La implementación de una moneda de referencia para el comercio internacional entre el grupo de naciones de economías emergentes del BRICS resultará complicada ante la serie de desafíos económicos y políticos que presenta cada país miembro, coincidieron analistas consultados por El Sol de México.
Los líderes de la agrupación conformada originalmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica aprobaron la adhesión de seis integrantes más para expandir el bloque. Los nuevos países son Argentina, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Etiopía y Egipto y una de las principales propuestas presentadas en su última cumbre fue la implementación de un mecanismo para comerciar con una moneda única en detrimento del dólar.
Durante su participación en la cumbre, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, abogó por “diversificar las fuentes de pago en monedas locales” y defendió la adopción de una moneda “de referencia para el comercio entre países BRICS que no sustituirá a las monedas nacionales”.
Sin embargo, algunos expertos consideran que la idea, aunque bien intencionada, es complicada en su ejecución, ya que la mayoría de las economías no se encuentran sincronizadas y los objetivos económicos varían según la nación.
En el caso de los BRICS, considerando a los nuevos elementos del grupo, “las economías son muy diferentes, los gobiernos tienen objetivos muy distintos en todos los ámbitos, desde lo económico a lo político... La forma en que opera la economía interna en algunos casos es más abierta al libre mercado y en otros es más centralizado”, declaró James Salazar, director de Análisis Económico y Sectorial del CIBanco.
Por su parte, Janneth Quiroz, directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil en Monex Grupo Financiero, la ejecución de una moneda única también resulta muy complicado, al considerar que “los fundamentales económicos de los países que conforman la región es desigual y eso terminaría impactando a la moneda, como en su momento sucedió en Grecia con la crisis de deuda” en Europa, afectando al euro, como divisa única de la Unión Europea.
“Se está buscando una integración económica mayor entre los países miembros, pero no sería muy viable esta intención”, agregó la analista.
Durante la lectura de las conclusiones, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, declaró que existe un “impulso global para el uso de monedas locales, acuerdos financieros alternativos y sistemas de pago alternativos”.
“Como BRICS, estamos listos para explorar oportunidades para mejorar la estabilidad, confiabilidad y equidad de la arquitectura financiera global”, señaló Ramaphosa, cuyo país ejerce este año la presidencia rotatoria del bloque.
Sin embargo, para el especialista de CIBanco, para la comercialización con una moneda única se deben cumplir tres importantes requisitos. El primero de ellos es el cumplimiento de un ciclo económico sincronizado entre las 11 naciones, algo que no sucede en este momento.
“Los ciclos económicos se deben mover a la par como el caso de México y Estados Unidos. La industria de ambos países está muy ligada, mantienen una complementariedad muy fuerte, y en el caso de los BRICS eso no se presenta”, agregó Salazar.
Para el analista, uno de los elementos que puede terminar contribuyendo para que funcione una unificación monetaria es que los precios de la moneda se ajusten, ya sea que exista una apreciación o una depreciación, con el fin de enfrentar los posibles efectos de una crisis económica.
El segundo requisito “es permitir que la fuerza laboral, los trabajadores, se puedan mover entre países miembros”, sin embargo, es una opción poco viable debido a las condiciones geopolíticas del grupo, además de implicar el tema migratorio, “no te van abrir las puertas, la migración es un tema muy delicado y hay una divergencia entre países, hay barreras culturales, entonces se complicaría”, añadió.
Existe una tercera posibilidad, recalcó Salazar, “si no hay ciclos sincronizados y no hay movilidad de trabajadores, entonces tienes una unidad fiscal, un gobierno común, que si un país está en crisis pueda transferir recursos de los miembros estables, a través de instituciones, pero tampoco sucedería en los BRICS”, sentenció.
“Se tendrían que crear algunas instituciones supranacionales. Pero esta misma divergencia entre los países miembros no permite que se cumpla con ninguna de las tres posibilidades que te podrían dar margen a que una moneda común pudiera operar”, mencionó Salazar.
DESDOLARIZACIÓN GLOBAL
El uso cada vez mayor de monedas nacionales para reducir la dependencia del dólar estadounidense fue otro objetivo que los líderes del BRICS discutieron en la cumbre de Johannesburgo que concluyó el pasado 24 de agosto.
Dijeron que esto podría ayudar a reducir la vulnerabilidad de sus economías ante un dólar fuerte y a las fluctuaciones cambiarias.
Sin embargo, los especialistas consideran que la implementación de una moneda referencial para los BRICS, no afectaría al dólar estadounidense.
“No se ve que vaya a representar un riesgo para el dólar, es la moneda más comercializada en el mundo, el peso de esta moneda común aún no tendría una influencia mayor, en caso de concretarse, podría impactar solo en los países miembros del BRICS, pero no hacia afuera, es una buena intención, pero tendría cierto impacto limitado”, consideró la especialista de Monex Grupo Financiero.
Para Salazar, “el dólar no debe preocuparse por una propuesta de la moneda única del BRICS... El papel hegemónico difícilmente se vería alterado como una moneda que podría tantear en su momento el BRICS”.
En el tema de la desdolarización, es donde los BRICS han logrado su mayor éxito hasta ahora: el establecimiento del Nuevo Banco de Desarrollo, un organismo inspirado en el Banco Mundial, que funciona como alternativa a éste y al Fondo Monetario Internacional, para financiar proyectos de infraestructuras. El ente tiene su sede central en Shanghái, China.
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El presidente ruso, Vladímir Putin, consideró durante su participación por videoconferencia en la cumbre de “irreversible” la renuncia al dólar en los intercambios y transferencias entre los cinco principales países del BRICS.
Brasil, Rusia, India y China crearon en 2006 el grupo BRIC, un club informal al que se unió Sudáfrica (la S del acrónimo) en 2010, erigiéndose como el grupo del Sur Global y azote del dominio de Occidente, pero no había abierto sus puertas a nadie por desacuerdos entre sus miembros.