Por el violento asesinato de tres estudiantes de medicina y un conductor de Uber, miles de universitarios se volcaron a las calles con una multitudinaria protesta.
Enojo, impotencia, rabia, coraje y dolor, reflejaban los rostros de los alumnos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, así como la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, para exigir a las autoridades emprender acciones eficaces que terminen con los crímenes.
Los jóvenes portaron su uniforme escolar, su bata blanca y otros, en tono azul, para demostrar la legitimidad de su movimiento, apartidista, justo y válido.
Sus manos las pintaron en rojo en señal de un alto a las agresiones. “Es muy injusto lo que les hicieron, porque sin deberla ni temerla los asesinaron vilmente. Tengo una ola de sentimientos, de enojo, de frustración, de ira. Nadie se merece una muerte así, y es momento de decir ¡Ya basta!”, dijo Mario, antes de integrarse al contingente que salió desde muy temprano de la Facultad de Medicina de la BUAP.
Francisco Javier, Ximena, José Antonio, estudiantes de la BUAP, además de la UPAEP, y Josúe, conductor de Uber, fueron asesinados el pasado fin de semana, cuando regresaban del carnaval de Huejotzingo.
Este martes, fue un día sin precedentes para los universitarios que salieron a marchar en contra del gobierno del estado, al que demandaron con urgencia seguridad.
Adicionalmente, decidieron realizar un paro de actividades. “Cerrado por inseguridad”, decía el mensaje que colocaron fuera de la puerta principal de esta unidad académica de la máxima casa de estudios. El paro se prevé hasta este viernes, 28 de febrero.
Los jóvenes de facultades como Estomatología, Enfermería y Fisioterapia se solidarizaron en el movimiento, incluso, por algunas calles, otros ciudadanos dejaron de un lado su apatía para sumarse a la movilización que abarcó las amplias calles del primer cuadro de la ciudad.
Las consignas formaron un coro que retumbaban en la calle: “Justicia”, “Yo quería llegar con mi familia”, “Ni una bata menos”, “Señor, señora, no sea indiferente se matan estudiantes en la cara de la gente”, y “¿Qué queremos?, ni una bata menos”.
Al movimiento también se sumaron maestros, que dijeron que en el último año han aumentado los robos en las inmediaciones de la facultad: “ya van cuatro ocasiones que se roban la llanta de mi auto”, acusó un docente.
“LLORO POR CORAJE”
“A mi hermano le arrebataron la vida, porque más que mi compañero era mi hermano. Vivimos juntos 4 años y lloro porque me da coraje que esto se quede así”, exclamó con la voz entrecortada Kevin González, amigo de Francisco Javier, el alumno de medicina de la BUAP, asesinado el pasado fin de semana en Huejotzingo.
Kevin y Javier iniciaron juntos en 2013 la carrera para médico en la máxima casa de estudios. Los dos son de Veracruz y acordaron rentar juntos un departamento por los próximos 4 años. El sueño trunco de Javi era tener una especialidad en pediatría, él amaba a los niños.
Ante la dolorosa ausencia de Javi, como le decían de cariño, su hermano alzó la voz; levantó sus brazos sosteniendo una bata manchada de rojo con el nombre de su amigo para protestar en las calles del centro histórico de Puebla.
Kevin, junto con compañeros de la generación, encabezaron la movilización con más de 6 mil estudiantes a los que se unieron un contingente de la UPAEP.
Sus amigos caminaron con lágrimas, con flores blancas, veladoras y gritos que aclamaban: ¡Justicia! También en algún momento relataron los recuerdos que tenían con Javi, como su pasión por el fútbol, por la comida regional y su espíritu aventurero.
DEMANDAS DE ESTUDIANTES
Los universitarios escribieron un pliego petitorio en el que demandaron al gobernador, Luis Miguel Barbosa, mayor seguridad en las inmediaciones de las instituciones públicas y privadas, además del espacio público.
Para poder establecer un dialogo con las autoridades estatales tuvieron que esperar casi una hora. Asimismo, el mandatario solo se dispuso a hablar con una comitiva de alumnos de la UPAEP y la BUAP, aunque la comunidad universitaria exigió que diera la cara: “que salga Barbosa”, demandaron.
“A mi amigo lo asesinaron, no puedo creerlo y no es posible que el gobernador, no se digne a salir”, comentó.
Al final, los jóvenes informaron que acordaron rondines a fuera de las instituciones, además, de un plan de seguridad que será diseñado con los rectores de la UPAEP, Emilio Baños y de la BUAP, Alfonso Esparza.
NO QUIERO SER EL PRÓXIMO”, RECLAMAN CONDUCTORES
Tras señalar que no hay apoyos de las plataformas, un grupo de operadores y socios-conductores de las plataformas de taxi ejecutivo Uber, además de DiDi, se sumaron a la marcha por la seguridad y la paz en Casa Aguayo.
La movilización se unió a la realizada por alumnos de medicina de la BUAP y la UPAEP, para condenar el asesinato de un operador, más tres estudiantes el pasado domingo en Huejotzingo, Puebla.
“No quiero ser el próximo” y “salimos a trabajar”, son algunas de las pintas que colocaron en los vidrios de los autos, los operadores de estas plataformas.
Los conductores señalaron que han contabilizado hasta 25 robos, incluidos de unidad, al mes. Entre los puntos más conflictivos está el municipio de Huejotzingo, además de las colonias en la capital, Clavijero, La Pedrera y San Manuel.
EG