“El Covid-19 es la enfermedad de la soledad”, manifestó el Padre Horacio Palacios Santana, quien se ha contagiado de coronavirus en dos ocasiones, y gracias a su fe, logró tener paz en los momentos más difíciles del contagio.

Él es un sacerdote muy digitalizado, que de manera frecuente realiza misas a través de YouTube y Facebook.

En los últimos meses, donde se han recrudecido los contagios y las muertes por el Covid realiza entre 35 o 40 misas de difunto individuales y colectivas virtuales, a la semana, así como decenas de ellas, por la salud de los creyentes.

“En las misas comunitarias hay muchos difuntos y nos toca leer listas largas”.

Y ante el aumento de los contagios entre los sacerdotes de la ciudad de México, creó el Chat de WhatsApp “Fraternidad sacerdotal vs Covid”, a la fecha integrada por 78 párrocos de parroquias y templos de la capital mexicana.

En una entrevista con LA PRENSA, Palacios Santana explicó que el chat es para la autoayuda y solidaridad entre los curas; “donde puedan repartir medicamentos, conocer el estado de salud de cada los que están enfermos.

Sonriente describe que en el primer día, el chat tenía 55 integrantes. “Unos comenzaron a mandar sus fotos con su tanque de oxígeno, como el padre Felipe Muñoz, otros con una faja para que se ayuden respirar”. “Si nos sobran medicamentos los compartimos o alguien que necesita una prueba de PCR o un tanque de oxígeno otro lo presta”.

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Horacio Palacios, es sacerdote de la Parroquia del Santo Niño de la Paz, Praga 11 colonia Juárez. Platica que no todos los integrantes del chat se han enfermado, sólo cerca de un 30%. A la fecha, uno de ellos está internado. Cómo la mayoría de los sacerdotes tenemos amigos médicos, “ellos nos echan la mano”, además, “hemos logrado que los laboratorios les hagan descuento en las pruebas PCR de Covid”, indicó.

El padre Salvador Romero, Fortunato Cruz y yo, agregó, “dijimos tenemos que hacer algo para ayudarnos, se lo comentamos al Cardenal Carlos Aguiar Retes, que le parecería, lo vio bien y nos dio la oportunidad de hacer el chat”.

MISAS VIRTUALES

El padre Horacio, de 45 años de edad describió que las misas que ahora están celebrando todas son de difuntos, y a diario vive junto con los deudos tragedias familiares.

Narró el caso de una persona que tenía su bebé de un año y medio y su madre se murió. Otro donde falleció la mamá, la hija y el esposo. “Estoy celebrando misas de puras tragedias familiares”.

Desde antes de la pandemia, ya transmitía misas por Youtube. Se ha metido mucho a las redes sociales, junto con el padre Alberto. Los dos son jóvenes y manejan muy bien el tema digital.

También hacen videollamadas con la gente “para ayudar al bien morir”, “los escuchamos… hemos visto grandes testimonios de fe, de personas que no pueden respirar y le piden a dios por su salud y nuestra ayuda espiritual”.

“La gente se hinca, se persigna cuando les damos la bendición, en este tiempo de pandemias, la fe ha sido un motor para no perder la esperanza y tener ganas de vivir”, resaltó.

Con la pandemia, se vinieron abajo las finanzas de las parroquias. Y tuvieron que buscar opciones para obtener recursos, dijo el cura.

Hacen misas virtuales, con donativo voluntarios de los creyentes. “Nos dan 10, 20 o algunos mil pesos y con eso hemos sacado los gastos… no hemos podido ahorrar, porque no tenemos ingresos fijos. El sacristán y la cocinera son los únicos trabajadores que laboran aquí.

Palacios, quien está por cumplir 18 años de sacerdote precisó que cada 15 días hacen un corte, y de acuerdo a lo que hay se pagan primero los servicios, IMSS y lo que queda se reparte a las personas que nos ayudan y a los dos padres.

Recordó que los primeros dos meses, de que se declaró la pandemia, marzo, abril, mayo no entró ningún ingreso. Se tenía una reserva y con eso sobrevivieron.

Inclusive tuvo que pedir un préstamo de 22 mil pesos al gobierno de la ciudad de México para salir adelante.

El cura dijo que no han celebrado ningún bautizo, porque no se puede hacer virtualmente, lo que se ofician son misas de cuerpo presente; “ponen la cámara frente al féretro, y las transmiten por Zoom o Facebook, mandan la ligas. “Yo estoy viendo al difunto, y la gente al cura, así hemos estado celebrando”.

Afirmó que transmiten por las dos plataformas al mismo tiempo y eso les ha ayudado mucho económicamente. Aunque no tienen un costo las misas…”la gente nos ayuda y nos deposita a la cuenta de la parroquia... Así han sobrevivido en este tiempo de pandemia”.

Igualmente, la parroquia inició pláticas, charlas de biblia, temas sobre cómo superar la depresión ante la pandemia, cómo ayudarse económicamente, de manera virtual, han invitado a muchas personas, ha tenido mucho éxito. De las 5 estrellas que da Facebook tienen las 5.

NARRA SU HISTORIA FRENTE AL COVID

Su segundo contagio del covid-19 fue una experiencia dolorosa que afrontó y soportó gracias a la solidaridad y compañía de otros sacerdotes quienes se preocuparon por la salud. Y su gran fe en Dios.

“Fueron 15 días muy difíciles para mí. La primera semana estuve oxigenando entre 80 y 86… era una gran tristeza y miedo porque cuando más me faltaba el oxígeno era el temor de no saber si iba a despertar al siguiente día… realmente son momentos de tensión, de angustia, de tristeza”. Y pensaba en mis padres que son mayores, añadió.

“En el Sagrario pedía al señor fuerza, sobre todo cuando le bajó la oxigenación, me dio taquicardia, pero la fe me dio la paz cuando pasé el momento más difícil de la enfermedad”.

Informó que los párrocos de la Arquidiócesis de México tienen un seguro de gastos médicos mayores, el cual no incluía el Covid-19.

Expuso que realizan una aportación voluntaria a la Arquidiócesis de México, “hacemos el esfuerzo de enviar, ya que es para la pensión de los sacerdotes ancianos.

Cada mes dedican una parte para la Curia, de alrededor de 6 o 7 mil, para ayudar si la economía central de la Arquidiócesis “si ella quiebra, también nosotros quebramos, no es por obligación, somos iglesia”, concluyó.

Página Facebook y YouTube Parroquia Santo Niño de la Paz

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