En el sexenio anterior se compraron medicamentos antiguos para el tratamiento del VIH/Sida, que fueron los primeros que se empezaron a utilizar en la década de los 80 cuando surgió la epidemia, y que actualmente, ya están en desuso y son obsoletos a nivel mundial.
Informó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell al precisar que no se trata de medicamentos caducos que se mantengan en los anaqueles de las farmacias, sino de tratamientos con formulaciones químicas antiguas.
Explicó lo anterior con el caso del medicamento AZT, cuya formulación química data de 1984, es decir, fue uno de los primeros tratamientos que se utilizaron al inicio de la epidemia en la década de los 80’s, por lo que actualmente es de los productos más antiguos.
El AZT fue de los primeros medicamentos antivirales que se inventaron, precisó López-Gatell al dejar en claro que no se trata de medicamentos caducos o con fechas de caducidad vencidas, sino de tratamientos con formulaciones antiguas, que incluso ya están en desuso a nivel mundial.
El subsecretario Hugo López-Gatell explicó que la compra de este tipo de medicamentos antivirales no representa un ilícito ni causó prejuicio a los pacientes. “Ni es un acto criminal o deliberado, no”, apuntó.
Señaló que estos medicamentos antiguos se compraron porque las empresas del ramo farmacéutico, principalmente distribuidoras o comercializadoras empujaron a médicos a prescribir este tipo de medicamentos, estrategia que también llevan a cabo a través de los pacientes.
Estas empresas, “invitan a los médicos a congresos, pagan viajes, les dan suscripciones a revistas, les dan regalitos, para que sigan anclados a medicamentos con fórmulas químicas antiguas, y que con cierta frecuencia no son los más efectivos o los más convenientes”, explicó el funcionario.
Dejo en claro que la compra de estos medicamentos con formulaciones antiguas no es una acto criminal ni un acto de negligencia, “ayúdenos a que esa confusión no quede, no se trata de medicamentos caducos, sino de fórmulas químicas obsoletas”, apuntó.
EGS
