/ lunes 31 de octubre de 2022

Pese a silencio de Bolsonaro, Presidencia de Brasil anuncia transición para mandato de Lula

Aun con el silencio del presidente Jair Bolsonaro, voceros de la campaña de Lula da Silva informaron que la Presidencia de Brasil contactó con ellos para iniciar la transición

RÍO DE JANEIRO. Un día después de que Luiz Inácio Lula da Silva fuera elegido presidente, Jair Bolsonaro se mantuvo en silencio mientras que Brasil fue semiparalizado con centenas de bloqueos en carreteras de todo el país orquestados por camioneros que no aceptan la derrota del líder ultraderechista.

Lula ganó las elecciones con 50.9 por ciento de los votos, frente a 49.1 por ciento de Bolsonaro y, a más de 24 horas de conocerse el resultado definitivo, el actual mandatario, que aspiraba a la reelección, aún no se pronuncia sobre el resultado.

Te puede interesar: Bolsonaro sigue en silencio tras 16 horas de la victoria de Lula

Su silencio mantiene en vilo al país y al mundo, ya que durante la campaña el ultraderechista amenazó con sólo aceptar el resultado de las urnas si consideraba que las elecciones habían sido transparentes.

Hasta el momento, el único allegado al jefe de Estado o alto funcionario que se ha pronunciado sobre el resultado ha sido el senador Flavio Bolsonaro, hijo mayor del mandatario, quien agradeció el apoyo de los votantes de su padre y señaló que no van a “desistir” de Brasil, mediante un mensaje publicado en Twitter.

De acuerdo con el ministro de Comunicaciones, Bolsonaro, que ayer premaneció en el palacio presidencial sin aparecer en público, no abordará públicamente su derrota hasta hoy.

Ante el silencio de Bolsonaro, el ministro de la Presidencia, Ciro Nogueira, entró en contacto con la campaña de Lula para anunciar su disposición a iniciar el proceso de transición entre ambos gobiernos.

Algunos de los ministros de Bolsonaro, como el de Asuntos Exteriores, Carlos França, están presionando para que se manifieste públicamente, como ya han hecho otros ministros y legisladores.

Otros aliados que ya lograron hablar con Bolsonaro, también abogaron por que el presidente se pronunciara por el reconocimiento de la victoria de Lula. El argumento es que, con el gesto, protegería el capital político que había ganado y “saldría a lo grande” en las elecciones.

Fuentes parlamentarias ligadas al oficialismo dijeron que el presidente no tiene el respaldo de buena parte de sus aliados legislativos, integrantes de la coalición conocida como el “centrao”.

Incluso un destacado televangelista, Silas Malafaia, uno de los simpatizantes más importantes de Bolsonaro, indicó en Twitter: “La voluntad soberana del pueblo se ha establecido”.

Por el contrario, el ultraderechista Steve Bannon, exasesor de Donald Trump, propuso desconocer la victoria de Lula.

“No es posible que el resultado de las urnas electrónicas sea correcto, es preciso auditar urna por urna, aunque esto demore seis meses, en ese período el presidente no debería aceptar salir”, dijo.

Al mismo tiempo, el izquierdista recibió ayer un fuerte respaldo internacional.

El presidente Joe Biden telefoneó ayer a Lula para destacar la “relación sólida” entre Estados Unidos y Brasil y ambos se comprometieron a trabajar como “socios” en la lucha contra la crisis climática y la migración regional, entre otros “desafíos comunes”, señaló la Casa Blanca.

Lula sostuvo igualmente un encuentro en Sao Paulo con el presidente de Argentina, Alberto Fernández, durante el cual se comprometió a visitar ese país antes de asumir el 1 de enero.

Lula sostuvo otros encuentros y conversaciones con los mandatarios de Francia, Emmanuel Macron; y Cuba, Miguel Díaz-Canel, así como con el canciller alemán, Olaf Scholz.

Lula también recibió las llamadas del primer ministro portugués, António Costa, y el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.

Sin embargo, desde la noche del domingo, camioneros bolsonaristas comenzaron a bloquear varias vías del país en protesta por la victoria del líder progresista, que consideran producto de un fraude.

De acuerdo con la Policía de Carreteras, ayer había 250 bloqueos, varios de los cuales en zonas fronterizas al sur y al norte del país y que ya afectan a 20 de los 27 estados del gigante sudamericano.

Ante la situación, el Ministerio Público de Brasil le exigió a la Policía Federal de Carreteras informar, en un plazo máximo de 24 horas, las medidas adoptadas para despejar las vías bloqueadas y recordó que puede abrir una investigación en caso de que considere que el organismo ha sido omiso para la solución del problema.

Afonso Davi Bandeira, uno de los responsables por un bloqueo en la carretera BR-116 a la altura de Teresópolis, ciudad serrana a unos 100 kilómetros de Río de Janeiro, dijo que la medida es una protesta contra el “fraude” en las elecciones.

RÍO DE JANEIRO. Un día después de que Luiz Inácio Lula da Silva fuera elegido presidente, Jair Bolsonaro se mantuvo en silencio mientras que Brasil fue semiparalizado con centenas de bloqueos en carreteras de todo el país orquestados por camioneros que no aceptan la derrota del líder ultraderechista.

Lula ganó las elecciones con 50.9 por ciento de los votos, frente a 49.1 por ciento de Bolsonaro y, a más de 24 horas de conocerse el resultado definitivo, el actual mandatario, que aspiraba a la reelección, aún no se pronuncia sobre el resultado.

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Su silencio mantiene en vilo al país y al mundo, ya que durante la campaña el ultraderechista amenazó con sólo aceptar el resultado de las urnas si consideraba que las elecciones habían sido transparentes.

Hasta el momento, el único allegado al jefe de Estado o alto funcionario que se ha pronunciado sobre el resultado ha sido el senador Flavio Bolsonaro, hijo mayor del mandatario, quien agradeció el apoyo de los votantes de su padre y señaló que no van a “desistir” de Brasil, mediante un mensaje publicado en Twitter.

De acuerdo con el ministro de Comunicaciones, Bolsonaro, que ayer premaneció en el palacio presidencial sin aparecer en público, no abordará públicamente su derrota hasta hoy.

Ante el silencio de Bolsonaro, el ministro de la Presidencia, Ciro Nogueira, entró en contacto con la campaña de Lula para anunciar su disposición a iniciar el proceso de transición entre ambos gobiernos.

Algunos de los ministros de Bolsonaro, como el de Asuntos Exteriores, Carlos França, están presionando para que se manifieste públicamente, como ya han hecho otros ministros y legisladores.

Otros aliados que ya lograron hablar con Bolsonaro, también abogaron por que el presidente se pronunciara por el reconocimiento de la victoria de Lula. El argumento es que, con el gesto, protegería el capital político que había ganado y “saldría a lo grande” en las elecciones.

Fuentes parlamentarias ligadas al oficialismo dijeron que el presidente no tiene el respaldo de buena parte de sus aliados legislativos, integrantes de la coalición conocida como el “centrao”.

Incluso un destacado televangelista, Silas Malafaia, uno de los simpatizantes más importantes de Bolsonaro, indicó en Twitter: “La voluntad soberana del pueblo se ha establecido”.

Por el contrario, el ultraderechista Steve Bannon, exasesor de Donald Trump, propuso desconocer la victoria de Lula.

“No es posible que el resultado de las urnas electrónicas sea correcto, es preciso auditar urna por urna, aunque esto demore seis meses, en ese período el presidente no debería aceptar salir”, dijo.

Al mismo tiempo, el izquierdista recibió ayer un fuerte respaldo internacional.

El presidente Joe Biden telefoneó ayer a Lula para destacar la “relación sólida” entre Estados Unidos y Brasil y ambos se comprometieron a trabajar como “socios” en la lucha contra la crisis climática y la migración regional, entre otros “desafíos comunes”, señaló la Casa Blanca.

Lula sostuvo igualmente un encuentro en Sao Paulo con el presidente de Argentina, Alberto Fernández, durante el cual se comprometió a visitar ese país antes de asumir el 1 de enero.

Lula sostuvo otros encuentros y conversaciones con los mandatarios de Francia, Emmanuel Macron; y Cuba, Miguel Díaz-Canel, así como con el canciller alemán, Olaf Scholz.

Lula también recibió las llamadas del primer ministro portugués, António Costa, y el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.

Sin embargo, desde la noche del domingo, camioneros bolsonaristas comenzaron a bloquear varias vías del país en protesta por la victoria del líder progresista, que consideran producto de un fraude.

De acuerdo con la Policía de Carreteras, ayer había 250 bloqueos, varios de los cuales en zonas fronterizas al sur y al norte del país y que ya afectan a 20 de los 27 estados del gigante sudamericano.

Ante la situación, el Ministerio Público de Brasil le exigió a la Policía Federal de Carreteras informar, en un plazo máximo de 24 horas, las medidas adoptadas para despejar las vías bloqueadas y recordó que puede abrir una investigación en caso de que considere que el organismo ha sido omiso para la solución del problema.

Afonso Davi Bandeira, uno de los responsables por un bloqueo en la carretera BR-116 a la altura de Teresópolis, ciudad serrana a unos 100 kilómetros de Río de Janeiro, dijo que la medida es una protesta contra el “fraude” en las elecciones.

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