/ domingo 25 de septiembre de 2022

Con poca participación, cubanos votan para legalizar el matrimonio y la adopción gay

Miguel Díaz-Canel dijo que el código de la familia, elimina prejuicios y tabúes que han estado arraigados en la sociedad cubana

Este domingo los cubanos votaran para legalizaría el matrimonio entre parejas del mismo sexo, se trata de un paquete de medidas que pondría fin a la cultura "machista" de la isla denominado "código de la familia", el cual pondría a Cuba a la vanguardia de la política social progresista en América Latina.

Si se aprueba dicho código, se estaría legalizando el matrimonio entre personas del mismo sexo y las uniones civiles, permitiendo a las parejas del mismo sexo adoptar niños y promoviendo el reparto equitativo de los derechos y responsabilidades domésticas entre hombres y mujeres.

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El presidente Miguel Díaz-Canel, que caminó con su esposa para votar a pocas cuadras de su casa en el suburbio habanero de Siboney, dijo que el código elimina prejuicios y tabúes que han estado arraigados en la sociedad cubana.

"Mi expectativa es que la mayoría de la población votará 'sí'", dijo Díaz-Canel. "Pero independientemente de que gane el 'sí' o el 'no' (...) el debate popular que se ha generado ha contribuido a nuestra sociedad".

Se espera que el código, que ha pasado por 25 borradores, casi 80 mil reuniones de tipo municipal y 300 mil sugerencias del público, atraiga a millones de cubanos a las urnas. La medida requiere más del 50% de los votos emitidos el domingo para convertirse en ley.

La mayoría de las iniciativas electorales anteriores en Cuba han sido aprobadas por abrumadora mayoría, pero una crisis económica que ha provocado largas colas para conseguir alimentos, medicinas y combustible ha aumentado la posibilidad de un voto de protesta contra el gobierno.

"Tenemos que acostumbrarnos a que en temas tan complejos, donde hay diversidad de criterios (...) puede haber gente que vote para castigar (al gobierno)", dijo Díaz-Canel. "Eso también es legítimo".

La votación del domingo será la primera de su tipo desde que se legalizó el internet móvil en 2018, lo que ha permitido que las opiniones disidentes se difundan más ampliamente.

No hay observadores independientes y externos de las elecciones cubanas, sin embargo, los ciudadanos pueden observar el recuento en sus recintos inmediatamente después de la votación.

El gobierno inundó la televisión y la radio en las últimas semanas con anuncios que celebran la diversidad y la inclusión para promover el código.

"Este código hace a todos iguales", dijo José Antonio Fernández, un jubilado de 73 años residente en La Habana que votó a favor de la medida el domingo por la mañana.

Algunos conservadores sociales -incluyendo la Iglesia Católica Romana y los evangélicos- ven las cosas de manera diferente, objetando temas como el matrimonio gay y quejándose de que el control gubernamental de los medios de comunicación ha ahogado las opiniones contrarias.

Este domingo los cubanos votaran para legalizaría el matrimonio entre parejas del mismo sexo, se trata de un paquete de medidas que pondría fin a la cultura "machista" de la isla denominado "código de la familia", el cual pondría a Cuba a la vanguardia de la política social progresista en América Latina.

Si se aprueba dicho código, se estaría legalizando el matrimonio entre personas del mismo sexo y las uniones civiles, permitiendo a las parejas del mismo sexo adoptar niños y promoviendo el reparto equitativo de los derechos y responsabilidades domésticas entre hombres y mujeres.

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El presidente Miguel Díaz-Canel, que caminó con su esposa para votar a pocas cuadras de su casa en el suburbio habanero de Siboney, dijo que el código elimina prejuicios y tabúes que han estado arraigados en la sociedad cubana.

"Mi expectativa es que la mayoría de la población votará 'sí'", dijo Díaz-Canel. "Pero independientemente de que gane el 'sí' o el 'no' (...) el debate popular que se ha generado ha contribuido a nuestra sociedad".

Se espera que el código, que ha pasado por 25 borradores, casi 80 mil reuniones de tipo municipal y 300 mil sugerencias del público, atraiga a millones de cubanos a las urnas. La medida requiere más del 50% de los votos emitidos el domingo para convertirse en ley.

La mayoría de las iniciativas electorales anteriores en Cuba han sido aprobadas por abrumadora mayoría, pero una crisis económica que ha provocado largas colas para conseguir alimentos, medicinas y combustible ha aumentado la posibilidad de un voto de protesta contra el gobierno.

"Tenemos que acostumbrarnos a que en temas tan complejos, donde hay diversidad de criterios (...) puede haber gente que vote para castigar (al gobierno)", dijo Díaz-Canel. "Eso también es legítimo".

La votación del domingo será la primera de su tipo desde que se legalizó el internet móvil en 2018, lo que ha permitido que las opiniones disidentes se difundan más ampliamente.

No hay observadores independientes y externos de las elecciones cubanas, sin embargo, los ciudadanos pueden observar el recuento en sus recintos inmediatamente después de la votación.

El gobierno inundó la televisión y la radio en las últimas semanas con anuncios que celebran la diversidad y la inclusión para promover el código.

"Este código hace a todos iguales", dijo José Antonio Fernández, un jubilado de 73 años residente en La Habana que votó a favor de la medida el domingo por la mañana.

Algunos conservadores sociales -incluyendo la Iglesia Católica Romana y los evangélicos- ven las cosas de manera diferente, objetando temas como el matrimonio gay y quejándose de que el control gubernamental de los medios de comunicación ha ahogado las opiniones contrarias.

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