/ miércoles 20 de mayo de 2020

Migrantes, hacinados entre selva y Covid-19 en Panamá

En una atmósfera de humedad asfixiante, cerca de mil 700 personas conviven aglomeradas en La Peñita, una localidad en la frontera con Colombia

PANAMÁ. Más de un millar y medio de migrantes irregulares que iban camino a Estados Unidos quedaron varados por la pandemia en una zona selvática de Panamá, donde esperan hacinados la apertura de fronteras para seguir su marcha.

En una atmósfera de humedad asfixiante, cerca de mil 700 personas -en su mayoría provenientes de Latinoamérica- conviven aglomeradas en La Peñita, una localidad indígena ubicada en Darién, en la frontera con Colombia. A este punto remoto también ha llegado el Covid-19, con contagios entre los migrantes y habitantes del lugar.

El poblado, de casas de madera y techo de paja, habitado por 50 familias, se ha convertido en una Estación Temporal de Asistencia Humanitaria (ETAH), donde los migrantes han sido aislados.

En instalaciones con capacidad para unas 200 personas, algunos de los viajeros duermen en tiendas de campaña y otros sobre la tierra. Hay familias enteras, con niños y mujeres embarazadas, que en su camino desde América del Sur cruzan la peligrosa jungla del Darién en dirección a Estados Unidos. Pero, por el Covid-19, las autoridades panameñas los han confinado en La Peñita.

Unos "17 migrantes fueron contagiados de coronavirus", dijo una fuente oficial bajo anonimato, dato confirmado por entidades internacionales. Los infectados ya fueron apartados.

Incluso personal de la Cruz Roja abandonó sus funciones para entrar en cuarentena por haber estado en contacto con un policía en el área que falleció por el coronavirus, relató Walter Cotte, director regional para América de la Federación Internacinal de la Cruz Roja.

Nadine González, alcaldesa de Pinogana, distrito donde se encuentra La Peñita, sospecha que hay más casos.

"Debe haber muchos más migrantes afectados por el hacinamiento que hay. Como no han hecho pruebas, no tienen cuántos positivos reales", dijo González.

Antes de la pandemia, un grupo de migrantes era enviado cada día hasta la frontera con Costa Rica para seguir su travesía por Centroamérica. Pero ahora los pasos fronterizos están cerrados y las personas están varadas en La Peñita.


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PANAMÁ. Más de un millar y medio de migrantes irregulares que iban camino a Estados Unidos quedaron varados por la pandemia en una zona selvática de Panamá, donde esperan hacinados la apertura de fronteras para seguir su marcha.

En una atmósfera de humedad asfixiante, cerca de mil 700 personas -en su mayoría provenientes de Latinoamérica- conviven aglomeradas en La Peñita, una localidad indígena ubicada en Darién, en la frontera con Colombia. A este punto remoto también ha llegado el Covid-19, con contagios entre los migrantes y habitantes del lugar.

El poblado, de casas de madera y techo de paja, habitado por 50 familias, se ha convertido en una Estación Temporal de Asistencia Humanitaria (ETAH), donde los migrantes han sido aislados.

En instalaciones con capacidad para unas 200 personas, algunos de los viajeros duermen en tiendas de campaña y otros sobre la tierra. Hay familias enteras, con niños y mujeres embarazadas, que en su camino desde América del Sur cruzan la peligrosa jungla del Darién en dirección a Estados Unidos. Pero, por el Covid-19, las autoridades panameñas los han confinado en La Peñita.

Unos "17 migrantes fueron contagiados de coronavirus", dijo una fuente oficial bajo anonimato, dato confirmado por entidades internacionales. Los infectados ya fueron apartados.

Incluso personal de la Cruz Roja abandonó sus funciones para entrar en cuarentena por haber estado en contacto con un policía en el área que falleció por el coronavirus, relató Walter Cotte, director regional para América de la Federación Internacinal de la Cruz Roja.

Nadine González, alcaldesa de Pinogana, distrito donde se encuentra La Peñita, sospecha que hay más casos.

"Debe haber muchos más migrantes afectados por el hacinamiento que hay. Como no han hecho pruebas, no tienen cuántos positivos reales", dijo González.

Antes de la pandemia, un grupo de migrantes era enviado cada día hasta la frontera con Costa Rica para seguir su travesía por Centroamérica. Pero ahora los pasos fronterizos están cerrados y las personas están varadas en La Peñita.


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