/ sábado 19 de octubre de 2019

Operativo fallido en Culiacán, admite Gobierno federal

El titular del Ejecutivo federal dijo que liberar a Ovidio Guzmán “fue la mejor decisión” y por ahora descarta remover a algún miembro de su gabinete de seguridad

CULIACÁN. El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió su estrategia de seguridad y advirtió que no la cambiará porque “es una exageración” de los conservadores decir que ha fracasado, luego de que el crimen organizado desató una ola de balaceras que paralizó la actividad en Culiacán hasta obligar al gobierno federal a liberar a Ovidio Guzmán López, el hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.

López Obrador determinó continuar con su gira en Oaxaca, donde realizó su habitual conferencia de prensa, que por momentos se tornó hostil ante la insistencia de los reporteros a responder las dudas generadas por el operativo, que más tarde su gabinete de seguridad calificó como fallido y precipitado.

Narco toma Culiacán; Gobierno atrapa y libera al hijo del Chapo

Dejó claro que él no autorizó la liberación de Guzmán López, pero respaldó las decisiones de su gabinete de seguridad. Y garantizó que la liberación del presunto criminal se dio para evitar la perdida de vidas inocentes y no por un pacto con el narco.

“Estaban en riesgo muchos ciudadanos, muchas personas, muchos seres humanos, y se decidió proteger la vida de las personas. Y yo estuve de acuerdo con eso porque no se trata de masacres, ya eso ya terminó. No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas”, fue la primera respuesta.

Pero el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas no atinó a dar datos precisos sobre la cantidad de muertos o las fallas en la táctica que derivaron en lo que líderes de la oposición evaluaron como la claudicación del Estado al poderío del crimen organizado.

En nueve ocasiones, López Obrador mencionó la palabra paz, en cuatro se refirió a la importancia del diálogo y dos veces dijo que su gobierno no quiere la guerra: “Yo creo mucho en que se puede conseguir la paz hasta en las circunstancias más difíciles”… “Hay que buscar la conciliación, el diálogo, las autoridades estamos obligadas a buscar la reconciliación”… “Yo encabezo un gobierno civilista, no una dictadura militar”… “No queremos la guerra”.

-Sigue culpando de la situación a gobiernos anteriores, pero ahora usted es el responsable- punzó el reportero Jorge Ricardo, de Reforma.

-Ese es el punto de vista de la prensa opositora- reviró el tabasqueño.

-Quizá no es la opinión de la prensa conservadora, como la llama usted, sino de los ciudadanos ante una situación que usted sale a eludir, a eludir su responsabilidad- zanjó el periodista.

Las contradicciones en la relatoría de los hechos continuaron. De un hallazgo casi accidental de la Guardia Nacional, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, pasó a la versión de que sí se trató de un operativo del Ejército para ejecutar una orden de aprehensión con fines de extradición en contra de Ovidio Guzmán López.

Los miembros del gabinete, quienes dieron una conferencia por separado en Culiacán, también fueron fuertemente cuestionados por una prensa local que aunque diariamente vive la violencia de la entidad está sorprendida por la actuación del gobierno. Barbara Obeso, de la agencia Reuters, lanzó: ¿están dispuestos a presentar su renuncia por lo menos por vergüenza?

El secretario de Defensa Nacional, Cresencio Sandoval, reconoció que no hubo un cálculo de la magnitud de respuesta del crimen organizado. Expuso que la violencia se desató a las 15:45 horas y que a las 17:30 horas se ordenó liberar al presunto narcotraficante. A las 18:40, al abordar su vuelo con destino a Oaxaca, López Obrador evitó precisar si se trataba del hijo del Chapo. Del otro lado del país, en Chiapas, y 24 horas después, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, lanzó un Twitter para pedir a todos los actores políticos respaldar la decisión del Ejecutivo. Gobernadores y líderes de oposición reprocharon al gobierno doblegarse ante el crimen organizado. El gobernador de Guanajuato, Sinuhe Rodríguez, dijo que “ningún grupo criminal puede ser más fuerte que el Estado mexicano”. Francisco García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas, lo secundó: “la primera responsabilidad del Estado es garantizar el imperio de la ley. Todo eso se perdió ayer”.

Los enemigos de AMLO

• Prensa. Los cuestionamientos incomodan al Presidente durante sus mañaneras

• Expertos. Cada vez que especialistas en temas específicos contradicen la versión oficial, el Jefe del Ejecutivo los desdeña

• Sociedad civil. AMLO cuestiona constantemente que este sector reciba apoyos gubernamentales, es corrupción, dice

CULIACÁN. El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió su estrategia de seguridad y advirtió que no la cambiará porque “es una exageración” de los conservadores decir que ha fracasado, luego de que el crimen organizado desató una ola de balaceras que paralizó la actividad en Culiacán hasta obligar al gobierno federal a liberar a Ovidio Guzmán López, el hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.

López Obrador determinó continuar con su gira en Oaxaca, donde realizó su habitual conferencia de prensa, que por momentos se tornó hostil ante la insistencia de los reporteros a responder las dudas generadas por el operativo, que más tarde su gabinete de seguridad calificó como fallido y precipitado.

Narco toma Culiacán; Gobierno atrapa y libera al hijo del Chapo

Dejó claro que él no autorizó la liberación de Guzmán López, pero respaldó las decisiones de su gabinete de seguridad. Y garantizó que la liberación del presunto criminal se dio para evitar la perdida de vidas inocentes y no por un pacto con el narco.

“Estaban en riesgo muchos ciudadanos, muchas personas, muchos seres humanos, y se decidió proteger la vida de las personas. Y yo estuve de acuerdo con eso porque no se trata de masacres, ya eso ya terminó. No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas”, fue la primera respuesta.

Pero el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas no atinó a dar datos precisos sobre la cantidad de muertos o las fallas en la táctica que derivaron en lo que líderes de la oposición evaluaron como la claudicación del Estado al poderío del crimen organizado.

En nueve ocasiones, López Obrador mencionó la palabra paz, en cuatro se refirió a la importancia del diálogo y dos veces dijo que su gobierno no quiere la guerra: “Yo creo mucho en que se puede conseguir la paz hasta en las circunstancias más difíciles”… “Hay que buscar la conciliación, el diálogo, las autoridades estamos obligadas a buscar la reconciliación”… “Yo encabezo un gobierno civilista, no una dictadura militar”… “No queremos la guerra”.

-Sigue culpando de la situación a gobiernos anteriores, pero ahora usted es el responsable- punzó el reportero Jorge Ricardo, de Reforma.

-Ese es el punto de vista de la prensa opositora- reviró el tabasqueño.

-Quizá no es la opinión de la prensa conservadora, como la llama usted, sino de los ciudadanos ante una situación que usted sale a eludir, a eludir su responsabilidad- zanjó el periodista.

Las contradicciones en la relatoría de los hechos continuaron. De un hallazgo casi accidental de la Guardia Nacional, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, pasó a la versión de que sí se trató de un operativo del Ejército para ejecutar una orden de aprehensión con fines de extradición en contra de Ovidio Guzmán López.

Los miembros del gabinete, quienes dieron una conferencia por separado en Culiacán, también fueron fuertemente cuestionados por una prensa local que aunque diariamente vive la violencia de la entidad está sorprendida por la actuación del gobierno. Barbara Obeso, de la agencia Reuters, lanzó: ¿están dispuestos a presentar su renuncia por lo menos por vergüenza?

El secretario de Defensa Nacional, Cresencio Sandoval, reconoció que no hubo un cálculo de la magnitud de respuesta del crimen organizado. Expuso que la violencia se desató a las 15:45 horas y que a las 17:30 horas se ordenó liberar al presunto narcotraficante. A las 18:40, al abordar su vuelo con destino a Oaxaca, López Obrador evitó precisar si se trataba del hijo del Chapo. Del otro lado del país, en Chiapas, y 24 horas después, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, lanzó un Twitter para pedir a todos los actores políticos respaldar la decisión del Ejecutivo. Gobernadores y líderes de oposición reprocharon al gobierno doblegarse ante el crimen organizado. El gobernador de Guanajuato, Sinuhe Rodríguez, dijo que “ningún grupo criminal puede ser más fuerte que el Estado mexicano”. Francisco García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas, lo secundó: “la primera responsabilidad del Estado es garantizar el imperio de la ley. Todo eso se perdió ayer”.

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