/ jueves 31 de octubre de 2024

Tabaquismo, alcoholismo y diabetes provocan 196 mil muertes al año en México

Supera por más del doble a los homicidios

En memoria de las más de 196 mil muertes atribuidas al consumo de productos nocivos para la salud, como son tabaco, alcohol, productos ultraprocesados y bebidas azucaradas, organizaciones de la sociedad civil instalaron una ofrenda afuera de la Secretaría de Salud, en el marco del Día de Muertos.

Advirtieron que la mortalidad y la morbilidad asociada al consumo de estos productos ha detonado una crisis de salud pública por enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes, sobrepeso y obesidad, cardiopatías, discapacidad y cáncer. Incluso, esta letalidad supera los 43,930 fallecimientos anuales por homicidio, que se ubican entre las principales causas de muerte en el país.

TE RECOMENDAMOS: Crece uso de alcohol y drogas entre los trabajadores mexicanos

Durante la colocación de la ofrenda y altar, los activistas expresaron su preocupación por las efectivas estrategias de comercialización de estos productos, lo que ha provocado un aumento notable en su consumo en las últimas tres décadas.

“En consecuencia, el total de muertes causadas por estos tres grupos de productos (ultraprocesados y bebidas azucaradas, tabaco y alcohol) supera los 196 mil 023 decesos cada año, un número mayor a las muertes causadas por homicidios en el país de aproximadamente 43 mil 930 cada año”, alertó Ana Larrañaga, investigadora de El Poder del Consumidor.

Destacó que los productos malsanos y las prácticas de quienes los comercializan tienen impactos negativos para la salud, la equidad y el planeta. “El enfoque de los determinantes comerciales de la salud reconoce el papel dañino que han tenido estas industrias, en su mayoría multinacionales, en la generación y sostenimiento de la epidemia de enfermedades no transmisibles que estamos viviendo”.

Ana Larrañaga indicó que las ganancias se las llevan unas cuantas industrias, mientras que los gastos y el sufrimiento causado por las patologías que genera el consumo de sus productos se los queda la población y las instituciones de salud.

A este fenómeno se le conoce como la doble carga de “maldistribución”, indicó la investigadora, quien hizo un llamado a regular con firmeza esta gama de productos que se publicitan de manera agresiva en todo tipo de espacios.

De acuerdo con el INEGI, durante la última década las principales causas de muerte han sido lideradas por las enfermedades crónicas no transmisibles, principalmente enfermedades del corazón, diabetes tipo 2, tumores malignos, enfermedades del hígado, enfermedades cerebrovasculares e insuficiencia renal.

Tan solo, abundó, durante los últimos 10 años se han reportado más de 4.2 millones de muertes por estas enfermedades, destacando los años 2020-2022 por superar las 500 mil muertes cada año.

Al indagar en las causas, los activistas destacaron que el consumo de productos ultraprocesados con exceso de nutrimentos críticos como azúcares añadidos, sodio, grasas y aditivos, y de bebidas endulzadas, se encuentra relacionado directamente con el desarrollo de enfermedades crónicas.

Foto: Archivo La Prensa

A estos productos ultraprocesados, se les atribuye el 22% del total de las muertes por enfermedades crónicas no transmisibles. En la última década, a la comida chatarra y las bebidas azucaradas, es decir, a las dietas de mala calidad, se les atribuyen más de 932 mil muertes por enfermedades crónicas, el equivalente a 93 mil 200 muertes cada año.

“En México, el consumo de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas es muy alto, por lo que nuestro país se ubica como el principal consumidor en la región de América Latina. Esto se debe a varias causas, entre ellas, la elevada disponibilidad y promoción de estos productos. Por ello, no es casualidad que en nuestro país mueran 259 personas cada día debido a la mala alimentación y que las principales causas de muerte sean la diabetes y enfermedades cardiovasculares, asociadas al consumo de estos productos. Para evitar más muertes, es necesario que las políticas públicas vayan orientadas a disminuir este alto consumo”, declaró Paulina Magaña, coordinadora del área de salud alimentaria de El Poder del Consumidor.

Por otro lado, el consumo y exposición a humo de tabaco en México es otro importante factor de mortalidad contribuyendo con aproximadamente 63 mil 233 muertes prematuras cada año. Estas muertes son causadas por enfermedad pulmonar, enfermedades cardiovasculares, cáncer de pulmón, neumonías, y otras enfermedades detonadas y agravadas por la exposición y el consumo de tabaco.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México se estima que 1.9 millones de capitalinos de 12 a 65 años son fumadores actuales, 653 mil son mujeres y 1.2 millones son hombres. En la capital, la prevalencia aumentó de 23.6% a 27.8% entre 2011 y 2017, lo que supera la media nacional, que es de 17.6%.

La edad promedio de inicio de consumo diario es de 21.2 años en mujeres y 18.7 en hombres. Los consumidores fuman en promedio 6.3 cigarros al día, y entre la población adolescente la prevalencia es muy similar en ambos sexos, 8.7% en mujeres y 8.8% en hombres.

Al respecto, Yahaira Ochoa, coordinadora de Comunicación de Salud Justa Mx señaló que la industria tabacalera emplea estrategias comerciales cada vez más agresivas, con productos más dañinos dirigidos a la población más joven, como son los vapeadores o bolsas de nicotina.

“Pedimos a las autoridades, que priorice la salud de la población con políticas públicas que prevengan las muertes provocadas por estos productos ya que la salud es un derecho que debe prevalecer”, indicó Ochoa.

En el caso de las bebidas alcohólicas, se estima que entre 2014 y 2024 más de 395,905 mexicanos fallecieron por causas atribuibles al consumo de alcohol. Esto equivale a un aproximado de 40 mil muertes cada año.

Estas cifras incluyen las principales enfermedades causadas por el consumo de estas bebidas, como cirrosis y cáncer. Se incluyen también estimaciones de muertes por incidentes viales y violencia. Sin embargo, es claro que existe una subestimación de las muertes porque el consumo de alcohol, principalmente el consumo excesivo actúa como precipitador de conductas de riesgo que pocas veces se relacionan con el consumo de alcohol.

Foto/Pixabay

Arturo Sabines, vocero de la Red de Acción sobre Alcohol (RASA), manifestó que históricamente se han subestimado las muertes relacionadas con el consumo de alcohol: “Además de generar daños a la salud de quien lo consume, también contribuye al deterioro del tejido social, pues hay vasta evidencia que lo relaciona como un catalizador de la violencia estructural, familiar y de género, además de contribuir significativamente a los accidentes, el ausentismo laboral y las incapacidades médicas.

Lejos de tener una regulación estricta, en nuestro país tenemos un paraíso comercial para las alcoholeras y sus aliados, como el hecho de que hoy tengamos la mayor cantidad de puntos de venta de alcohol para llevar en la historia de México, lo que se traduce en una alta disponibilidad y por tanto un mayor consumo y sobre todo consumo excesivo, con las lamentables consecuencias ya referidas”.

Finalmente, el grupo de organizaciones hizo un llamado a los tres niveles de gobierno, para dejar de subsidiar a las grandes corporaciones que generan enfermedad y muertes, mientras extraen grandes riquezas de la población mexicana.

Asimismo, se pronunciaron por regular la promoción y acceso a productos de tabaco, alcohol y ultraprocesados a través de las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, como los impuestos saludables, las restricciones del marketing de estos productos, y reglas sobre los puntos de venta.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem

En memoria de las más de 196 mil muertes atribuidas al consumo de productos nocivos para la salud, como son tabaco, alcohol, productos ultraprocesados y bebidas azucaradas, organizaciones de la sociedad civil instalaron una ofrenda afuera de la Secretaría de Salud, en el marco del Día de Muertos.

Advirtieron que la mortalidad y la morbilidad asociada al consumo de estos productos ha detonado una crisis de salud pública por enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes, sobrepeso y obesidad, cardiopatías, discapacidad y cáncer. Incluso, esta letalidad supera los 43,930 fallecimientos anuales por homicidio, que se ubican entre las principales causas de muerte en el país.

TE RECOMENDAMOS: Crece uso de alcohol y drogas entre los trabajadores mexicanos

Durante la colocación de la ofrenda y altar, los activistas expresaron su preocupación por las efectivas estrategias de comercialización de estos productos, lo que ha provocado un aumento notable en su consumo en las últimas tres décadas.

“En consecuencia, el total de muertes causadas por estos tres grupos de productos (ultraprocesados y bebidas azucaradas, tabaco y alcohol) supera los 196 mil 023 decesos cada año, un número mayor a las muertes causadas por homicidios en el país de aproximadamente 43 mil 930 cada año”, alertó Ana Larrañaga, investigadora de El Poder del Consumidor.

Destacó que los productos malsanos y las prácticas de quienes los comercializan tienen impactos negativos para la salud, la equidad y el planeta. “El enfoque de los determinantes comerciales de la salud reconoce el papel dañino que han tenido estas industrias, en su mayoría multinacionales, en la generación y sostenimiento de la epidemia de enfermedades no transmisibles que estamos viviendo”.

Ana Larrañaga indicó que las ganancias se las llevan unas cuantas industrias, mientras que los gastos y el sufrimiento causado por las patologías que genera el consumo de sus productos se los queda la población y las instituciones de salud.

A este fenómeno se le conoce como la doble carga de “maldistribución”, indicó la investigadora, quien hizo un llamado a regular con firmeza esta gama de productos que se publicitan de manera agresiva en todo tipo de espacios.

De acuerdo con el INEGI, durante la última década las principales causas de muerte han sido lideradas por las enfermedades crónicas no transmisibles, principalmente enfermedades del corazón, diabetes tipo 2, tumores malignos, enfermedades del hígado, enfermedades cerebrovasculares e insuficiencia renal.

Tan solo, abundó, durante los últimos 10 años se han reportado más de 4.2 millones de muertes por estas enfermedades, destacando los años 2020-2022 por superar las 500 mil muertes cada año.

Al indagar en las causas, los activistas destacaron que el consumo de productos ultraprocesados con exceso de nutrimentos críticos como azúcares añadidos, sodio, grasas y aditivos, y de bebidas endulzadas, se encuentra relacionado directamente con el desarrollo de enfermedades crónicas.

Foto: Archivo La Prensa

A estos productos ultraprocesados, se les atribuye el 22% del total de las muertes por enfermedades crónicas no transmisibles. En la última década, a la comida chatarra y las bebidas azucaradas, es decir, a las dietas de mala calidad, se les atribuyen más de 932 mil muertes por enfermedades crónicas, el equivalente a 93 mil 200 muertes cada año.

“En México, el consumo de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas es muy alto, por lo que nuestro país se ubica como el principal consumidor en la región de América Latina. Esto se debe a varias causas, entre ellas, la elevada disponibilidad y promoción de estos productos. Por ello, no es casualidad que en nuestro país mueran 259 personas cada día debido a la mala alimentación y que las principales causas de muerte sean la diabetes y enfermedades cardiovasculares, asociadas al consumo de estos productos. Para evitar más muertes, es necesario que las políticas públicas vayan orientadas a disminuir este alto consumo”, declaró Paulina Magaña, coordinadora del área de salud alimentaria de El Poder del Consumidor.

Por otro lado, el consumo y exposición a humo de tabaco en México es otro importante factor de mortalidad contribuyendo con aproximadamente 63 mil 233 muertes prematuras cada año. Estas muertes son causadas por enfermedad pulmonar, enfermedades cardiovasculares, cáncer de pulmón, neumonías, y otras enfermedades detonadas y agravadas por la exposición y el consumo de tabaco.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México se estima que 1.9 millones de capitalinos de 12 a 65 años son fumadores actuales, 653 mil son mujeres y 1.2 millones son hombres. En la capital, la prevalencia aumentó de 23.6% a 27.8% entre 2011 y 2017, lo que supera la media nacional, que es de 17.6%.

La edad promedio de inicio de consumo diario es de 21.2 años en mujeres y 18.7 en hombres. Los consumidores fuman en promedio 6.3 cigarros al día, y entre la población adolescente la prevalencia es muy similar en ambos sexos, 8.7% en mujeres y 8.8% en hombres.

Al respecto, Yahaira Ochoa, coordinadora de Comunicación de Salud Justa Mx señaló que la industria tabacalera emplea estrategias comerciales cada vez más agresivas, con productos más dañinos dirigidos a la población más joven, como son los vapeadores o bolsas de nicotina.

“Pedimos a las autoridades, que priorice la salud de la población con políticas públicas que prevengan las muertes provocadas por estos productos ya que la salud es un derecho que debe prevalecer”, indicó Ochoa.

En el caso de las bebidas alcohólicas, se estima que entre 2014 y 2024 más de 395,905 mexicanos fallecieron por causas atribuibles al consumo de alcohol. Esto equivale a un aproximado de 40 mil muertes cada año.

Estas cifras incluyen las principales enfermedades causadas por el consumo de estas bebidas, como cirrosis y cáncer. Se incluyen también estimaciones de muertes por incidentes viales y violencia. Sin embargo, es claro que existe una subestimación de las muertes porque el consumo de alcohol, principalmente el consumo excesivo actúa como precipitador de conductas de riesgo que pocas veces se relacionan con el consumo de alcohol.

Foto/Pixabay

Arturo Sabines, vocero de la Red de Acción sobre Alcohol (RASA), manifestó que históricamente se han subestimado las muertes relacionadas con el consumo de alcohol: “Además de generar daños a la salud de quien lo consume, también contribuye al deterioro del tejido social, pues hay vasta evidencia que lo relaciona como un catalizador de la violencia estructural, familiar y de género, además de contribuir significativamente a los accidentes, el ausentismo laboral y las incapacidades médicas.

Lejos de tener una regulación estricta, en nuestro país tenemos un paraíso comercial para las alcoholeras y sus aliados, como el hecho de que hoy tengamos la mayor cantidad de puntos de venta de alcohol para llevar en la historia de México, lo que se traduce en una alta disponibilidad y por tanto un mayor consumo y sobre todo consumo excesivo, con las lamentables consecuencias ya referidas”.

Finalmente, el grupo de organizaciones hizo un llamado a los tres niveles de gobierno, para dejar de subsidiar a las grandes corporaciones que generan enfermedad y muertes, mientras extraen grandes riquezas de la población mexicana.

Asimismo, se pronunciaron por regular la promoción y acceso a productos de tabaco, alcohol y ultraprocesados a través de las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, como los impuestos saludables, las restricciones del marketing de estos productos, y reglas sobre los puntos de venta.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem