La implementación del operativo Mochila Segura, con el apoyo de binomios caninos, como se lleva a cabo en algunos municipios del Estado de México, produjo reacciones encontradas entre diputados federales, porque mientras unos aseguraron que es violatorio a los Derechos Humanos, otros expusieron que tiene que existir una revisión de las cosas que llevan a la escuela los menores, pero sin llegar a excesos.
Para la coordinadora del PRD en la Cámara de Diputados, Verónica Juárez Piña, el revisar las mochilas es una violación a los derechos de los alumnos y declaró: “más que llevar perros y policías a las escuelas, la responsabilidad es de los padres quienes deben estar al pendiente de sus hijos y ver lo que llevan a la escuela”.
El vocero de la bancada del PAN en el recinto deliberativo de San Lázaro, Carlos Humberto Castaños Valenzuela, consideró prudente se emprendan protocolos de seguridad tanto afuera como en el interior de las escuelas, a fin de garantizar la integridad física de los menores, sin caer en excesos.
Coincidió en lo anterior el diputado de Morena Javier Ariel Hidalgo Ponce, quien refirió que las herramientas a usar en la seguridad de los alumnos en los centros educativos, deben ser las menos invasivas y, en el caso de los perros, dijo que se debe tener mucho cuidado para que no sean de raza agresiva, pero lo preferible es que se prohíban.
Precisó que lo más conveniente es la colocación de arcos de seguridad, porque si bien los canes pueden detectar sustancias tóxicas y pistolas por el uso de pólvora, no así las armas blancas como cuchillos, de ahí que se pronunciara en contra de los binomios caninos.
En todo este asunto de la mochila segura, acotó, no debe haber excesos y no tiene porqué usarse con un sentido de detectar droga, sino armas que es el propósito por el bien de los jóvenes.
Aclaró que la perspectiva de los Derechos Humanos siempre debe estar presente en los operativos escolares, porque más allá de tratarse de menores, no se tiene porqué vulnerarse su intimidad, al tiempo que insistió peligroso el uso de perros, en caso de que éstos no estén bien entrenados o sean agresivos,
El panista Castaños Valenzuela se mostró a favor de promover una convivencia sana en los centros educativos, en lo que deben participar los padres de familia y maestros, al tiempo que dijo que el asunto de las armas en las escuelas se le debe dar una justa dimensión, con el reconocimiento de que la adquisición de las mismas, en muchos casos, es de procedencia dudosa.
Por su parte la vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna Luna, se pronunció en contra de operativos escolares que vulneren a estudiantes, como el caso de binomios caninos y señaló que es el Sistema Educativo Nacional el que debe crear estrategias y programas para acompañar y atender a los menores que crecieron en contextos de violencia.
Una estrategia nacional que incluya la participación de la niñez y la juventud, que merecen vivir en paz y aprender a solucionar los conflictos de manera pacífica, abundó la representante popular de Morena.
Para Padierna lo ocurrido en el Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila, obliga a una reflexión nacional sobre las causas profundas, a acelerar la construcción de una cultura de paz, así como a desechar explicaciones superficiales como el atribuir la actuación del menor de once años que agredió a maestros y alumnos en aquella ciudad, a los juegos de video.
No descartó que la discusión pública del tema pueda conllevar a fortalecer las capacidades institucionales para alertar y prevenir ese tipo de tragedias.
Estimó que son hechos que obligan a todos los mexicanos a la solidaridad y a la empatía, “que un niño de 11 años haya tomado las armas de fuego de su abuelo, entrar con ellas a su escuela y disparar contra sus maestros y compañeros es una tragedia por donde quiera que se le vea”.
La perredista Verónica Juárez Piña sentenció que los padres tienen una responsabilidad en torno a la violencia suscitada en las escuelas, pero a los menores se les violenta su derecho a la intimidad con los operativos que se proponen como el denominado Mochila Segura.
Definió que los niños son tratados en centros escolares como si fueran delincuentes, cuando al que si trae droga o alguna arma no le hacen nada, de ahí el cuestionamiento de qué hace el Estado para evitar ello y, además, qué aporta la sociedad para generar que menores vivan en un ambiente libre de violencia.
Insistió que llevar perros y policías a las escuelas es violatorio a los derechos de los menores, cuando los padres tienen que estar vigilantes de la actuación de los mismos y, de encontrar irregularidad, corregirlos adecuadamente.
JLP