/ jueves 30 de enero de 2020

Piden sindicatos desaparición del outsourcing

Más de 4 millones de mexicanos laboran en esta figura

Ciudad de México.- Sindicatos como el de la UNAM, el Mexicano de Electricistas, organizaciones de la sociedad civil y abogados laborales se pronunciaron por que desaparezca la figura del outsourcing, ya que es violatoria de los derechos laborales de los trabajadores y de la tributación fiscal y a la fecha afecta a cuatro millones de trabajadores.

En el marco del Foro Internacional de Alternativas Frente al outsourcing, realizado en el Palacio de Minería de la Ciudad de México, Agustín Rodríguez Fuentes, dirigente del STUNAM, comentó que la subcontratación es un flagelo que ha permeado al Poder Ejecutivo, Legislativo Judicial Federal y local y a todos los niveles de gobierno, pues son estos los que contratan empresas para que les provean de personal sin que haya vigilancia estricta para que los derechos de los trabajadores sean respetados.

Por lo que se pronunció por fortalecer el servicio nacional de empleo y que los sindicatos presenten una propuesta ante el senado.

En su participación el líder del SME, Martín Esparza acusó que, tras la extinción de Luz y Fuerza en el gobierno de Felipe Calderón, muchos de los trabajadores que contrató la CFE lo hizo mediante el outsourcing.

Recordó que el mundo del trabajo tiene hoy entre uno de sus temas centrales el del llamado outsourcing, también conocido como subcontratación o tercerización.

Héctor de la Cueva, director del Cilas comentó que a más de siete años de la regulación del outsourcing no ha conseguido detener la expansión de este fenómeno ni hacer respetar los derechos de los trabajadores o crear empleos dignos.

Los ponentes resaltaron que, a la fecha, el tema se encuentra en el centro del debate nacional y el Congreso de la Unión está emplazado a abordarlo en una posible nueva reforma laboral.

En los últimos tres sexenios, el fenómeno conocido como outsourcing, que en sentido amplio incluye la subcontratación de empresas, agencias suministradoras de personal, y algunas formas de trabajo autónomo dependiente económicamente, entre otros, ha crecido exponencialmente en México, estimándose que alcanza a más de cuatro millones de trabajadores.

El abogado Óscar Alzága dijo que, con los gobiernos neoliberales, se puso el estado al servicio de la Subcontratación colectiva y el outsourcing.

Estas figuras flexibilizadoras de las relaciones de trabajo son una autentica simulación laboral y se han convertido en un verdadero cáncer económico y social, indicó,

Además de evadir sus obligaciones fiscales, por medio de las diversas formas de simulación los patrones reducen costos laborales y evaden derechos fundamentales adquiridos de los trabajadores, precarizando el trabajo y socavando la negociación colectiva, la organización sindical y el derecho efectivo de huelga.

Hasta ahora, la mayoría de las organizaciones sindicales democráticas no ha sido tomada en cuenta por el Congreso de la Unión. En caso de concretarse, el llamado Parlamento Abierto no es por sí mismo una garantía de que no terminará en un nuevo ejercicio de simulación cuando lo que se necesita es un auténtico y efectivo dialogo social.

Por lo anterior resulta urgente e indispensable organizar jornadas sindicales de debate público sobre cómo enfrentar las diversas formas de simulación laboral. La mejor forma de iniciarlas es sin duda recuperando las experiencias internacionales al respecto, pues la discusión sobre el tema no es nada nueva, destacaron los ponentes.

Ciudad de México.- Sindicatos como el de la UNAM, el Mexicano de Electricistas, organizaciones de la sociedad civil y abogados laborales se pronunciaron por que desaparezca la figura del outsourcing, ya que es violatoria de los derechos laborales de los trabajadores y de la tributación fiscal y a la fecha afecta a cuatro millones de trabajadores.

En el marco del Foro Internacional de Alternativas Frente al outsourcing, realizado en el Palacio de Minería de la Ciudad de México, Agustín Rodríguez Fuentes, dirigente del STUNAM, comentó que la subcontratación es un flagelo que ha permeado al Poder Ejecutivo, Legislativo Judicial Federal y local y a todos los niveles de gobierno, pues son estos los que contratan empresas para que les provean de personal sin que haya vigilancia estricta para que los derechos de los trabajadores sean respetados.

Por lo que se pronunció por fortalecer el servicio nacional de empleo y que los sindicatos presenten una propuesta ante el senado.

En su participación el líder del SME, Martín Esparza acusó que, tras la extinción de Luz y Fuerza en el gobierno de Felipe Calderón, muchos de los trabajadores que contrató la CFE lo hizo mediante el outsourcing.

Recordó que el mundo del trabajo tiene hoy entre uno de sus temas centrales el del llamado outsourcing, también conocido como subcontratación o tercerización.

Héctor de la Cueva, director del Cilas comentó que a más de siete años de la regulación del outsourcing no ha conseguido detener la expansión de este fenómeno ni hacer respetar los derechos de los trabajadores o crear empleos dignos.

Los ponentes resaltaron que, a la fecha, el tema se encuentra en el centro del debate nacional y el Congreso de la Unión está emplazado a abordarlo en una posible nueva reforma laboral.

En los últimos tres sexenios, el fenómeno conocido como outsourcing, que en sentido amplio incluye la subcontratación de empresas, agencias suministradoras de personal, y algunas formas de trabajo autónomo dependiente económicamente, entre otros, ha crecido exponencialmente en México, estimándose que alcanza a más de cuatro millones de trabajadores.

El abogado Óscar Alzága dijo que, con los gobiernos neoliberales, se puso el estado al servicio de la Subcontratación colectiva y el outsourcing.

Estas figuras flexibilizadoras de las relaciones de trabajo son una autentica simulación laboral y se han convertido en un verdadero cáncer económico y social, indicó,

Además de evadir sus obligaciones fiscales, por medio de las diversas formas de simulación los patrones reducen costos laborales y evaden derechos fundamentales adquiridos de los trabajadores, precarizando el trabajo y socavando la negociación colectiva, la organización sindical y el derecho efectivo de huelga.

Hasta ahora, la mayoría de las organizaciones sindicales democráticas no ha sido tomada en cuenta por el Congreso de la Unión. En caso de concretarse, el llamado Parlamento Abierto no es por sí mismo una garantía de que no terminará en un nuevo ejercicio de simulación cuando lo que se necesita es un auténtico y efectivo dialogo social.

Por lo anterior resulta urgente e indispensable organizar jornadas sindicales de debate público sobre cómo enfrentar las diversas formas de simulación laboral. La mejor forma de iniciarlas es sin duda recuperando las experiencias internacionales al respecto, pues la discusión sobre el tema no es nada nueva, destacaron los ponentes.