Una noticia ha sacudido de forma tremenda a la sociedad madrileña debido a la captura de dos padres, quienes se supo, maltrataban a sus ocho hijos, propinándoles severas golpizas, manteniéndolos sin comer, sin ir a la escuela y en la intemperie por horas bajo climas extremos, en la comunidad de Colmenar Viejo.
Fue gracias a autoridades de los colegios El Colegio Ángel León y el Instituto Marqués de Santillana, que pudieron destrabar la madeja de esta trágica historia de maltrato, debido a las constantes ausencias de los niños al colegio y que se dieron cuenta que una de las pequeñas presentaba golpes.
Así que solicitaron a las autoridades una investigación, la cual derivó en una orden de cateo en el domicilio donde vivían los ocho pequeños con sus padres y se destapó toda la cloaca, al darse cuenta sobre las condiciones en las que estaban sometidos, hacinados en unas literas y un cuarto muy pequeño, en condiciones insalubres y de desnutrición.
Llegada al barrio
Se cuenta que la familia llegó a la comunidad de Colmenar Viejo hace más de 10 años y siempre su comportamiento despertó muchas dudas, pues nunca los vieron salir a pasear con los niños, tampoco se les vio que los dejaran usar la alberca y los pequeños siempre tenían un aspecto triste.
Además de que muchas veces, los dejaban por horas en uno de los patios de la casa, sin importar si hacía mucho calor o frío, pero ahí los dejaban abandonados, ya que tanto el padre como la madre eran omisos con ellos.
También, debido al ingreso de la Guardia Civil se supo que el baño al que solo podían entrar los niños, se encontraba en condiciones deplorables, poniendo su salud en riesgo a cualquier enfermedad.
Prohibido entrar al despacho o a la sala
El despacho del padre era uno de los únicos lugares limpios de la casa, al que por obvias razones, los niños tenían prohibido entrar, así como también, la sala, pues estaba reservado ese espacio a los padres.
Algunos vecinos contaron a varios medios madrileños, que en una ocasión, algunos de los pequeños intentaron quemar una de las vallas para poder escapar de la casa, pero lo único que lograron fue el enfado de su padre y una severa golpiza.
Otros señalaron que escuchaban ruidos por la noche en el sótano, donde se sospecha, los padres los encerraban ahí por horas sin alimentarlos.
Uno más, narró que en una ocasión, una de las niñas intentó arrojarse por la ventana de uno de los cuartos, donde se tiene la hipótesis, de que ahí la encerraban por horas y en un afán de escapar, pensó arrojarse pero fue sorprendida por la madre quien la detuvo.
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Hallan equipo hospitalario
En el cateo que realizó la Guardia Civil, encontraron material quirúrgico y hospitalario, que se sospecha, el padre hurtó de la clínica Gregorio Marañón, donde labora como médico, pues cuando lo cuestionaron sobre estos utensilios, el hombre no pudo acreditar su procedencia, por lo que también se abrió una investigación al respecto.
Bajo medidas cautelares
Una vez que se dio a conocer este espeluznante caso, los vecinos se animaron a contar sobre las condiciones a las que estaban sometidos los ocho pequeños, y durante el interrogatorio que hicieron a los niños, llamó la atención y sorprendió que no quisieron decir palabra alguna, quizás por temor a recibir alguna represalia por parte de sus padres.
Por el momento, los padres se encuentran en libertad bajo medidas cautelares y restrictivas, pues no pueden acercarse a los menores por orden de un juez y ellos se encuentran en un albergue en Madrid.
También se dio a conocer que la madre de los pequeños, recibía maltratos de su pareja y quizás también por miedo, sometía a sus hijos y era incapaz de desobedecer a su esposo.
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