Una pareja de presuntos extorsionadores fue atacada a balazos al interior de un comercio, en calles de la colonia Ramos Millán. Uno de ellos perdió la vida en el lugar mientras que su acompañante fue llevada en estado critico al Hospital Balbuena.
La tarde de este sábado, los agresores se encontraban dentro de una farmacia ubicada en la calle Oriente 108 -a unas cuadras de la sede a la alcaldía Iztacalco- cuando recibieron una descarga de balas.
El hombre de aproximadamente 30 años y la mujer de 37 recibieron al menos cuatro impactos de disparos de arma de fuego en el rostro, por lo que cayeron heridos de gravedad.
“Nosotros no vimos mucho porque cuando escuchamos los balazos nos aventamos al suelo. Cuando nos levantamos ya había pasado todo, por eso no podemos dar información”, comentó un vendedor de alimentos ubicado a unos pasos de la escena del crimen.
Tras recibir el reporte de la balacera, decenas de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México se desplegaron en las inmediaciones para preservar los indicios balísticos.
Técnicos en urgencias médicas intervinieron en el inmueble y atendieron a la pareja de heridos. Revisaron los signos vitales del varón y diagnosticaron su muerte por lo que dieron parte a la agencia del Ministerio Público.
Determinaron que la mujer –identificada como Karina- aun contaba con signos de vida y la trasladaron en calidad de urgencia al Hospital Balbuena para ser intervenida quirúrgicamente.
En cuestión de minutos, decenas de familiares de las victimas se reunieron en el lugar y comenzaron a dar rondines en calles cercanas con el objetivo de detener a los responsables.
La tienda fue acordonada para evitar que los indicios balísticos fueron alterados o eliminados, mientras que el cuerpo de la victima fue cubierto con un trozo de tela para que los curiosos no tomaran fotografías.
Finalmente, personal de la Coordinación General de Investigación Forense y Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) capitalina tomó un registro fotográfico del lugar.
Recolectaron los casquillos percutidos, tomaron muestras de sangre y huellas dactilares, y finalmente trasladaron el cadáver al Instituto de Ciencias Forenses para practicarle la necropsia de rigor.
Una vez obtenida la identidad de los presuntos extorsionadores, policías de investigación examinarán sus bases de datos a fin de determinar si estaban relacionados con carpetas de investigación o si contaban con antecedentes penales.