Vecinos de los apartamentos de la zona de Meaux en Paris, ya estaban acostumbrados a los gritos dentro de una de las viviendas, sin embargo, luego de una fuerte discusión durante Noche Buena, ya no hubo ruido, cosa extraña ya que los que ahí habitaban eran cuatro niños y dos adultos, cuando los vecinos notaron el silencio llamaron a la policía y pero ya era demasiado tarde, todos a excepción del padre habían muerto en medio de una excesivamente violenta escena.
El hombre de 33 años, esposo y padre de las víctimas fue hospitalizado debido a que presentaba heridas de arma punzocortante, y de acuerdo al reporte de la policía, cuando los uniformados llegaron para arrestarlo, aseguró que sabía porque estaba detenido y que estaba consciente de que había atacado a su familia.
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¿Qué sucedió?
Durante la noche del 24 de diciembre, el hombre sostuvo acalorada discusión con su esposa, después de eso solo se sabe que dentro de la vivienda fueron halladas ensangrentadas la mujer, de 35 años, junto con dos de sus hijas, una de 10 y otra de 7 años, a ellas el hombre las apuñaló múltiples veces, las niñas se defendieron puesto que presentaron marcas del arma en los brazos, pero el padre estaba decidido a quitarles la vida, así lo indicó el forense de la localidad.
Con los dos niños menores, uno de 4 años y el otro de nueve meses fue menos violento pero igual de letal, decidió asfixiarlos, los cuerpecitos no presentaron signos de violencia como el de sus hermanas, a quienes el forense no pudo determinar el número de puñaladas, las cuales fueron hechas por delante del cuerpo y por la espalda.
Antecedentes de violencia y enfermedad mental
Tras el macabro hallazgo, la policía inició la búsqueda del sujeto, que fue hallado en casa de su padre, de donde fue trasladado a un hospital por las heridas en los brazos que presentaba, asimismo, de acuerdo al periódico Le Monde, dijo saber porque lo detenían y reconoció que atacó a su familia.
El Fiscal Jean-Baptiste Bladier indicó que el hombre que era bombero, se casó hace dos meses con la que era su pareja desde hacía 14 años y a quién conocía desde la secundaria.
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El apartamento donde vivían era como el de "una familia ordinaria", aunque fue testigo de episodios de violencia de género en 2019 cuando el hombre apuñaló a la mujer.
El suceso se produjo tras una interrupción del tratamiento médico prescrito que el hombre tomaba desde tiempo atrás, tras atacar a su esposa le realizaron un examen médico en el que se determinó el estado mental deficiente del agresor, con lo que el caso quedó archivado.
Por esa razón su pareja no le denunció y rechazó la ayuda de una asociación de víctimas.
Buscan cadena perpetua para el padre
El hombre será imputado con los cargos de homicidio voluntario de menores de quince años y el de homicidio voluntario del cónyuge.
La duración final de la pena dependerá de si se establece una alteración parcial del discernimiento (máximo de 30 años) o completa, en cuyo caso la pena máxima se impondrían medidas de seguridad por determinar, indicó Bladier.
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