La noche de ayer las luces de la Casa Blanca fueron apagadas, situación que no ocurría desde 1889, mientras Donald Trump se refugió en el búnker de las instalaciones, de acuerdo con medios nacionales.
La policía dispersó el domingo con gases lacrimógenos frente a la Casa Blanca a manifestantes que habían desafiado el toque de queda impuesto en la capital y otras ciudades de Estados Unidos, escenarios de protestas en ocasiones violentas contra el racismo y la brutalidad policial.
Cabe recordar que el viernes, manifestantes se reunieron fuera del recinto exigiendo justicia por la muerte del afroamericano George Floyd
Algunos de los participantes arrojaron ladrillos y botellas a la Casa Blanca, protestaron directamente contra Trump y comenzaron a empujar las puertas de metal de la residencia.
De acuerdo con informes obtenidos por The New York Times este domingo, la situación descrita anteriormente habría puesto nerviosos a los agentes del Servicio Secreto, quienes llevaron al presidente al búnker diseñado para ataques terroristas.
Por otro lado, el presidente habría permanecido ahí durante una hora antes del volver a las instalaciones de la Casa Blanca, informó CNN. No está claro si fue acompañado por la primera dama y su hijo.
De igual manera, el día de ayer retuiteó el mensaje de un presentador de radio conservador que decía: "esto no parará hasta que la gente de bien se muestre dispuesta a hacer uso de una fuerza aplastante contra los malos".
Judd Deere, portavoz de la Casa Blanca, dijo esta noche que la presidencia no dará comentarios sobre los protocolos y decisiones de seguridad.
COn información de AFP y EFE
Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem