De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial, más de 800 mil personas mueren anualmente por suicidio, y es la segunda causa de muerte en las personas jóvenes entre los 15 y 29 años de edad.
Por cada suicidio consumado, es probable que al menos 20 personas más hayan intentado quitarse la vida. Los hombres cometen más suicidio que las mujeres; sin embargo, más mujeres lo intentan.
De acuerdo con cifras del INEGI, en México, entre este grupo de edad, la tasa alcanza 7.9 suicidios por cada 100 mil jóvenes.
Por otro lado, se reveló que más del 50 por ciento de las personas jóvenes de la capital mexicana presentó infelicidad e inestabilidad emocional.
Ante esta situación, especialistas de la capital indicaron que el Estado mexicano debe generar conciencia acerca de las causas del suicidio, a fin de prevenir muertes prematuras.
Y se exhortó a las autoridades correspondientes a incorporar la prevención del suicidio como un componente de las estrategias de salud, ya que el suicidio se enmarca en la garantía del derecho a la vida y a la salud.
Ambos derechos están consagrados en instrumentos internacionales, como la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Además, en el Protocolo sobre los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (Protocolo de San Salvador), que reconoce que “toda persona tiene derecho a la salud, entendida como el disfrute del más alto nivel de bienestar físico, mental y social”.