Ciudad de México.- Las personas “debemos procurar un dormir reparador para proteger nuestro sistema inmunológico contra el contagio de Covid-19”, alertó el doctor Javier Velázquez Moctezuma, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, al comentar que no descansar bien ya era un problema grande en México antes del coronavirus.
Pero, agregó, “hemos detectado que un alto porcentaje de mexicanos” se encuentra en esta situación, que se relaciona con obesidad, diabetes, síndrome metabólico, hipertensión e incluso cáncer, entre otros padecimientos.
El experto indicó que la restricción del sueño es algo que mata lenta, pero sistemáticamente y en esta época de pandemia y pese a las preocupaciones que provoca el riesgo de perder la salud o la vida.
Sea cual sea la situación de cada quien, añadió, “debemos mentalizarnos para descansar en forma adecuada”, por lo que en términos generales debiera evitarse consumir café, refrescos u otras bebidas estimulantes después de las ocho de la noche; también es recomendable no hacer ejercicio cuando ya oscureció, sino a la luz del día; no cenar mucho, y no llevarse los problemas a la cama, ya que eso de consultarlos con la almohada es un grave error.
Tampoco es aconsejable llevar el teléfono o la computadora a la cama, ya que estos dispositivos emiten mucha luz y lo que el cerebro necesita es oscuridad. Además de que estar expuesto a un flujo constante de noticias de todo tipo que pueden verse en estos aparatos afecta el equilibrio mental, sobre todo cuando se trata de nota roja o de la cantidad de fallecidos cada día por el COVID-19.
“Una cosa es estar documentados y otra estar hostigándose con información negativa que nos da pocos beneficios” subrayó el especialista en neurociencias y fundador de la Clínica de Trastornos de Sueño de la UAM quien propuso que si alguien tiene muchas preocupaciones que interrumpen su ciclo de sueño se levante y las escriba, porque “eso ayuda mucho a poder tranquilizarse, ya que estarán definidos” los conflictos que tendrá que ir resolviendo durante el día.
La relación entre el sueño y la defensa natural del cuerpo contra las infecciones es conocida desde hace mucho tiempo e incluso las abuelas recomendaban dormir para no enfermar
Así como para la recuperación de los pacientes y estas ideas se quedaron pendientes, hasta que a finales del siglo XX la humanidad tuvo las herramientas necesarias para determinar cómo se da ese nexo y ahora “lo tenemos bastante claro: en nuestro sistema inmunológico existen células especializadas encargadas de combatir aquellos agentes extraños que lo amenazan”.
El investigador del Departamento de Biología de la Reproducción y ex rector de la Unidad Iztapalapa de la UAM expuso que existe una familia de sustancias denominadas citocinas, las cuales circulan por todo el organismo, incluido el cerebro, órgano en el que participan en diferentes fenómenos, entre ellos el sueño, promoviéndolo, tanto de ondas lentas como de movimientos oculares rápidos, aunque el primero es el que sirve para restaurar el cuerpo.
En ese estado es cuando son generados más de los procesos “que nos dan descanso, recuperan el vigor y el equilibrio y, en el camino, si existe una afección que involucre al sistema inmune, éste promoverá que pasemos más tiempo en ese tipo de sueño”.
La nueva cepa de coronavirus es muy contagiosa, sin embargo, su letalidad no es muy alta y, en ese sentido, que un individuo sea afectado, desarrolle un cuadro clínico o no, y no haya sido tan grave como para perder la vida dependerá de su estado de salud, el cual está relacionado, entre otros factores, con su condición de descanso, es decir, si está durmiendo de manera apropiada, lo que representará un mecanismo de defensa mucho más eficiente.
Por ello es recomendable –además de evitar el contagio mediante las medidas establecidas por las autoridades sanitarias– que “tratemos de dormir más de siete horas”, pues la restricción en esto “es algo que nos va a ir matando lenta, pero sistemáticamente”.
Es muy necesario evitarla “a toda costa y es cierto que tenemos a mucha gente preocupada por su salud” e incluso que ya está sufriendo el impacto socioeconómico de la pandemia, pero aun en estos casos lo que está más al alcance, al margen de medicamentos, es la posibilidad de un buen dormir.