/ jueves 23 de mayo de 2019

Elimina Buenos Aires el uso de popote

A fin de lograr una ciudad más sustentable, informaron las autoridades, pero la medida fue criticada por la organización Greenpeace y la calificó como “tardía”

Buenos Aires eliminará el uso de popotes, de forma progresiva, a fin de lograr una ciudad más sustentable, informaron las autoridades, pero la medida fue criticada por la organización Greenpeace y la calificó como “tardía”.

El Ministerio de Ambiente y espacio Público de la Ciudad, a través de la agencia de Protección Ambiental informó que se sumaron a la iniciativa mundial para prohibir el uso de popotes, considerado como el cuarto residuo plástico más común en las costas y los océanos.

La medida anunciada, se desprende de la Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos y fue firmada este día por Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público.

Señaló que a partir de la entrada en vigencia de esta resolución, que se publicará en el diario Oficial la próxima semana, no se podrá ofrecer o colocar popotes plásticos de un solo uso a la vista del cliente; y a partir de los seis meses se prohíbe la utilización, entrega y expendio.

La medida se implementará en hoteles, galerías y centros comerciales a cielo abierto, así como a establecimientos pertenecientes a cadenas comerciales, locales de baile y comercios donde se sirven y/o expenden golosinas, comidas y/o bebidas, entre otros.

De acuerdo con información oficial, los popotes suelen usarse unos pocos minutos y pueden tardar entre 150 y 400 años en descomponerse y al desintegrarse se generan partículas conocidas como microplásticos que son ingeridas por la fauna acuática.

Por su parte la ONG Greenpeace consideró que la medida es un primer paso necesario, pero tardío e insuficiente.

“El gobierno de la ciudad incumplió sistemáticamente la Ley de Basura Cero los últimos 12 años, algo que culminó el año pasado cuando legalizaron la incineración de residuos, una práctica cara, insustentable y contaminante”, dijo Leonel Mingo, vocero de Greenpeace.

Anotó que “ahora, por un lado, prohíbe los popotes, pero por otro deja afuera otros plásticos de un solo uso, no fomenta la correcta separación de residuos y quiere quemar la basura. Con esta prohibición, sólo podemos celebrar que haya un insumo menos para incinerar”.

“Esto demuestra que se trata de un engaño calculado por parte del gobierno. Los esfuerzos deberían estar en resolver seriamente el problema de la basura, prohibir todos los plásticos de un solo uso, potenciar la industria del reciclaje y no en engañar a los ciudadanos con medidas marginales e insuficientes”, puntualizó.

Algunas ciudades que han eliminado el uso de popotes en argentina son Pinamar, Villa Gesell, Mar del Plata, Mar Chiquita, Mendoza y Ushuaia.

Además, la Unión Europea, así como en Estados Unidos, en California; Alameda, San Luis Obispo, Davis, Carmel, Malibú, Berkeley, Oakland, y Richmond; en Florida, Fort Myers y Miami, así como en Oregon, Hawaii, Nueva York. También en Río de Janeiro, Costa Rica, Escocia, Galápagos y Vancouver.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem

Buenos Aires eliminará el uso de popotes, de forma progresiva, a fin de lograr una ciudad más sustentable, informaron las autoridades, pero la medida fue criticada por la organización Greenpeace y la calificó como “tardía”.

El Ministerio de Ambiente y espacio Público de la Ciudad, a través de la agencia de Protección Ambiental informó que se sumaron a la iniciativa mundial para prohibir el uso de popotes, considerado como el cuarto residuo plástico más común en las costas y los océanos.

La medida anunciada, se desprende de la Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos y fue firmada este día por Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público.

Señaló que a partir de la entrada en vigencia de esta resolución, que se publicará en el diario Oficial la próxima semana, no se podrá ofrecer o colocar popotes plásticos de un solo uso a la vista del cliente; y a partir de los seis meses se prohíbe la utilización, entrega y expendio.

La medida se implementará en hoteles, galerías y centros comerciales a cielo abierto, así como a establecimientos pertenecientes a cadenas comerciales, locales de baile y comercios donde se sirven y/o expenden golosinas, comidas y/o bebidas, entre otros.

De acuerdo con información oficial, los popotes suelen usarse unos pocos minutos y pueden tardar entre 150 y 400 años en descomponerse y al desintegrarse se generan partículas conocidas como microplásticos que son ingeridas por la fauna acuática.

Por su parte la ONG Greenpeace consideró que la medida es un primer paso necesario, pero tardío e insuficiente.

“El gobierno de la ciudad incumplió sistemáticamente la Ley de Basura Cero los últimos 12 años, algo que culminó el año pasado cuando legalizaron la incineración de residuos, una práctica cara, insustentable y contaminante”, dijo Leonel Mingo, vocero de Greenpeace.

Anotó que “ahora, por un lado, prohíbe los popotes, pero por otro deja afuera otros plásticos de un solo uso, no fomenta la correcta separación de residuos y quiere quemar la basura. Con esta prohibición, sólo podemos celebrar que haya un insumo menos para incinerar”.

“Esto demuestra que se trata de un engaño calculado por parte del gobierno. Los esfuerzos deberían estar en resolver seriamente el problema de la basura, prohibir todos los plásticos de un solo uso, potenciar la industria del reciclaje y no en engañar a los ciudadanos con medidas marginales e insuficientes”, puntualizó.

Algunas ciudades que han eliminado el uso de popotes en argentina son Pinamar, Villa Gesell, Mar del Plata, Mar Chiquita, Mendoza y Ushuaia.

Además, la Unión Europea, así como en Estados Unidos, en California; Alameda, San Luis Obispo, Davis, Carmel, Malibú, Berkeley, Oakland, y Richmond; en Florida, Fort Myers y Miami, así como en Oregon, Hawaii, Nueva York. También en Río de Janeiro, Costa Rica, Escocia, Galápagos y Vancouver.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem