Autoridades de Estados Unidos investigan el más reciente “flash mob”, también conocidos como robos relámpagos, perpetrado por un grupo numeroso de asaltantes, que aprovechándose de su superioridad numérica, irrumpieron en un centros comercial al sur de Los Ángeles, California, para consumar un robo millonario.
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Este tipo de delitos han encendidos las alertas entre fuerzas policiales y de impartición de justicia norteamericana, ante la facilidad con que estas bandas organizadas han logrado consumar sus robos, dejando pérdidas millonarias y pánico entre los visitantes a los centros comerciales.
El más reciente de estos delitos se perpetró la tarde del pasado sábado en el centro comercial Westfield Topanga, en Canoga Park, uno de los “malls” angelinos más visitados al contar con sucursales de reconocidas firmas internacionales.
Lo alarmante de este nuevo robo en pandilla es que se da a menos de una semana de otro crimen similar perpetrado en la ciudad de Glendale, igualmente en California. Aunque la frecuencia de estos crímenes va en aumento desde noviembre del 2021, fecha en que se registró el primer robo relámpago con estas características.
Entre 30 y 50 criminales saquearon sucursal de Nordstrom en Canoga Park
Las primeras investigaciones iniciadas por el Departamento de Policía de Los Ángeles indican que fue un grupo de entre 30 y 50 personas las que perpetraron el robo dentro del Westfield Topanga, el asalto ocurrió cerca de las cuatro de la tarde, horario de gran afluencia de visitantes a este centro comercial.
Incluso algunos de los visitantes sacaron sus teléfonos celulares para grabar parte del saqueo, lo hicieron sin que los asaltantes se lo opusieran pues muchos de ellos llevaban los rostros y cabezas cubiertas, sumado a que el asalto se concretó en menos de cuatro minutos.
La versión oficial indica que los hampones además de vestir la mayoría de negro, llevaban consigo gas pimienta, incluso lo emplearon en contra de personal de vigilancia, quienes además fueron superados en número.
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Aunque en un principio se especulaba sobre un botín cercano entre los 60 mil y 100 mil dólares, aunque al final el saldo de lo robado superó los 300 mil dólares, de acuerdo a información de la Policía de Los Ángeles. Algunos videos compartidos entre cibernautas muestran algunos arrestos.
“Quienes cometieron estos actos y actos similares en áreas vecinas deben rendir cuentas” fue parte del mensaje con el que la alcaldesa de NY, Karen Bass, lamentó este nuevo robo.
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