Los Ángeles (EE.UU.).- California combate este lunes una decena de fuegos forestales que, avivados por rachas de viento superiores a los 100 kilómetros por hora, han obligado a evacuar a unas 200.000 personas y realizar apagones programados que afectan a cerca de un millón de clientes.
Los focos de preocupación son varios y se encuentran a lo largo de todo el estado, aunque este lunes los que más atención suscitan se encuentran en la región vinícola del norte y un barrio exclusivo de Los Ángeles.
Unas 10.000 personas fueron obligadas a salir de sus lujosas viviendas ubicadas alrededor del Museo y Centro Getty, situado en una de las colinas de Los Ángeles
Personalidades como el jugador estrella del equipo de la NBA Los Ángeles Lakers, Lebron James, tuvieron que dejar sus mansiones en mitad de la noche a merced de unas llamas que en menos de dos horas ya habían quemado más de 500 acres (202 hectáreas) y destruido al menos de diez viviendas de lujo.
En una conferencia de prensa el alcalde angelino, Eric Garcetti, instó a los residentes a irse de sus viviendas si están bajo órdenes de evacuación obligatoria, subrayando que algunos residentes tenían solo 15 minutos para huir.
"Sal cuando digamos que salgas", urgió.
El alcalde insistió a los propietarios a acatar las órdenes y no tratar de combatir el fuego por sí mismos por el peligro que significa para los residentes y por el retraso que causa en el combate del fuego por parte de las autoridades.
Las llamas que comenzaron cerca de la autopista 405, una de las principales vías de la ciudad, se propagaron hacia el oeste por las colinas y los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (NWS) para esta zona advierten de que las ráfagas de vientos pueden alcanzar hasta 45 millas por hora (72 kilómetros por hora).
El trabajo de los bomberos y la dirección de los vientos ayudaron al Museo Getty a mantenerse a salvo, y ni la estructura ni las obras de arte de este importante centro cultural se han visto amenazadas por el incendio que lleva su nombre.
El centro, que acoge cuadros de Vincent van Gogh, Rembrandt, Claude Monet, Edgar Degas y Édouard Manet, así como piezas de la antigua Grecia y Roma y figuras neolíticas, entre otras, indicó que activaron por completo su "respuesta de emergencia" y que las obras están protegidas por "tecnología punta".
Los que no tuvieron la misma suerte fueron los habitantes del condado de Sonoma, un área vinícola al norte del estado que desde la semana pasada lidia con un voraz incendio.
Hasta el momento la única víctima en estos incendios es un bombero que está en condición crítica después de resultar herido cuando combatía las llamas en el norte del estado.
Y se espera que la lucha contra las llamas continúe, porque se mantiene la advertencia de bandera roja por fuertes vientos en el área azotada por el denominado incendio Kincade, que ha quemado ya más de 26.709 hectáreas.
El Kincade se registra en la misma región en la que en octubre de 2017 se desató el incendio Tubbs, que arrasó con más de 15.400 hectáreas, dejó 22 muertos y más de 5.600 estructuras destruidas.
Este fue el incendio más destructivo de la historia reciente de California hasta que el año pasado se registró cerca de allí el Camp Fire, que mató a 86 personas y prácticamente incineró la ciudad de Paradise.
Robert Carvalho, portavoz de la agencia estatal de protección contra incendios Cal Fire, dijo en conferencia de prensa que con cada fuerte ráfaga de viento existe la posibilidad de que las brasas del fuego se desplacen hasta 800 metros de distancia y provoque otro foco.
Este domingo NWS registró en ese sector una ráfaga de 149 kilometros por hora de los llamados Vientos del Diablo, que soplan en esta región al noreste de la Bahía de San Francisco y donde cerca de 200.000 personas han sido evacuadas.
Debido a la abrumadora cantidad de evacuaciones, el alcalde de San Francisco, London Breed, declaró un estado de emergencia local para proporcionar refugio a los miles de afectados.
Esta declaración se suma a la realizada este domingo por el gobernador de California, Gavin Newsom, que declaró una emergencia en todo el estado para combatir los diez fuegos todavía activos este lunes y que amenazan a cientos de estructuras, tanto residenciales como negocios.
Newsom anunció este lunes que el estado ha obtenido una Subvención de Asistencia para el Manejo de Incendios de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), que garantiza la disponibilidad de recursos para combatir las llamas.
A la lista de problemas que afronta el Estado Dorado se suma la falta de energía. La compañía eléctrica Pacific Gas & Electric (PG&E) cortó el suministro a casi dos millones de sus clientes en el norte del estado por el temor de que los cables derrumbados o fallas en el equipo eléctrico causaran nuevos focos de fuego.
El lunes el servicio fue restablecido para algunos clientes, pero alrededor de un millón de usuarios permanecerán sin el suministro de energía hasta el miércoles, informó PG&E en un comunicado
La compañía Edison, proveedor del servicio en el sur del estado, evalúa si esta semana continuará con los apagones programados. EFE
GB