Al rededor de las 12:30 horas arribaron a la plancha del Zócalo capitalino frente a Palacio Nacional, los participantes de la Caravana por la Verdad, la Justicia y la Paz, encabezada por Julián LeBarón y el poeta Javier Sicilia, quien pregunto: ¿De qué lado de la historia vas a estar Presidente?
Después de un discurso a través de poemas, los representantes dieron a conocer sus inconformidades con respecto a la forma de gobernar y de tratar esta clase de asuntos por parte del Presidente de la República.
Ya es tiempo de poner un verdadero alto a tanta muerte, tanta humillación y a tanto dolor, necesitamos que la tierra vuelva a renacer así lo mencionaron.
Ondearon una bandera que es uno de los símbolos patrios más representantes, donde quisieron poner su punto de vista sobre el México actual, como es que a través de sus ojos ven un país lleno de balas y sangre.
Las injusticias, muertes y desapariciones que existen en el país desde que el Presidente de la República llegó al poder se va visto en aumento y buscan obtener respuestas.
A pesar de que el pueblo exige obtener respuestas, y el gobierno no hace nada por resolver los problemas que surgen día con día.
El Presidente de la República solo responde diciendo que no caerá en provocaciones, lo que ha molestado al pueblo mexicano.
Un grupo de inconformes con la marcha de la paz, y a favor del Presidente López Obrador, se pusieron en disputa con los participantes.
Provocadores impedían que se realizará el discurso, ya que afirmaban que ellos sólo hacen sus protestas porque son ricos y tienen poder y no el esfuerzo que realiza el presiente por la gente de escasos recursos.
Entre pleitos y discusiones los organizadores de ambas caminatas defendieron sus posturas y dejaron que se realizan de la manera menos problemática.
Finalmente, los marchistas entregaron documentos en los que afirman se les dio la espalda por sus familiares desaparecidos o víctimas de la inseguridad y la violencia en el país.
Sostuvieron que les dieron la espalda el Presidente y la Secretaría de Gobernación, una carta en la que pidieron al gabinete de seguridad recibir un lábaro patrio marcado (que simula balas), y que no tendrían ningún tipo de diálogo con el mencionado gabinete.
EGS