Ciudad de México.- En solidaridad con una petición humanitaria, el senador Ricardo Monreal encabeza la lista de firmantes –de una coalición mundial de legisladores–, de una carta dirigida a los líderes del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que las instituciones financieras cancelen la deuda de los países de menores ingresos como respuesta a la crisis del COVID-19 y que provean a éstos de un mayor apoyo financiero para evitar una desaceleración económica global.
A propuesta del senador norteamericano independiente Bernie Sanders y de la congresista demócrata de Minnesota, Ilhan Omar, la carta fue firmada por 300 legisladores mundiales, con el único propósito de actuar como una comunidad global para proteger a los más vulnerables. “Lo que nos demuestra esta crisis es que tenemos que actuar como una comunidad global – realmente estamos todos en las mismas. Eso significa proteger a los más vulnerables”, aseguró Sanders.
“De cara a esta horrible pandemia, y a la recesión global, no podemos permitir que los países empobrecidos destinen dinero que deberían estar dedicando a la protección de la salud y seguridad de su gente para pagar deudas inestables. Tampoco podemos permitir que estos países se pierdan de los recursos que necesitan para adquirir comida, medicina, equipo protector y médico. Los pasos que las coaliciones de legisladores internacionales proponen no es radical. Es lo mínimo que deben hacer estas instituciones para prevenir un incremento inimaginable de pobreza, hambre y enfermedad que amenaza a cientos de millones de personas”.
“Esta es una crisis de salud pública y economía global”, aseguró la Congresista Omar. “Nosotros como comunidad global debemos de tomar esta oportunidad para aliviar a quienes están sufriendo al cancelar la deuda de naciones que no puedan costearlas. Como el mayor contribuyente del FMI y la fuerza detrás del establecimiento del Banco Mundial, los Estados Unidos de América debería liderar este esfuerzo. Me siento honrado por el apoyo generalizado que ha recibido esta política en seis continentes – incluyendo a los Jefes de Estado. Todos estamos conectados globalmente y debemos actuar de manera colectiva para sobrellevar esta crisis”.
La Organización de las Naciones Unidas predice que la crisis del coronavirus podría incrementar la pobreza global con más de medio billón de personas – 8% de toda la población humana-. El Programa Alimentario Mundial estima que el número de personas que estarán al borde de la hambruna por la crisis económica podría duplicarse, de 135 millones a 265 millones como resultado de la pandemia. Mientras tanto, los países en vías de desarrollo tienen alrededor de 11 billones en deuda externa; 3.9 billones de deuda que vence este año. Unos 64 países actualmente pagan más en su deuda que en servicios de salud.
“La suspensión temporal y el aplazamiento de la deuda no serán suficientes para ayudar a estos países a priorizar el manejo sostenible de la crisis actual”, escriben en su carta al Banco Mundial y FMI la coalición los más de 300 legisladores.
En ésta, le insisten a las cabezas que “lideren con convicción para proveer un alivio de la deuda y asistencia financiera a todos los países más empobrecidos y con mayor riesgo de sufrir los costos humanos devastadores y las implicaciones a largo plazo del COVID-19”. Esto incluye gestionar “billones de dólares” en liquidez global - conocidos como Derechos Especiales, que no tienen costo– para “evitar mayores incrementos en pobreza, hambre y enfermedad”.
Los legisladores involucrados en la iniciativa recorren el espectro ideológico, desde miembros progresistas del Parlamento Británico como Jeremy Corbyn hasta el legislador Argentino Carlos Menem, quién como Presidente de aquel país, instituyó medidas de austeridad durante las décadas de los 80s y 90s.