Al menos 73 víctimas mortales y 3,700 heridos, dejaron dos violentas explosiones en el puerto de Beirut, los daños materiales son invaluables y esa zona ha sido declarada por las autoridades de Líbano como una “zona de desastre”.
En un principio se dijo que el estruendo se había producido al interior de una fábrica de fuegos artificiales, horas más tarde las mismas autoridades de Líbano confirmaron que la explosión ocurrida en la capital, se originó en una bodega que almacenaba material altamente explosivo confiscado desde hace años.
Tras la tragedia, las redes sociales compartieron infinidad de videos que ayudaron a dimensionar la tragedia, misma que orilló a las autoridades de ese país a pedirle a los habitantes del puerto lo abandonaran, pues en el aire había partículas de nitrato de amonio, un químico utilizado como fertilizante químico pero también altamente explosivo.
Fueron al menos 2,750 toneladas de ese químico el que provocó las dos explosiones que instantes después, saturó de heridos a los hospitales de Beirut y concentró a todas las ambulancias Líbano en esa capital para atender la emergencia.
Las primeras declaraciones de Marwan Abboud, gobernador de Beirut, lo hicieron romper en llanto quien dijo que en su vida había visto destrucción a esa escala, la cual comparó a las tragedias tras los bombardeos en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en Japón.
Por su parte, el presidente de Líbano Michel Aoun convocó a una “reunión urgente” entre integrantes del Consejo Superior de Defensa, de igual forma, declaró que este miércoles se decretó día de luto nacional.
JLP
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