Ginebra, Suiza.- El mundo rozaba este sábado los 200.000 muertos por el nuevo coronavirus, en un momento en el que la OMS alertó sobre la entrega de "pasaportes inmunitarios" que pueden favorecer la propagación de la pandemia, una idea propuesta por varios países para acompañar el desconfinamiento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) echó por tierra las esperanzas de quienes apostaban por una eventual inmunidad de las personas que han padecido la COVID-19, en un momento el que algunos países realizarán pruebas serológicas de cara al desconfinamiento.
"No hay ninguna prueba en este momento de que las personas que se curaron de la COVID-19 y que tienen anticuerpos estén inmunizadas frente a una segunda infección", dijo la OMS en un comunicado.
Vencer a la actual pandemia, que obliga a la mitad de la población a quedarse encerrada en casa y expone al planeta a una recesión sin precedentes, supondrá el "esfuerzo de salud pública más masivo de la historia", afirmó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Las vacunas deben ser seguras, accesibles y disponibles para todos, subrayó Guterres en una reunión virtual, en la que participaron los líderes de Francia y Alemania, pero no de China, cuna de la pandemia que surgió a fines de 2019, ni de Estados Unidos, que acusa a la OMS de no advertir suficientemente temprano de la crisis.
La OMS lanzó una "colaboración histórica" para acelerar la producción de vacunas y tratamientos contra la COVID-19, explicó su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Mientras en Europa la curva de contagios parece entrar en una fase descendente y en América Latina en una ascendente, la carrera por encontrar el producto adecuado ya empezó en los laboratorios, con una media docena de ensayos clínicos, especialmente en Reino Unido y Alemania.
Sin embargo, una catástrofe oculta a otra: cerca de 400.000 personas más podrían morir este año de paludismo por los problemas de distribución de mosquiteras y de medicamentos que está ocasionando el coronavirus, alertó la OMS.
- Segunda ola -
La iniciativa de la ONU se anunció un día después de la consternación que suscitó el presidente estadounidense, Donald Trump, al sugerir que la COVID-19 se podría tratar con desinfectante.
Ante el revuelo que causó --expertos y fabricantes se apresuraron a advertir contra ese experimento--, el mandatario aseguró después que hablaba "sarcásticamente".
Estados Unidos, que registró el primer muerto relacionado con el coronavirus a principios de febrero, es el país más afectado con 905.333 casos confirmados y 51.949 decesos.
Las muertes por la COVID-19 en el mundo superan ya las 197.000, según un balance de AFP del sábado a las 11H00 GMT. Y la OMS no deja de insistir que una segunda oleada pandémica puede llegar en cualquier momento.
Alemania, uno de los primeros países de Europa en iniciar el desconfinamiento, se prepara ya con la construcción por parte del ejército de un hospital de mil camas adicionales en Berlín.
La pandemia además sigue devastando las economías, obligando a las autoridades a tratar de elaborar planes para incentivar la recuperación rápidamente.
El desplome del petróleo, debido a la falta de demanda que provoca la ralentización económica por las medidas de confinamiento, empujó el barril venezolano a 9,9 dólares, su nivel más bajo en dos décadas.
Trump firmó el viernes un nuevo plan de ayuda de casi 500.000 millones de dólares para pequeñas y medianas empresas y hospitales, tras saberse que el PIB de la primera economía mundial se contraerá un 12% este trimestre.
Pero en Europa, los 27 no logran ponerse de acuerdo sobre un vasto plan para impulsar la economía.
Y en el sector del turismo, donde hasta 75 millones de empleos están amenazados, los países del G20 se comprometieron el viernes a "apoyar el impulso económico".
- Mezquitas vacías -
En Estados Unidos, una red de solidaridad decidió poner a disposición de los sanitarios caravanas para que vivan cerca de sus familiares, pero limitando los riesgos de contagio.
En Europa, el continente más golpeado con más de 120.000 fallecidos, según un recuento de la AFP, varios países empiezan a suavizar sus restricciones, alentados por indicadores positivos en número de enfermos y fallecidos.
España, que el sábado registró un ligero repunte en el número de fallecidos con 378 nuevos muertos (22.902 en total), permitirá a los niños salir a partir del domingo a pasear, tras seis semanas confinados.
En Italia (casi 26.000 fallecidos), un ciclista profesional, que debía estar preparándose para el Giro, decidió ser útil y se subió a su bicicleta para hacer de repartidor en Collegno, cerca de Turín.
El mundo musulmán, en cambio, comenzó el mes del ayuno del ramadán sin oraciones colectivas ni comidas compartidas. La mayoría de los países musulmanes de Oriente Medio, África del Norte y Asia han cerrado las mezquitas y prohibido las reuniones familiares.
- En pleno ascenso en América Latina -
América Latina se acerca ya a los 150.000 contagios y supera las 7.300 muertes.
En Brasil, donde 3.670 personas han muerto por el virus, el presidente Jair Bolsonaro es acusado de inacción ante la pandemia y los habitantes de las favelas decidieron actuar.
"La favela tiene que combatir porque si espera al gobierno, nunca va a llegar", explica Thiago Firmino, un guía turístico de 39 años que se ofreció como voluntario para desinfectar las calles de su barrio en la favela Santa Marta de Río de Janeiro.
Venezuela por su parte anunció una flexibilización de la cuarentena para niños y ancianos.
En Argentina, con más de 3.500 casos y 176 muertos, decenas de presos se amotinaron en una cárcel de Buenos Aires en protesta por un caso de coronavirus, antes de acordarse una tregua hasta el sábado.