El estado de Nueva York ha decidido regular la producción, distribución y venta del cannabidiol (CBD), un producto ampliamente extendido desde hace varios años y que se puede adquirir en multitud de tiendas y negocios.
El Departamento de Salud estatal ha comenzado a aceptar solicitudes para los negocios que procesen, vendan o distribuyan este producto, que en Estados Unidos no puede contener más de un 0,3 % de tetrahidrocannabinol (THC), que es el principal componente psicoactivo del cannabis.
El CBD se vende en multitud de productos, desde aceites corporales hasta cartuchos de "vapeo" y se le atribuyen propiedades relajantes.
"La apertura del proceso de solicitud para las empresas que buscan ser parte de la creciente industria del cáñamo en el estado de Nueva York es un paso clave en el proceso de expansión de nuestra economía. Las licencias brindan a los procesadores, distribuidores y minoristas la capacidad de garantizar la viabilidad a largo plazo de la industria del cáñamo", aseguró hoy el gobernador Andrew Cuomo.
Las autoridades han asegurado en un comunicado que la regulación del CBD se enmarca en un programa más amplio cuyo objetivo es organizar "la creciente industria del cannabidiol en Nueva York, mientras se protege a los consumidores" de eventuales productos que no cumplan los estándares de calidad.
Nueva York lanzó en 2015 un programa piloto para desarrollar el cultivo y la industrialización del cáñamo y, según un comunicado del gobernador, el estado se ha convertido en uno de los principales productores del país.
Además del CBD, el cáñamo se explota con otros fines como la industria textil, los muebles, la alimentación o la producción de combustible, entre otros.
"Todo negocio que venda o quiera vender productos que contengan CBD al consumidor en el estado de Nueva York deberá obtener una licencia", aseguró el responsable de salud del estado, Howard Zucker, que apuntó que los productores y distribuidores de fuera del estado deberán también hacerse con un permiso para comerciar el producto en Nueva York.
El estado lleva meses intentando regular la producción y el consumo de este producto, y ya en julio de 2019 prohibió que se ofrecieran comidas y bebidas con cannabidiol.
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