La industria restaurantera ya no aguanta más. Los dueños de esos negocios están a punto de morirse de quebrar, si no abren sus puertas y siguen a la espera de que el semáforo epidemiológico esté en naranja en la Ciudad de México, informó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados local, Marco Antonio Buendía.
Dijo que el panorama es tan alarmante que van a quebrar más de 5 mil negocios y cerca de 20 mil trabajadores del ramo como: meseros, garroteros, cocineras, ayudantes y chefs perderían su empleo.
Con ese panorama, se comenzará a operar bajo los nuevos lineamientos sanitarios, que además, sólo les permitirá regresar a una capacidad del 40%, pero sus gastos serán al 100%, en la renta, en los salarios.
En entrevista con este diario, el líder empresarial subrayó que el arranque va a ser muy difícil y “si nos retrasan la apertura más se complica. Si sales a la calles puede observar muchos locales en rente o venta, porque restaurantes, cafeterías, ya no abrirán. “Esta industria tardará 15 años en recuperarse”, resaltó.
“Que ya nos dejen abrir, porque si no, nos vamos a morir del Covid-19, sino de hambre”, inquirió Buendía González.
Por ello, pidió a la gente consumir alimentos en restaurantes establecidos, y no consumir alimentos en las calles, ahí es donde se van a contagiar, los ambulantes no cumplen con las medidas de higiene.
“Al ambulantaje sí se le ha permitido trabajar y a nosotros, los restauranteros, que somos los que generamos empleos y pagamos impuestos u, no nos dejan regresar a trabajar”.
El líder empresarial citó que en la CDMX existen 56 mil 687 unidades económicas en la preparación de alimentos y bebidas, que genera 200 mil empleos directos y 350 mil indirectos. El 55% de la ocupación laboral restaurantera son mujeres.
Insistió que urge abrir, las empresas están muy desgastadas, hay que recordar que la mayor parte de negocios de comida son micro pequeñas y medianas empresas.
Detalló que el gobierno local ofreció un apoyo de 25 mil pesos a los negocios chicos, lo cual no alcanzó para nada, son 100 días de tener cerrado y los gastos siguieron. “En el caso de los grandes, por medio de la banca privada, con el aval de Nafinsa, está dando créditos para capital de trabajo de entre 500 mil a 5 millones. Todo depende del tamaño de la persona física y moral”.
El representante de los restauranteros capitalinos reconoció que tras la pandemia por el Covid-19, los hábitos de consumo van a cambiar, el consumo que antes se tenía bajará, mucha gente va a estar sin dinero.
Mientras más se tarde la apertura, mayor va a ser el daño, esta industria es una cadena productiva que está siendo muy dañada, por lo consiguiente también nuestros productores, y todas las personas que laboran directa e indirectamente, remarcó.
El presidente de la Canirac local subrayó que la industria restaurantera tardará 15 años en recuperarse, de la crisis de la Influenza se tardaron 10 años. “La economía va a la par en todos los ramos industriales”.
(EGS)