Ante lo ocurrido en una escuela de Torreón, Coahuila, la comisionada política del Partido del Trabajo de la Ciudad de México, Magdalena Núñez Monreal, refrendó su postura de implementar cuanto antes el programa Mochila Segura de manera permanente y obligatoria en todos los planteles educativos.
Y cuestionó: “cuántos estudiantes y maestras más muertas necesitamos para que las autoridades locales y federales implementen de manera obligatoria este tipo de programas que sirven para evitar que niños y jóvenes acudan a las escuelas, tanto públicas como privadas, con armas de fuego o punzocortantes, que sólo sirven para alentar a que los estudiantes tengan la facilidad de realizar actos delictivos que atenten contra la vida de otras personas dentro de las instalaciones”.
La lideresa petista en varias ocasiones ha externado la necesidad de hacer conciencia con los padres de familia, para evitar cuestionen ese tipo de programas, al tiempo que aclaró que no se tiene la pretensión de violentar los derechos humanos de los menores de edad, como algunos consideran.
Núñez Monreal insistió en que ya no debieran existir casos en donde los asesinos cada vez son más jóvenes, a la vez que expuso que la acción del niño de 12 años de edad de agredir con un arma de fuego a maestros y alumnos en una escuela de Torreón, muy bien se pudo evitar mediante la Mochila Segura.
Dijo que las autoridades locales y federales deben tomar muy en serio el programa, porque de otra forma no existe la posibilidad de saber si los estudiantes acuden a las aulas armados y con intenciones de violentar el ambiente escolar.
Aclaro que, sin embargo, “no se pueden dejar solas a las autoridades de las escuelas y del gobierno de la Ciudad de México en estas acciones”, por ello, “todos debemos impulsar el cuidado de garantizar un espacio seguro para los jóvenes estudiantes”.
La militante del PT señaló que debe ser una acción emprendida, como sociedad de padres de familia y las autoridades de las escuelas, para llevar un control de lo que ingresan los alumnos a los planteles.
Expuso que resulta urgente una mesa de diálogo entre los involucrados, en este caso maestros y padres de familia para que, de una vez por todas, el programa sea obligatorio en todas las escuelas del país. “Sabemos que será una lucha titánica, pero si se logra realizar, podremos evitar más muertes en este ámbito”, consideró.