Londres, Reino Unido.- El sábado, la región de Yorkshire del Sur se unirá a las áreas sujetas a las restricciones más estrictas en vigor en Inglaterra para frenar la propagación del nuevo coronavirus, a cambio de apoyo financiero, dijeron el miércoles las autoridades locales.
Esta región del norte de Inglaterra pasará a nivel de alerta "muy alto", último peldaño de un sistema de tres niveles establecido por el ejecutivo británico, que implicará el cierre de bares y pubs que no sirven comida y la prohibición de reunirse en los hogares.
"Los líderes locales y yo hemos asegurado una financiación de 41 millones de libras (45 millones de euros, 53 millones de dólares, nota del editor) del gobierno para apoyar a los residentes y las empresas", dijo en Twitter Dan Jarvis, alcalde de Sheffield, la ciudad más grande de la zona afectada.
El Reino Unido es el país más afectado de Europa por la pandemia, con casi 44.000 muertos, por lo que está reaccionando de forma localizada al resurgimiento de la contaminación, lo cual ha provocado tensiones entre Londres y las comunidades locales.
El acuerdo con Yorkshire del Sur, que cuenta con 1,4 millones de habitantes, se produce un día después de que el primer ministro conservador, Boris Johnson, anunciara restricciones drásticas en la ciudad de Manchester (noroeste) y tras varios días de enfrentamientos fallidos con las autoridades locales sobre los beneficios económicos.
Andy Burnham, el representante laborista electo de esta región, en la que habita una gran población desfavorecida, se resistió a que se implementara la medida de no haber apoyo financiero adicional para las empresas.
Pero las discusiones no tuvieron éxito antes del mediodía del martes, límite marcado por Londres para encontrar un compromiso con la ciudad, que representa con su periferia 2,8 millones de habitantes.
En toda Inglaterra, las reuniones de más de seis personas están prohibidas y los pubs y restaurantes deben cerrar a las 2200 GMT. Actualmente, 28 millones de personas, aproximadamente la mitad de la población, incluida Londres, viven bajo restricciones locales más estrictas.
Gales ha decidido imponer un confinamiento general de dos semanas a partir del viernes, opción que el gobierno británico rechaza por el momento, por las implicaciones económicas.