoza, Zambada quedó como el máximo líder de la organización criminal, pero delegando la mayoría de las operaciones del cártel a varios de los mandos medios.

Se ha desempeñado como coordinador logístico para el Cártel de Sinaloa, del que también se dice ha sido la cabeza de la organización en las sombras para que el cartel sea una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo, ayudando en la exportación de cocaína y heroína desde México hacia varias ciudades de Estados Unidos a través de túneles, trenes, barcos, aviones, submarinos, avionetas y helicópteros.

El Mayo Zambada inició su trayectoria en el narcotráfico en la década de los setenta, en el Cártel de Guadalajara, organización dirigida por Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero.

Luego trabajó en el Cártel de Juárez de Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”, en el cual ascendió hasta asumir su liderazgo tras la supuesta muerte de Amado Carrillo.

En contraste con otros narcotraficantes, Ismael Zambada García, siempre procuró mantener un perfil bajo, lo cual le permitió permanecer prácticamente intocable frente a las autoridades mexicanas y estadounidenses durante más de cinco décadas.

En los años 90 y parte del milenio, El Mayo Zambada trabajó de la mano de Edelio López e Ignacio Coronel.

Su mayor actividad criminal se dio a finales de los años ochenta cuando el gobierno federal aprehendió a los entonces máximos capos de la droga en México, todos sinaloenses: Rafael Caro Quintero; Ernesto Fonseca Carrillo y Miguel Ángel Félix Gallardo, tío de los hermanos Arellano Félix, con los cuales había formado un pacto, el cual se rompió por no cumplir, proteger y no traicionar a Joaquín El Chapo Guzmán.

En 2001, “El Mayo” empezó a colaborar con “El Chapo”

Ya iniciados los años noventa, la reestructuración de las organizaciones criminales mexicanas que siguió a otras detenciones importantes, tales como las de los líderes de los llamados cárteles De Tijuana, que dirigía Benjamín Arellano Félix, y Del Golfo, de Osiel Cárdenas Guillén, mismas que derivaron en la invasión de plazas y territorios "controlados", así como una guerra entre los distintos grupos, tanto existentes como emergentes, y entre esos y las fuerzas armadas y policía federal mexicana, disputándose las rutas para el trasiego y distribución de droga.

A partir de 2001, Ismael Zambada García, empezó a trabajar en colaboración con “El Chapo” Guzmán reforzando al Cártel de Sinaloa, especialmente a través de su hijo Vicente Zambada Niebla, quien jugó un papel clave en el cartel al coordinar el envío de varias toneladas de cocaína desde distintos países de Centro y Sudamérica vía México, con destino a los Estados Unidos.

Ismael Zambada recurrió a la cirugía plástica para cambiarse el rostro, evitando así su identificación y son pocas las imágenes actuales que se tienen de él. Cuando Joaquín Chapo Guzmán fue detenido en febrero de 2014, su gran aliado Ismael El Mayo Zambada, y uno de sus mentores, tomó su lugar al mando del Cártel de Sinaloa. Ese mismo día, la DEA convirtió al El Mayo en el capo más poderoso del Norte de México y el único que nunca había sido capturado.

Zambada se había convertido en una leyenda en las montañas de Sinaloa, las que se convirtieron en su refugio durante su trayectoria de más de 50 años en el mundo del narcotráfico y, pese a los megaoperativos de las fuerzas de seguridad mexicanas en su contra, nunca había sido atrapado.

La Fiscalía General de la República cuenta con evidencias de que fue “El Mayo”, quien preparó y organizó la segunda fuga del Chapo Guzmán, con el objetivo de quitarse la presión que ejercían las autoridades mexicanas sobre él.

El gobierno de Estados Unidos consideró a “El Mayo”, como el narcotraficante más poderoso. La organización que formó es la más sólida que existe porque ha perdurado en la historia del narcotráfico internacional. Y es que Zambada trabajó principalmente para incrementar la producción de heroína del cártel, a la vez que se ha consolidado como uno de los principales contactos para introducir a Estados Unidos la cocaína proveniente de Colombia.

Hermanos, hijos y nietos de “El Mayo” en la mira de la justicia

“El Mayo” Zambada es padre de 4 hijos y 4 hijas; entre ellos, Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, quien jugó un papel clave en el Cártel de Sinaloa al coordinar el envío de varias toneladas de cocaína desde distintos países de Centro y Sudamérica, vía México, con destino a los Estados Unidos.

Vicente fue capturado, junto a sus escoltas, por el Ejército Mexicano el 18 de marzo de 2009, portando armas consideradas de uso exclusivo de las fuerzas armadas.

El 18 de febrero de 2010, “El Vicentillo” fue extraditado a Estados Unidos para enfrentar cargos federales. Años después, fue testigo en el juicio contra El Chapo Guzmán, en donde aseguró que Guzmán Loera sobornaba a militares mexicanos con hasta 1 millón de dólares al mes.

Otro hijo de El Mayo, Serafín Zambada Ortiz, fue arrestado con su esposa en noviembre de 2013 cuando cruzaba la frontera en Nogales, Arizona, quedando después ella en libertad.

El tercer varón, de El Mayo, es Ismael Zambada Imperial, alias “El Mayito Gordo”, fue capturado por la Armada de México en una comunidad de la ciudad de Culiacán, capital de Sinaloa.

El 20 de octubre de 2008 arrestaron a Jesús Zambada García, alias “El Patrón”, hermano de Ismael Zambada y a Jesús Zambada Reyes, de 21 años, su sobrino e hijo de Reynaldo Zambada. La entonces PGR relacionó a El Patrón con el asesinato del ex coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal Preventiva, Édgar Millán.

En septiembre de 2020 de manera extraoficial, se filtraron fotografías de Dwayne Zambada supuesto nieto de Ismael Zambada y su presunta participación dentro del Cártel de Sinaloa. Quienes afirman es una pieza importante dentro de la organización criminal.

Tras la captura de El Chapo Guzmán, Ismael Zambada García, fue uno de los capos más buscados en México y Estados Unidos, quien ofrecía una recompensa de 15 millones de dólares por información que conduzca a su captura o muerte.

En 2018, la entonces Procuraduría General de la República empezó a ofrecer una recompensa de 100 millones de pesos por información que llevara a la captura o muerte del Mayo Zambada.

Por ello, se convirtió, junto a Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, en los narcotraficantes más buscados y poderosos del territorio mexicano con operaciones a nivel internacional.

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