A casi un año del arranque de la compra consolidada de medicinas entre la UNOPS y el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) faltan por adquirir 962 millones de piezas de fármacos, equivalente a 55 por ciento de las medicinas que se requieren para atender padecimientos agudos y degenerativos de los mexicanos en el sistema de salud del país, según un reporte interno de la industria farmacéutica.
Por esta situación, el Gobierno federal arrancó la compra complementaria de las piezas faltantes.
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Ácido acetilsalicílico, omeprazol, insulina, atorvastatina, amoxicilina, diclofenaco y ciprofloxacino están en la lista de básicos que ahora buscará adquirir el Insabi de forma paralela al convenio que impulsó el presidente Andrés Manuel López Obrador, dieron a conocer funcionarios del Gobierno federal.
Hasta ahora, la UNOPS y el Gobierno de la Cuatroté sólo han comprado 644 millones de piezas de las mil 606 millones de piezas que se requerían comprar.
El documento indica que de las mil 183 claves de medicinas sólo se adjudicaron 530 claves a través del mecanismo creado con la agencia de las Naciones Unidas y 653 fueron declaradas desiertas de oferta.
Al aplicar el criterio de revisión de antecedentes para evitar realizar contratos con empresas inhabilitadas, con antecedentes de corrupción o malas prácticas de calidad en sus productos no se pudieron comprar esos millones de medicamentos.
La industria farmacéutica del país asegura que en 172 de esas claves se aplicó ese criterio de revisión de antecedentes, lo que impidió que se aceptara su oferta.
El próximo 31 de julio se cumplirá un año de la firma del acuerdo entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y la agencia de Naciones Unidas para realizar la compra consolidada de medicinas, pero hasta ahora ese modelo ha sido “insuficiente”, acusa la industria farmacéutica en su reporte interno.
Para la UNOPS, en cambio, el proceso avanza al reportar que se ha cerrado 100 por ciento de los contratos de medicinas seleccionadas y se han empezado a entregar a partir del mes de junio.
Al concluir esta etapa de adquisiciones la agencia internacional presentará un informe en el que se detallen la cantidad de medicinas e insumos adquiridos, así como difundir el número de empresas a las que no se les pudo comprar “porque no cumplieron con algún requisito técnico de la convocatoria”.
La entrega de medicinas de esta compra al gobierno mexicano se realizará de junio de 2021 a junio de 2022. “Será una entrega escalonada” cada semana o cada dos semanas, dependiendo de la disponibilidad de las empresas seleccionadas, dio a conocer UNOPS.
En dos semanas más, al finalizar julio, esa institución entregará 98 millones de piezas de medicinas que se sumarán a las 43 millones entregadas en el mes de junio.
Eso permite iniciar la siguiente fase de adquisiciones multianuales a través de ese mecanismo. “Se ha iniciado el diálogo con las cámaras y asociaciones de farmacéuticos para arrancar con un año de anticipación el proceso. Significa que tendremos seis meses como colchón para realizar la compra”, indicaron en la agencia de Naciones Unidas.
En este esquema que sustituye el proceso desarrollado por el IMSS desde el año 2013 y al que arrancó el gobierno del presidente López Obrador el año 2019 a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a fin de evitar la concentración en empresas, la corrupción y el elevado precio de medicinas.
Pero al concluir la primera fase de la compra bajo el acompañamiento de la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Insabi tuvo que solicitar a las instituciones de salud del país y a los gobiernos estatales que de forma paralela compraran medicinas para impedir el abasto mientras se concluía el proceso con la agencia internacional.
Ahora, de manera complementaria, el Insabi arrancó la compra de medicinas que no encontró a través de UNOPS.
La industria farmacéutica también advierte que no sólo se trata de esas 962 millones de piezas sino que señala que el faltante puede ser mayor debido a “inconsistencias y errores” en la asignación de contratos.
El documento asegura que “la mayoría de las empresas proveedoras de estas 531 claves no cuentan aún con contratos y en algunos casos en los que ya existen se han hallado múltiples inconsistencias y errores como son la vigencia, volúmenes adjudicados, entregas, entre otros”.
Afirma que a pesar de que UNOPS e Insabi solicitaron a los proveedores las primeras entregas “algunas empresas no cuentan con la disponibilidad inmediata para atender esta primera entrega, pues hay que recordar que el proceso de fabricación de un medicamento en cualquier lugar del mundo requiere, por lo menos, tres meses”.