/ lunes 14 de noviembre de 2022

Steve Bannon, el exportador mundial de la alt-right

De los medios saltó a la Casa Blanca y ahora busca extender su movimiento

Exmilitar, exagente bursátil, propagandista y exasesor de Donald Trump y que en esta semana acudirá a una cumbre mundial conservadora en México, Steve Bannon está comprometido con exportar la ideología de extrema derecha a nivel global utilizando el miedo, la desinformación y la propaganda.

Los próximos 18 y 19 de noviembre se llevará a cabo en Ciudad de México la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), el máximo evento de la derecha mundial que desde 1974 -bajo auspicios de Ronald Reagan antes de convertirse en presidente- reúne a líderes, organizaciones como la Asociación Nacional del Rifle y activistas de derecha.

Te puede interesar: Steve Bannon, exasesor de Trump, es condenado por desacato al Congreso de EU

Entre los personajes que asistirán, destaca el llamado “monje negro” o “Rasputín” de Trump, Steve Bannon, hombre clave en dar forma al mensaje de “Estados Unidos primero” que ayudó a Trump a ganar la elección presidencial de 2016.

Nacido en Virginia en 1953, Bannon sirvió cuatro años en el ejército estadounidense antes de completar una maestría en administración de empresas en la Universidad de Harvard.

Trabajó con éxito en el área de inversiones en la compañía financiera Goldman Sachs, aunque optó por el retiro para ingresar en la producción de películas.

Ya instalado en Hollywood y con algunos éxitos comerciales, comenzó a producir documentales políticos independientes con una clara ideología conservadora.

Pero fue desde Breitbart News, un portal de noticias de la denominada alt-right, la derecha alternativa estadounidense más radical, que Bannon empezó a incendiar el país con opiniones populistas y belicistas, cargado de teorías conspirativas, ataques de odio y oposición frontal a los políticos tradicionales.

Desde 2012, cuando se hizo del control editorial de Breitbart, los supremacistas blancos empezaron a escucharlo en masa. De 11 millones de visitas mensuales, pasó a los 200 millones. “Somos virulentamente anti-establishment”, dijo Bannon al diario The Washington Post.

En 2015, desde Breitbart, Bannon expresó claramente su entusiasmo por la candidatura del magnate inmobiliario y estrella de realitiy show, Donald Trump.

Como estratega de campaña, asesor en la Casa Blanca e incluso asesor de seguridad nacional, Bannon tuvo un papel importante en el diseño de las políticas antiinmigrantes del presidente, como la implementación del muro fronterizo, en la decisión de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre cambio climático, y en el enfrentamiento con China.

También fue impulsor de la idea de intervenir militarmente a Venezuela. Pero tras los constantes roces con varios funcionarios del gobierno, incluido Jared Kushner, el yerno de Trump, Bannon fue obligado a dejar su cargo en 2017.

Bannon aseguró que la decisión de dejar el gobierno de Trump tuvo que ver con su idea de implementar la alt-right en Europa y el mundo, después de haberlo logrado en Estados Unidos. Y una de sus armas para lograrlo era la desinformación.

El proyecto supremacista y nacionalista de Bannon desembarcó en Europa por medio de Cambridge Analytica, empresa de la que fue vicepresidente y desde la cual impulsó en Reino Unido la campaña a favor del Brexit mientras incubaba movimientos de derecha.

Mediante el análisis de datos y la comunicación estratégica en redes sociales, principalmente Facebook, Cambridge Analytica estaba implicada desde 2014 en la creación de campañas políticas conservadoras en EU y en 2016 fue artífice del mensaje en redes sociales de Trump, que combinaba mentiras con ataques raciales y de odio destinados a dividir a la sociedad estadounidense. Los datos alternativos y la posverdad aparecieron, el mensaje funcionó y Trump ganó esa elección.

Dibujado por críticos y biógrafos como manipulador, vanidoso y astuto, Bannon sabe jugar con los temores de la gente y crear enemigos para enfrentar a sectores sociales heterogéneos, confundir verdades con mentiras y ponerlas al servicio de una causa o de un candidato.

Ahora, esas armas son usadas por Bannon para hacerse de aliados en lugares como Hungría, donde el primer ministro ultranacionalista Viktor Orban incluso lo defendió de la sentencia en su contra por robarse un millón de dólares de donaciones para el muro con México.

También es aliado del ultraderechista y xenófobo italiano Matteo Salvini, de los dirigentes del partido Vox en España y de la familia Bolsonaro en Brasil, a quienes apoyó en la contienda electoral que ganó Luiz Inácio Lula da Silva, y pidió -al más puro estilo Trump- que desconocieran los resultados por “fraudulentos”.

Así, Bannon sigue en pie en su sueño de refundar el capitalismo, reestructurar el orden global, volver a los valores judeocristianos blancos, librar una guerra contra el islam y destruir al establishment político y mediático. Y estará en México.



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Exmilitar, exagente bursátil, propagandista y exasesor de Donald Trump y que en esta semana acudirá a una cumbre mundial conservadora en México, Steve Bannon está comprometido con exportar la ideología de extrema derecha a nivel global utilizando el miedo, la desinformación y la propaganda.

Los próximos 18 y 19 de noviembre se llevará a cabo en Ciudad de México la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), el máximo evento de la derecha mundial que desde 1974 -bajo auspicios de Ronald Reagan antes de convertirse en presidente- reúne a líderes, organizaciones como la Asociación Nacional del Rifle y activistas de derecha.

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Entre los personajes que asistirán, destaca el llamado “monje negro” o “Rasputín” de Trump, Steve Bannon, hombre clave en dar forma al mensaje de “Estados Unidos primero” que ayudó a Trump a ganar la elección presidencial de 2016.

Nacido en Virginia en 1953, Bannon sirvió cuatro años en el ejército estadounidense antes de completar una maestría en administración de empresas en la Universidad de Harvard.

Trabajó con éxito en el área de inversiones en la compañía financiera Goldman Sachs, aunque optó por el retiro para ingresar en la producción de películas.

Ya instalado en Hollywood y con algunos éxitos comerciales, comenzó a producir documentales políticos independientes con una clara ideología conservadora.

Pero fue desde Breitbart News, un portal de noticias de la denominada alt-right, la derecha alternativa estadounidense más radical, que Bannon empezó a incendiar el país con opiniones populistas y belicistas, cargado de teorías conspirativas, ataques de odio y oposición frontal a los políticos tradicionales.

Desde 2012, cuando se hizo del control editorial de Breitbart, los supremacistas blancos empezaron a escucharlo en masa. De 11 millones de visitas mensuales, pasó a los 200 millones. “Somos virulentamente anti-establishment”, dijo Bannon al diario The Washington Post.

En 2015, desde Breitbart, Bannon expresó claramente su entusiasmo por la candidatura del magnate inmobiliario y estrella de realitiy show, Donald Trump.

Como estratega de campaña, asesor en la Casa Blanca e incluso asesor de seguridad nacional, Bannon tuvo un papel importante en el diseño de las políticas antiinmigrantes del presidente, como la implementación del muro fronterizo, en la decisión de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre cambio climático, y en el enfrentamiento con China.

También fue impulsor de la idea de intervenir militarmente a Venezuela. Pero tras los constantes roces con varios funcionarios del gobierno, incluido Jared Kushner, el yerno de Trump, Bannon fue obligado a dejar su cargo en 2017.

Bannon aseguró que la decisión de dejar el gobierno de Trump tuvo que ver con su idea de implementar la alt-right en Europa y el mundo, después de haberlo logrado en Estados Unidos. Y una de sus armas para lograrlo era la desinformación.

El proyecto supremacista y nacionalista de Bannon desembarcó en Europa por medio de Cambridge Analytica, empresa de la que fue vicepresidente y desde la cual impulsó en Reino Unido la campaña a favor del Brexit mientras incubaba movimientos de derecha.

Mediante el análisis de datos y la comunicación estratégica en redes sociales, principalmente Facebook, Cambridge Analytica estaba implicada desde 2014 en la creación de campañas políticas conservadoras en EU y en 2016 fue artífice del mensaje en redes sociales de Trump, que combinaba mentiras con ataques raciales y de odio destinados a dividir a la sociedad estadounidense. Los datos alternativos y la posverdad aparecieron, el mensaje funcionó y Trump ganó esa elección.

Dibujado por críticos y biógrafos como manipulador, vanidoso y astuto, Bannon sabe jugar con los temores de la gente y crear enemigos para enfrentar a sectores sociales heterogéneos, confundir verdades con mentiras y ponerlas al servicio de una causa o de un candidato.

Ahora, esas armas son usadas por Bannon para hacerse de aliados en lugares como Hungría, donde el primer ministro ultranacionalista Viktor Orban incluso lo defendió de la sentencia en su contra por robarse un millón de dólares de donaciones para el muro con México.

También es aliado del ultraderechista y xenófobo italiano Matteo Salvini, de los dirigentes del partido Vox en España y de la familia Bolsonaro en Brasil, a quienes apoyó en la contienda electoral que ganó Luiz Inácio Lula da Silva, y pidió -al más puro estilo Trump- que desconocieran los resultados por “fraudulentos”.

Así, Bannon sigue en pie en su sueño de refundar el capitalismo, reestructurar el orden global, volver a los valores judeocristianos blancos, librar una guerra contra el islam y destruir al establishment político y mediático. Y estará en México.



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