Si es menor de edad es fecundidad forzada

Las y los adolescentes no tienen por qué estar cuidando hijos en la secundaria

Genoveva Ortiz | La Prensa

  · martes 29 de septiembre de 2020

Ignacio Huitzil | La Prensa

Ciudad de México.- Las y los adolescentes no tienen por qué estar cuidando hijos en la secundaria. Es una etapa para fortalecer sus relaciones de amistad, experimentar sus primeros noviazgos y prepararse para tener una mejor vida cuando sean adultos.

Así lo declaró Gabriela Rodríguez Ramírez, secretaría general del Consejo Nacional de Población (Conapo) al señalar que siempre que se hable de embarazo adolescente en menores de 14 años, se debe hablar de “fecundidad forzada”.

Al año tenemos 9,800 embarazos en menores de 14 años, indicó la especialista al explicar que se llama fecundidad forzada porque el 14% de las madres de ese grupo de edad reportan haber sido forzadas o cohesionadas al acto sexual producto de su embarazo.

La titular de Conapo advirtió la tendencia de consumo para hacer que las niñas parezcan más grandes a los 12 o 13 años, cuando son niñas. Además, alertó la persistencia cultural que se mantiene en zonas rurales para arreglar y forzar matrimonios, que son formas encubiertas de violencia.

El tema del embarazo adolescente no es un tema de crecimiento poblacional, es un tema de ejercicio de derechos que merecen las y los adolescentes, para que se preparen con mayor escolaridad, tengan oportunidades de mejores empleos y un desarrollo integral en su vida adulta.

La maestra Gabriela Rodríguez informó que solo el 6% de las adolescentes que se embarazan van a llegar a la universidad, en comparación con el 22% de las mujeres que alcanzan un nivel universitario cuando su embarazo es en la vida adulta.

En el marco del Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes el cual fue el pasado 26 de septiembre, la maestra Rodríguez señaló que a pesar de la pandemia de Covid-19, los servicios de salud amigables de salud reproductiva para adolescentes no se han interrumpido, pero las chicas no están asistiendo a los centros. Ni las adultas ni las adolescentes.

Destacó que los servicios están completamente sanitizados, bien abastecidos y es completamente seguro asistir a ellos, incluso el servicio legal del embarazo, para todas aquellas mujeres, niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual, que en el país está despenalizado y que debe ser expedito.

La maestra Gabriela Rodríguez recalcó que la violencia sexual contra niñas y adolescentes es un problema muy grave en el país. De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), el 9% de las mujeres dicen haber sufrido violencia sexual en la infancia, “por lo que estamos hablando de 4 millones de mujeres, lo cual es mucho”, enfatizó.

La especialista precisó que la encuesta advierte que los tíos son el principal agresor con un 20%, por lo que recomendó a la comunidad médica sospechar violación y abuso sexual en todo embarazo en una menor de 14 años.

FOTO ARCHIVO LA PRENSA.

La maestra Gabriela Rodríguez señaló que si se registran 9,800 embarazos en menores de 14 años, esto significa que cada estado del país tiene un promedio de 200 a 300 casos y la ciudad de México tiene 400.

PANDEMIA DE COVID AUMENTARÁ EL PRÓXIMO AÑO LA TASA DE NATALIDAD EN ADOLESCENTES

El Consejo Nacional de Población (Conapo) estimó ya una tasa posible y conservadora del número de embarazos que van a ocurrir el próximo año, debido a la pandemia de Covid.

La estimación advierte que de los un millón 172,152 mujeres que no desean embarazarse y no están utilizando métodos, se tendrán 145,719 embarazos adicionales el año próximo, informó la maestra Gabriela Rodríguez Ramírez, Secretaría General de Conapo.

En cuanto a la población adolescente, indicó que la estimación conservadora advierte un incremento de 20%, lo que significa que ocurrirán 21 mil 575 embarazos adicionales no deseados. “Esto significa que el número de embarazos adolescentes va aumentar”, subrayó.

A pesar de la emergencia sanitaria por COVID-19, los servicios de Salud Sexual y Reproductiva continúan operando en todo el país con el objetivo de redoblar esfuerzos en la prevención del embarazo no planificado en adolescentes, el cual podría incrementarse a 21 mil 575 embarazos en adolescentes adicionales al promedio, que se estima ocurran a nivel nacional como consecuencia del confinamiento por la pandemia, de acuerdo con proyecciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO).

De acuerdo con proyecciones del CONAPO, entre 2020 y 2021, el número total de adolescentes menores de 19 años con necesidades insatisfechas de anticoncepción (sin acceso a un método anticonceptivo) se incrementará un 20% derivado de la pandemia, ocasionando un aumento de 21 mil 575 embarazos no planificados en adolescentes, adicionales a lo previamente estimado.

En sintonía con los objetivos prioritarios de la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) de reducir en 50% la tasa específica de fecundidad de las adolescentes y erradicar el embarazo en niñas de entre 10 y 14 años de edad para el 2030, la funcionaria destacó que todas las acciones enfocadas en prevenir el embarazo en adolescentes están encaminadas en contribuir a retrasar la edad de la maternidad y de la paternidad, así como disminuir las brechas de género al incidir en el aumento del nivel de escolaridad de las y los adolescentes, y sentar las bases para el acceso a mejores empleos con seguridad social y una vida saludable.

Hoy el CONAPO tiene una gran responsabilidad como coordinador de las acciones de la ENAPEA 2020-2024, cuya segunda fase prioriza la territorialización de la estrategia para fortalecer la colaboración interinstitucional para lograr descender la tasa de embarazos en adolescentes y se erradique el índice de niñas embarazadas y niñas madre, ya que diariamente nacen mil niños de una mamá menor de 19 años, enfatizó la maestra Gabriela Rodríguez.

El inicio de la vida sexual a edades tempranas, la falta del uso regular de métodos anticonceptivos y las limitaciones en su acceso, incrementadas en tiempos de pandemia, colocan a los métodos anticonceptivos de acción prolongada (ARAP), como una estrategia conveniente para prevenir el embarazo no planificado en adolescentes, ya que además de ofrecer los índices más altos de protección, su eficacia no se ve afectada por errores en su uso, olvidos o abandono, destacó la doctora Georgina Ruvalcaba, gineco-obstetra y gerente médico de Innovative Women´s Health Care de Bayer de México.

CORTESIA CONAPO

AMPLIA DISPONIBILIDAD DE MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS

En México, la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) considera los métodos anticonceptivos de acción prolongada (ARAP), como una alternativa conveniente para ayudar a las mujeres jóvenes a planificar su vida reproductiva, destacando que estos métodos “se encuentran entre las opciones de primera línea para las mujeres que estén por iniciar o hayan iniciado actividad sexual.

Como muestra del compromiso de las autoridades sanitarias por fortalecer las estrategias para reducir los embarazos no planificados en los adolescentes, recientemente se integró al Compendio Nacional de Insumos para la Salud un nuevo implante anticonceptivo subdérmico que ofrece protección hasta por 5 años, el cual ya está disponible de manera gratuita en instituciones de salud pública como el IMSS y Secretaría de Salud, para beneficiar a un mayor número de mujeres jóvenes.

Por su parte, la doctora Josefina Lira Plascencia, presidenta del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia (COMEGO), destacó que el embarazo en adolescentes constituye hoy en día un problema de origen multifactorial que amplía las brechas sociales y de género entre la población, ya que altera el proyecto de vida de la adolescente embarazada y de su entorno familiar, y tiene importantes repercusiones negativas en su salud y su desarrollo psicosocial.

La doctora Josefina Lira informó que un estudio reveló que el 71% de las adolescentes, desde el punto de vista obstétrico, desarrollan alguna condición de riesgo. De 985 adolescentes embarazadas menores de 14 años evaluadas, el 8.6% presentó trastornos hipertensivos (eclapsia-preclapsia), el 6.3% reporta violación o violencia sexual; sin embargo, destacó que la percepción de la violencia es distinta en una mujer adulta que en una adolescente.

Por ello - destacó- todos los jóvenes tienen derecho a contar con información sobre salud sexual y reproductiva, así como a acceder a estos servicios de salud con el fin de que, si ya tienen una vida sexual activa, conozcan las opciones anticonceptivas disponibles de manera gratuita en las unidades de salud pública, como condones, píldoras anticonceptivas, inyecciones, dispositivo intrauterino o implante subdérmico.

Para promover un adecuado desarrollo de los y las adolescentes en su presente y futuro, es fundamental que desde esta etapa comiencen a tomar decisiones sobre su vida sexual y reproductiva, evitando así un embarazo no planificado, un aborto o complicaciones como la mortalidad materna, externó la gineco-obstetra.

Las especialistas coincidieron en la necesidad de unir esfuerzos para colaborar y fortalecer las estrategias que contribuyan a reducir de manera efectiva este problema de salud pública que amenaza el desarrollo de nuestros jóvenes.

Ignacio Huitzil | La Prensa