VILLA VICTORIA, Estado de México.-- El grano que más se consume en todas las comunidades más desprotegidas y de alta marginación del país, como las del Estado de México, donde la gente vive en pobreza alimentaría, es el maíz. En esos lugares, un incentivo que los está ayudando a superar la desnutrición y poder comprar una canasta básica de 30 productos, a precio 22% más barato, que cualquier tienda comercial, es el programa de Segalmex-Diconsa.

Las personas que viven en rancherías y localidades de difícil acceso, llegan a las tiendas comunitarias a comprar su canasta básica a precios más económicos y de gran calidad como el citado maíz, azúcar, arroz, frijol pinto y negro, aceite, sopa, Maseca, harina, leche, sal, Nescafé, avena, soya, chocolate, atún, sardina, chiles jalapeños, lenteja, papel de baño, servilletas y galletas.

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Los pequeños agricultores son el corazón de la producción agrícola. A través de los precios de garantía, Segalmex impulsa su producción para que sigan cosechando y abasteciendo a México.

La Unidad Operativa Estado de México está conformada por ocho almacenes rurales y un Almacén Central, en puntos estratégicos de esta entidad. Cuenta con 982 tiendas Comunitarias Diconsa. Tiene presencia en 89 de los 125 municipios del Estado de México, que forman parte del Programa de Abasto Rural (PAR) de Segalmex.

LA PRENSA realizó un recorrido por el Almacén Rural de Villa Victoria, que atiende a 155 tiendas comunitarias Diconsa, con 270 productos en catálogo y beneficia a 229 mil personas, cerca de 15 mil familias. Ahí, Eliseo Suárez Pascoe, jefe del almacén, con 23 años de antigüedad en el programa, resaltó que ofrecen precios más baratos para que tengan margen de utilidad las comunidades beneficiadas.

Este Almacén Rural de Villa Victoria, inaugurado el 4 de febrero de 1980, surte a los municipios de Almoloya de Juárez, Amanalco, Donato Guerra, Ixtapan del Oro, San José del Rincón, Villa de Allende, Villa Victoria y Zinacantepec. Ahí laboran 27 en total, 10 personal Diconsa y 17 comunitarios.

El día del recorrido llegaron varias toneladas de maíz, sólo para consumo humano; durante los últimos tres meses, el Almacén de Villa Victoria desplazó 642 toneladas de maíz, detalló Suárez Pascoe.

Describió que el frijol llega de Zacatecas, el azúcar blanca y morena de varios ingenios nacionales, el maíz de Sinaloa. Y les maquilan muchas empresas, ya que Segalmex también tiene su marca propia. “Todos los productos que venden son muy buenos”.

El frijol pinto, un kilo cuesta 24 pesos, mientras que en un Centro Comercial vale 35 pesos. Un kilo de frijol Segalmex cuesta 7.50, y en otras tiendas vale entre 9 y 10 pesos, describió.

Expuso que en Segalmex trabajan para llevar alimentos de calidad a las mesas de las familias que más lo necesitan, en apoyo a los pequeños productores.

Suárez Pascoe relató que los supervisores operativos de cada uno de los almacenes tuvieron cursos de capacitación, “Orienta Bien”, los cuales se imparten a cada una de las comunidades, donde se enumeran los productos de más proteínas y más sanos para la alimentación.

Expuso que el acceso a este programa es a través del funcionamiento de tiendas comunitarias administradas por la comunidad, la gente se organiza para elegir a su presidente, secretario y luego los comités de abasto forman un comité de abasto rural, y son operadas por un encargado de tienda designado por los Consejos Comunitarios de Abasto.

LOS HÁBITOS MANDAN

Segalmex–Diconsa es un acierto de seguridad alimentaria, que ofrece bolsas de a kilo y de calidad, cuyo objetivo es fortalecer el derecho social a la alimentación para mejorar la seguridad alimentaria de la población que habita en localidades de alta o muy alta marginación.

Los pedidos que surten a las tiendas se realizan de acuerdo a los hábitos de consumo de cada comunidad. Algunos compran el maíz por kilo, otros por costal de 50 kilos.

El supervisor operativo del almacén de Villa Victoria, Faustino Hernández Carbajal, quien tiene 22 tiendas a su cargo, del lado de Zinacantepec, describió que va y recorre las tiendas que conforman su ruta, levantan los pedidos, que se integran de acuerdo a las necesidades de cada comunidad. Traer si tiene algunas quejas.

Hacen encuestas mensuales, en tiendas particulares, donde verifican precios para hacer un comparativo, así como la apertura de una nueva tienda. El principal requisito es que la comunidad requiera una tienda, hacen un estudio socioeconómico, también se entrega un capital de trabajo.

En la comunidad mazahua, de Loma de Lienzo, municipio de Villa Victoria, LA PRENSA acudió a la tienda rural 357, la encargada María Piedad Carmona Narciso, con su vestimenta tradicional, dio la bienvenida en Mazahua y resaltó la importancia de estas tiendas para los 500 habitantes de ese lugar.

Doña María Piedad, madre de ocho hijos, 25 nietos y dos bisnietos, platicó que estas tiendas rurales de Diconsa sí benefician a los habitantes de esa comunidad indígena del Estado de México. Donde apenas destinan 100 pesos diarios para comprar algunos alimentos para comer.

“Lo que más vendo es maíz, frijol, arroz, azúcar. Estoy vendiendo más maíz, porque el que sembramos está muy atrasado por la falta de lluvias. Asimismo, platicó que en esas tierras, hay gente que de plano no tiene para comer”.

Bajo la neblina y la fuerte lluvia, este diario llegó a la comunidad de San Agustín Poteje, donde se ubica la tienda rural número 06, Municipio de Almoloya de Juárez, nos atendió Margarito Colín Iniesta, cuenta con una capital de trabajo de 14,601.11, con una venta de mayoreo de 111,676.00, en mayo del 2023, beneficia a una población de 1730 personas.

Es una de las tiendas comunitarias que más venden, de las que iniciaron con el programa. En cada tienda, la ganancia del encargado es del 6%.

Por muchos 39 años la señora Dominga Iniesta Bastida, madre de 5 hijos, estuvo a cargo de esta tienda rural. Ahora ya está enferma, no puede caminar bien y cedió el negocio a su hijo Margarito.

Explicó que esta tienda si apoya a su comunidad, vende más maíz para hacer tortillas y salvado, frijol, sal. También pidió al gobierno estatal que la apoye porque con su tarjeta del Bienestar no le alcanza para comprar sus medicinas.

Doña Dominga destacó que si no existiera una tiene comunitaria como la que está en su pueblo, tendrían que ir hasta la ciudad de Toluca a surtir sus alimentos. "Y nada más para llegar a la carretera la gente camina 30 minutos, toma un camión que hace media hora a la capital".

Margarito, quien es ahora el encargado de la tienda del poblado de San Agustín Poteje, detalló que con este Programa de Abasto Rural si beneficia a su pueblo, ya que es más barato entre 5 y 10 pesos, que otros artículos que venden en las tiendas.

Segalmex, a través del Programa de Abasto Rural, atiende a poblaciones que no cuentan con un servicio de abasto local suficiente y adecuado, con presencia en alrededor de 26 mil 573 localidades donde habitan aproximadamente 20 millones 797 mil 075 habitantes.

El PAR focalizará sus recursos en la atención de las personas que habitan en zonas de población mayoritariamente indígena y en aquellas zonas con mayor grado de marginación.

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