/ viernes 14 de octubre de 2022

Agresiones y falta de pericia, una constante de los motociclistas en México

Roberto Remes, director de Ciudad Humana México, detalla que hogares con alto y bajo ingreso compran una moto por la accesibilidad

El 4 de octubre de 2022, en Chicoloapan, Estado de México, un grupo de mototaxistas destrozó los vidrios de un Fiat gris sobre la carretera México-Texcoco y golpeó al chofer, Marco, según la carpeta de investigación iniciada por la Fiscalía del Estado de México, la razón, de acuerdo con el testimonio del conductor agredido, fue que un mototaxista invadió el carril, literalmente se cruzó frente al vehículo en marcha, y golpeó la defensa.

Esto desató la ira del mototaxista que junto con sus compañeros agredieron a la unidad y al chofer. La relatoría del incidente escrito por los policías maneja que fue un enfrentamiento entre conductores, la realidad es que fue una pandilla de al menos cinco taxistas que agredió a un joven de veintitantos años, lo sacan del auto, lo golpean sobre el arroyo vehicular con palos y macanas. Al final pudo huir hacia la carretera.

Lee también: Rodada de motociclistas en CDMX termina en enfrentamiento; hay 26 detenidos

Hoy la zona tiene mayor vigilancia de la policía de tránsito de Chicoloapan, pero los mototaxistas siguen ahí, sin orden, invadiendo los carriles. Trabajando dicen, a su manera.

No es el único caso, en la CDMX una motocicleta se movía entre los carriles con exceso de velocidad, zigzagueaba entre los carriles y se movía en el reducido espacio que queda en medio de los coches, golpeó espejos y salpicaderas, más adelante derrapa al intentar esquivar el auto que, a unos metros, disminuyó su velocidad y poco faltó para que la camioneta del carril contiguo donde cayó le pasará encima.

Los hijos de la conductora de la camioneta no resultaron lesionados pese a la abrupta maniobra, gracias a los cinturones de seguridad, y el chofer de un taxi evitó el impactó porque alcanzó a frenar a tiempo con todo y el susto.

La motocicleta quedó debajo de una combi particular que se dirigía a surtir su negocio, el conductor se enteró de lo sucedido hasta que bajó de la unidad tras sentir el golpe que le forzó a detener la marcha.

La vialidad se tornó complicada, el motociclista yacía sobre la avenida en espera de los servicios de emergencia, sin lesiones visibles, pero con dolencias que le impedían ponerse de pie, el enojo y la preocupación se apoderó de los conductores, algunos se acercaron al motociclista que de suerte traía el casco puesto.

Los paramédicos, policías y los seguros llegaron al lugar, el motociclista fue trasladado al hospital y el conductor de la combi, remitido al Ministerio Público hasta comprobar que no estuvo involucrado en el accidente, provocado por no respetar el reglamento de tránsito que prohíbe circular entre carriles.

Estas postales trágicas, así como los constantes pleitos protagonizados por motociclistas y automovilistas, se han vuelto frecuentes en calles y avenidas, desatan la violencia y a veces, con lamentables consecuencias

Conductores primerizos de motos

Roberto Remes, director de Ciudad Humana México y especialista en movilidad, explica esta situación ante el creciente número de motocicletas en los últimos años, “el abaratamiento de ciertas tecnologías detona el auge de éstas. La motocicleta siempre estuvo presente pero no la comprabas en el supermercado, entonces la tienes en el supermercado, es barata y hay más marcas, es muy fácil acceder a una motocicleta, para algunas familias”.

El especialista, detalla que hogares con alto y bajo ingreso compran una moto por la accesibilidad, “pero normalmente los de bajo ingreso tienen la particularidad de que quién la compra o la usa no tiene experiencia previa del manejo y eso también ha impactado en la incidencia vial”.

El peligro con estos motociclistas dice, es que son “conductores primerizos y les falta pericia, pero los conductores de auto tampoco tienen la preparación y prudencia adecuada, tanto puede ser que un motociclista se accidente por sí solo, como también podría ser atropellado por un automovilista”.

“En general, las calles se están volviendo más violentas, me refiero a mayor velocidad, a incidencia en el tráfico, qué los automovilistas están elevando la velocidad y están elevando la imprudencia Y eso también afecta a los motociclistas y, por su parte los motociclistas, que nunca antes han manejado un vehículo motorizado de la noche a la mañana participan de la conducción y participan con cierta imprudencia”, asegura.

Remes explica que “no sé si los motociclistas sean violentos, yo no me atrevería a decir eso, finalmente las motocicletas de baja cilindrada no tienen potencia, entonces lo que sí están buscando es espacio, invaden las ciclovías. Están tratando de tener un espacio que podríamos reflexionar si es pertinente dárselo.

“Se ha generalizado que los motociclistas son violentos, la movilidad se ha vuelto violenta, pleitos en el metro entre pasajeros por abordar, pleitos de automovilista echando lámina al peatón, al ciclista, son las cosas que no deberían ocurrir, que son de una sociedad que se vuelve más violenta y de una conducción que también se vuelve más violenta”.

La manera de mejorar en este sentido es “con políticas públicas, con reglas, con campañas, con facilidad para cursos de manejo de motocicleta, yo creo que hay que trabajar de nuevo con el automovilista”.

El director de Ciudad Humana México refiere que las fotomultas también fueron una medida para evitar el exceso de velocidad y cambio de conducta, por lo tanto, disminuir los accidentes viales, pero se tomó como una manera de generar “negocio”, pero tiene claro que aplicar las sanciones al reglamento es necesario para crear “conciencia entre los conductores de todos los vehículos de los riesgos que conlleva”.

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La convivencia en las vialidades compete tanto a los ciudadanos como a las autoridades, pero se vuelve compleja cuando el reglamento de tránsito no es respetado, que fue creado para una mejor interacción entre sus ocupantes.


El 4 de octubre de 2022, en Chicoloapan, Estado de México, un grupo de mototaxistas destrozó los vidrios de un Fiat gris sobre la carretera México-Texcoco y golpeó al chofer, Marco, según la carpeta de investigación iniciada por la Fiscalía del Estado de México, la razón, de acuerdo con el testimonio del conductor agredido, fue que un mototaxista invadió el carril, literalmente se cruzó frente al vehículo en marcha, y golpeó la defensa.

Esto desató la ira del mototaxista que junto con sus compañeros agredieron a la unidad y al chofer. La relatoría del incidente escrito por los policías maneja que fue un enfrentamiento entre conductores, la realidad es que fue una pandilla de al menos cinco taxistas que agredió a un joven de veintitantos años, lo sacan del auto, lo golpean sobre el arroyo vehicular con palos y macanas. Al final pudo huir hacia la carretera.

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Hoy la zona tiene mayor vigilancia de la policía de tránsito de Chicoloapan, pero los mototaxistas siguen ahí, sin orden, invadiendo los carriles. Trabajando dicen, a su manera.

No es el único caso, en la CDMX una motocicleta se movía entre los carriles con exceso de velocidad, zigzagueaba entre los carriles y se movía en el reducido espacio que queda en medio de los coches, golpeó espejos y salpicaderas, más adelante derrapa al intentar esquivar el auto que, a unos metros, disminuyó su velocidad y poco faltó para que la camioneta del carril contiguo donde cayó le pasará encima.

Los hijos de la conductora de la camioneta no resultaron lesionados pese a la abrupta maniobra, gracias a los cinturones de seguridad, y el chofer de un taxi evitó el impactó porque alcanzó a frenar a tiempo con todo y el susto.

La motocicleta quedó debajo de una combi particular que se dirigía a surtir su negocio, el conductor se enteró de lo sucedido hasta que bajó de la unidad tras sentir el golpe que le forzó a detener la marcha.

La vialidad se tornó complicada, el motociclista yacía sobre la avenida en espera de los servicios de emergencia, sin lesiones visibles, pero con dolencias que le impedían ponerse de pie, el enojo y la preocupación se apoderó de los conductores, algunos se acercaron al motociclista que de suerte traía el casco puesto.

Los paramédicos, policías y los seguros llegaron al lugar, el motociclista fue trasladado al hospital y el conductor de la combi, remitido al Ministerio Público hasta comprobar que no estuvo involucrado en el accidente, provocado por no respetar el reglamento de tránsito que prohíbe circular entre carriles.

Estas postales trágicas, así como los constantes pleitos protagonizados por motociclistas y automovilistas, se han vuelto frecuentes en calles y avenidas, desatan la violencia y a veces, con lamentables consecuencias

Conductores primerizos de motos

Roberto Remes, director de Ciudad Humana México y especialista en movilidad, explica esta situación ante el creciente número de motocicletas en los últimos años, “el abaratamiento de ciertas tecnologías detona el auge de éstas. La motocicleta siempre estuvo presente pero no la comprabas en el supermercado, entonces la tienes en el supermercado, es barata y hay más marcas, es muy fácil acceder a una motocicleta, para algunas familias”.

El especialista, detalla que hogares con alto y bajo ingreso compran una moto por la accesibilidad, “pero normalmente los de bajo ingreso tienen la particularidad de que quién la compra o la usa no tiene experiencia previa del manejo y eso también ha impactado en la incidencia vial”.

El peligro con estos motociclistas dice, es que son “conductores primerizos y les falta pericia, pero los conductores de auto tampoco tienen la preparación y prudencia adecuada, tanto puede ser que un motociclista se accidente por sí solo, como también podría ser atropellado por un automovilista”.

“En general, las calles se están volviendo más violentas, me refiero a mayor velocidad, a incidencia en el tráfico, qué los automovilistas están elevando la velocidad y están elevando la imprudencia Y eso también afecta a los motociclistas y, por su parte los motociclistas, que nunca antes han manejado un vehículo motorizado de la noche a la mañana participan de la conducción y participan con cierta imprudencia”, asegura.

Remes explica que “no sé si los motociclistas sean violentos, yo no me atrevería a decir eso, finalmente las motocicletas de baja cilindrada no tienen potencia, entonces lo que sí están buscando es espacio, invaden las ciclovías. Están tratando de tener un espacio que podríamos reflexionar si es pertinente dárselo.

“Se ha generalizado que los motociclistas son violentos, la movilidad se ha vuelto violenta, pleitos en el metro entre pasajeros por abordar, pleitos de automovilista echando lámina al peatón, al ciclista, son las cosas que no deberían ocurrir, que son de una sociedad que se vuelve más violenta y de una conducción que también se vuelve más violenta”.

La manera de mejorar en este sentido es “con políticas públicas, con reglas, con campañas, con facilidad para cursos de manejo de motocicleta, yo creo que hay que trabajar de nuevo con el automovilista”.

El director de Ciudad Humana México refiere que las fotomultas también fueron una medida para evitar el exceso de velocidad y cambio de conducta, por lo tanto, disminuir los accidentes viales, pero se tomó como una manera de generar “negocio”, pero tiene claro que aplicar las sanciones al reglamento es necesario para crear “conciencia entre los conductores de todos los vehículos de los riesgos que conlleva”.

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