/ jueves 15 de julio de 2021

Europa lanza su "plan verde": ¿Qué pasará con los autos a gasolina y diésel?

¿Hasta cuándo podrán circular después de su prohibición en la Unión Europea? ¿Se convertirán en artículos de lujo?

Bruselas.- Los responsables políticos de la Unión Europea (UE) presentaron el más ambicioso plan hasta la fecha a nivel mundial para hacer frente al cambio climático, con el fin de convertir los objetivos ecológicos en medidas concretas en esta década y dar ejemplo a otras grandes economías del mundo.

La Comisión Europea (CE), el ejecutivo de la UE, expuso con minucioso detalle cómo los 27 países del bloque pueden cumplir su objetivo colectivo de reducir para 2030 las emisiones netas de gases de efecto invernadero un 55 por ciento respecto de 1990, un paso hacia un balance neto cero en 2050.

Las medidas significarán un aumento del costo de las emisiones de carbono para calefacción, transporte y manufacturas; gravar el combustible de aviación y el marítimo con alto contenido de carbono, y cobrar a los importadores por las emisiones para fabricar productos como cemento, acero y aluminio en el extranjero.

Los gravámenes a la importación afectarían a los países de todo el mundo con altas emisiones de CO2.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que el programa “combina la reducción de emisiones de carbono con medidas para preservar la naturaleza y situar el empleo y la igualdad social en el corazón de esta transformación verde”.

Entre las propuestas más importantes está prohibir la venta de vehículos nuevos de gasolina y diésel a partir de 2035.

“El motor de combustión interna pasará a la historia. Sí, es difícil”, dijo el jefe de la política climática de la UE, Frans Timmermans, en la presentación.

Timmermans evocó un futuro en el que las guerras se libran por el acceso al agua y los alimentos a menos que se tomen medidas urgentes.

Algunos ambientalistas dijeron que la Comisión estaba siendo demasiado cauta, mientras que otros consideraron que los aranceles serán un incentivo para que otras naciones se sumen.

El lanzamiento del plan abre las puertas a una batalla titánica entre el Parlamento Europeo y los países miembros, a la que se suman grupos empresariales de presión y ONG en un proceso demorado.

La Asociación Europea de Constructores de Automóviles apuntó que la idea de prohibir los motores de combustión “no es una solución racional”.

Por su parte, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) aseguró mediante un comunicado que pensar en la idea de tasar el carburante era “contraproducente con el objetivo de la aviación sostenible”.

Para el eurolegislador francés Pascal Canfin, de la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo y quien será un actor central de las negociaciones, se trata de un “paquete histórico” que tendrá un impacto en el modelo económico de las industrias y las forzará a adoptar tecnologías limpias.

El impacto geopolítico que tendrá esta propuesta climática es grande y afectará las relaciones comerciales con China, Rusia, Turquía y el Reino Unido, debido a las emisiones de CO2 de sus industrias, reconocieron fuentes comunitarias.

¿Y qué pasará con los autos tradicionales?

“Los vehículos de segunda mano serán los más afectados por las restricciones de tráfico como las zonas de baja emisión”, asegura Julia Poliscanova, representante de la ONG europea Transporte y Medioambiente.

En metrópolis como Londres o París se analiza que el acceso se limita pronto a vehículos eléctricos únicamente.

Pero, ¿se convertirán los coches en un artículo de lujo?

El precio de los vehículos eléctricos, hoy en día más caros que los térmicos, puede bajar rápidamente a medida que se fabriquen de manera masiva y el coste de las baterías disminuya. Según el grupo Stellantis (Peugeot y Fiat, entre otros), la paridad se podría alcanzar entre 2025 y 2030.

Además, su uso está evolucionando gracias a que hay cada vez más vehículos ofrecidos en leasing, lo que permite reducir el precio, subraya Thomas Morel de la empresa McKinsey.

Por otra parte, se estima que el precio de los vehículos de gasolina suba con el aumento de sanciones gubernamentales, sin mencionar las multas a los fabricantes de altas emisiones de CO2 “, descrito el martes Volkswagen.

¿Qué será de los antiguos?

“Se puede imaginar que habrá incentivos para cambiar de vehículo, como las bonificaciones para el desguace”, precisa Morel. “Un gran número de coches quedarán obsoletos y, probablemente no tendrán derecho a circular en algunas zonas urbanas. Por tanto, su valor residual podría caer drásticamente”, prosigue el experto.

Por su parte, Poliscanova cree que se necesitarán menos automóviles: “En las ciudades, en particular, utilizaremos el transporte público, bicicletas y vehículos compartidos.”

El reacondicionamiento -un motor eléctrico en un coche antiguo- podría permitir también una transición más ecológica.

¿Están todos listos?

El 2020 marcó una verdadero proceso de aceleración, bajo presión de la UE y gracias a las ayudas públicas.

Los fabricantes comenzaron a apostar por los coches eléctricos en sus gamas y el mercado de los híbridos y eléctricos explotó en países como Alemania, Francia o Italia. “Los fabricantes han tomado nota de los cambios; sin embargo, los niveles de inversión siguen siendo muy variables de uno a otro”, asegura Morel.

Volkswagen y Volvo presentó los planes más ambiciosos con el 60 por cientode los vehículos eléctricos en Europa y el 100 por ciento en el mundo, respectivamente, hasta 2030.

¿Son el futuro los híbridos?

Los híbridos enchufables tienen un motor eléctrico que ayuda o sustituye al motor térmico durante unos pocos kilómetros. Más pesados que sus equivalentes térmicos, con sus dos motores, pueden ser más contaminantes si no se recargan.

Este tipo de vehículo podría prohibirse en 2035, pero Francia y Alemania defienden estos coches de “transición” hacia los eléctricos. Su respuesta sigue abierta.

Y a todo esto, ¿cuenta Europa con suficientes puntos de recarga? No. Había unos 250 mil puntos públicos en septiembre de 2020, en la Unión Europea, en su mayoría de terminales de baja potencia, complicados de usar, concentrados en algunos países, según el Tribunal de Cuentas europeo. Es el principal quebradero de cabeza de los fabricantes, quienes piden a las administraciones públicas que ayuden a instalar terminales en los hogares y en la vía pública.

“La Comisión Europea debería imponer estándares para las terminales, de modo que los conductores puedan estar seguros de cargar su vehículo, donde sea que vayan”, señala Poliscanova.

La presidenta de la Comisión Europea, la alemana, considera que debe haber un punto de recarga cada 60 kilómetros en las principales carreteras europeas.Con información de Reuters, AFP, EFE y Taimaz Szirniks.

Bruselas.- Los responsables políticos de la Unión Europea (UE) presentaron el más ambicioso plan hasta la fecha a nivel mundial para hacer frente al cambio climático, con el fin de convertir los objetivos ecológicos en medidas concretas en esta década y dar ejemplo a otras grandes economías del mundo.

La Comisión Europea (CE), el ejecutivo de la UE, expuso con minucioso detalle cómo los 27 países del bloque pueden cumplir su objetivo colectivo de reducir para 2030 las emisiones netas de gases de efecto invernadero un 55 por ciento respecto de 1990, un paso hacia un balance neto cero en 2050.

Las medidas significarán un aumento del costo de las emisiones de carbono para calefacción, transporte y manufacturas; gravar el combustible de aviación y el marítimo con alto contenido de carbono, y cobrar a los importadores por las emisiones para fabricar productos como cemento, acero y aluminio en el extranjero.

Los gravámenes a la importación afectarían a los países de todo el mundo con altas emisiones de CO2.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que el programa “combina la reducción de emisiones de carbono con medidas para preservar la naturaleza y situar el empleo y la igualdad social en el corazón de esta transformación verde”.

Entre las propuestas más importantes está prohibir la venta de vehículos nuevos de gasolina y diésel a partir de 2035.

“El motor de combustión interna pasará a la historia. Sí, es difícil”, dijo el jefe de la política climática de la UE, Frans Timmermans, en la presentación.

Timmermans evocó un futuro en el que las guerras se libran por el acceso al agua y los alimentos a menos que se tomen medidas urgentes.

Algunos ambientalistas dijeron que la Comisión estaba siendo demasiado cauta, mientras que otros consideraron que los aranceles serán un incentivo para que otras naciones se sumen.

El lanzamiento del plan abre las puertas a una batalla titánica entre el Parlamento Europeo y los países miembros, a la que se suman grupos empresariales de presión y ONG en un proceso demorado.

La Asociación Europea de Constructores de Automóviles apuntó que la idea de prohibir los motores de combustión “no es una solución racional”.

Por su parte, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) aseguró mediante un comunicado que pensar en la idea de tasar el carburante era “contraproducente con el objetivo de la aviación sostenible”.

Para el eurolegislador francés Pascal Canfin, de la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo y quien será un actor central de las negociaciones, se trata de un “paquete histórico” que tendrá un impacto en el modelo económico de las industrias y las forzará a adoptar tecnologías limpias.

El impacto geopolítico que tendrá esta propuesta climática es grande y afectará las relaciones comerciales con China, Rusia, Turquía y el Reino Unido, debido a las emisiones de CO2 de sus industrias, reconocieron fuentes comunitarias.

¿Y qué pasará con los autos tradicionales?

“Los vehículos de segunda mano serán los más afectados por las restricciones de tráfico como las zonas de baja emisión”, asegura Julia Poliscanova, representante de la ONG europea Transporte y Medioambiente.

En metrópolis como Londres o París se analiza que el acceso se limita pronto a vehículos eléctricos únicamente.

Pero, ¿se convertirán los coches en un artículo de lujo?

El precio de los vehículos eléctricos, hoy en día más caros que los térmicos, puede bajar rápidamente a medida que se fabriquen de manera masiva y el coste de las baterías disminuya. Según el grupo Stellantis (Peugeot y Fiat, entre otros), la paridad se podría alcanzar entre 2025 y 2030.

Además, su uso está evolucionando gracias a que hay cada vez más vehículos ofrecidos en leasing, lo que permite reducir el precio, subraya Thomas Morel de la empresa McKinsey.

Por otra parte, se estima que el precio de los vehículos de gasolina suba con el aumento de sanciones gubernamentales, sin mencionar las multas a los fabricantes de altas emisiones de CO2 “, descrito el martes Volkswagen.

¿Qué será de los antiguos?

“Se puede imaginar que habrá incentivos para cambiar de vehículo, como las bonificaciones para el desguace”, precisa Morel. “Un gran número de coches quedarán obsoletos y, probablemente no tendrán derecho a circular en algunas zonas urbanas. Por tanto, su valor residual podría caer drásticamente”, prosigue el experto.

Por su parte, Poliscanova cree que se necesitarán menos automóviles: “En las ciudades, en particular, utilizaremos el transporte público, bicicletas y vehículos compartidos.”

El reacondicionamiento -un motor eléctrico en un coche antiguo- podría permitir también una transición más ecológica.

¿Están todos listos?

El 2020 marcó una verdadero proceso de aceleración, bajo presión de la UE y gracias a las ayudas públicas.

Los fabricantes comenzaron a apostar por los coches eléctricos en sus gamas y el mercado de los híbridos y eléctricos explotó en países como Alemania, Francia o Italia. “Los fabricantes han tomado nota de los cambios; sin embargo, los niveles de inversión siguen siendo muy variables de uno a otro”, asegura Morel.

Volkswagen y Volvo presentó los planes más ambiciosos con el 60 por cientode los vehículos eléctricos en Europa y el 100 por ciento en el mundo, respectivamente, hasta 2030.

¿Son el futuro los híbridos?

Los híbridos enchufables tienen un motor eléctrico que ayuda o sustituye al motor térmico durante unos pocos kilómetros. Más pesados que sus equivalentes térmicos, con sus dos motores, pueden ser más contaminantes si no se recargan.

Este tipo de vehículo podría prohibirse en 2035, pero Francia y Alemania defienden estos coches de “transición” hacia los eléctricos. Su respuesta sigue abierta.

Y a todo esto, ¿cuenta Europa con suficientes puntos de recarga? No. Había unos 250 mil puntos públicos en septiembre de 2020, en la Unión Europea, en su mayoría de terminales de baja potencia, complicados de usar, concentrados en algunos países, según el Tribunal de Cuentas europeo. Es el principal quebradero de cabeza de los fabricantes, quienes piden a las administraciones públicas que ayuden a instalar terminales en los hogares y en la vía pública.

“La Comisión Europea debería imponer estándares para las terminales, de modo que los conductores puedan estar seguros de cargar su vehículo, donde sea que vayan”, señala Poliscanova.

La presidenta de la Comisión Europea, la alemana, considera que debe haber un punto de recarga cada 60 kilómetros en las principales carreteras europeas.Con información de Reuters, AFP, EFE y Taimaz Szirniks.

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