Durante la pandemia, alrededor del 30% de la población mexicana ha reportado síntomas dedepresión; es decir, más del doble de lo esperado y de lo que se tenía antes del confinamiento, revelaron especialistas en el marco del Día Mundial de la Salud Mental.
La doctora María Elena Medina Mora, jefa del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de laUniversidad Nacional Autónoma de México indicó que de acuerdo con una encuesta realizada por la Universidad Iberoamericana se encontró mayor prevalencia de depresión en las mujeres con una proporción de 34%, mientras los hombres reportaron 22%.
A su vez, el doctor José Javier Mendoza Velásquez, jefe del área médica en los Servicios deAtención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud informó que alrededor de 100 mil personas han respondido la encuesta digital que fue elaborada de forma conjunta el Instituto Nacional de Psiquiatría (INP), la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM), la UNAM y los Servicios de SaludMental, para poder tener estadísticas precisas del impacto que ha tenido la pandemia en la salud mental y que se encuentra disponible en la dirección electrónica www.coh-fit.com.
El doctor Mendoza indicó que el cuestionario virtual ha sido un valioso instrumento, a través del cual se ha podido confirmar un incremento notable en los trastornos mentales.Señaló que las causas más frecuentes de búsqueda de ayuda han sido la ideación suicida, la violencia y el consumo de sustancias. “No sabíamos qué iba a pasar ante una situación de emergencia como la que hemos vivido”, comentó el especialista.
Recordó que en agosto pasado, autoridades de salud de Estados Unidos reportaron que al menos el 11% de su población había pensado en quitarse la vida, lo que refleja claramente que actualmente se está viviendo un contexto de salud mental diferente al que se tenía antes de la pandemia.
El doctor Mendoza señaló que de las 100 mil personas que han respondido la encuesta electrónica, 25 mil refirieron situaciones de violencia; es decir, la cuarta parte de la población buscó ayuda por esta causa.
Asimismo, indicó que 5 mil personas refirieron intenciones de quitarse la vida, lo que debe ser un llamado de alerta para reactivar todos los recursos de salud mental. Agregó que otra causa de consulta fue también el consumo de sustancias.
La doctora María Elena Medina-Mora destacó que los esfuerzos de ampliación de cobertura de los servicios de salud mental y de acceso a tratamiento, deben ir acompañados con la capacitación de habilidades socioemocionales para la vida y manejo de conflictos, a fin de que las personas, sobretodo los más jóvenes, sepan pedir ayuda y se elimine el estigma que persiste sobre este tipo de padecimientos.
NECESARIO ELIMINAR BRECHA EN SALUD MENTAL
En México, el 18% de la población urbana en edad productiva de15 a 64 años de edad, sufre algún trastorno del estado de ánimo en algún momento de la vida, indicó la doctora María Elena Medina-Mora al advertir que esta carga de enfermedad es ocho veces mayor al presupuesto que se asigna a la salud mental y que apenas es el 2.2% del gasto total de salud.
En conferencia de prensa realizada por Lundbeck en el marco de la conmemoración del DíaMundial de la Salud Mental, la doctora María Elena Medina-Mora, jefa del Departamento dePsiquiatría y Salud Mental de la Universidad Nacional Autónoma de México y ex directora general del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente”, indicó que el estigma hacia las enfermedades mentales, la falta de recursos y de infraestructura hospitalaria, así como la escasa atención médica especializada, obstaculizan la atención integral de los pacientes y su integración social, lo que los deja en situaciones de abandono o en las cárceles.
La especialista explicó que la salud mental es un fenómeno complejo determinado por múltiples factores sociales, ambientales, biológicos y psicológicos, e incluye padecimientos como la depresión, la ansiedad, la epilepsia, las demencias y la esquizofrenia, entre otros.
“En este sentido, lograr que la población conserve la salud mental, además de la salud física depende en gran parte de la realización exitosa de acciones de salud pública, para prevenir las enfermedades, brindar un tratamiento oportuno y adecuado y lograr que los pacientes puedan reintegrarse a la sociedad” explicó la especialista.
La doctora Medina-Mora también hizo hincapié en la necesidad de contar con estadísticas actualizadas de salud mental en México, ya que el último estudio formal con el que se cuenta es laEncuesta Nacional de Salud Mental que se realizó en 2001.Informó que en México, se estima que el 18% de la población urbana en edad productiva (15 a 64años) sufre algún trastorno del estado de ánimo, como depresión, ansiedad, demencia o fobia.
Se calcula que más de 1 millón de personas viven con esquizofrenia, 13 millones de personas son adictas al alcohol, 13 millones son fumadores y hay más de 400 mil adictos a psicotrópicos.
Con relación a los impactos sociales, los índices de enfermos de estos trastornos tienden a aumentar debido a problemas como la pobreza, violencia, aumento de adicciones y envejecimiento de lapoblación.
Contrariamente a estas necesidades, explicó que en nuestro país el presupuesto para salud mental en 2017 fue de $2,586 millones de pesos o poco más de $1.00 dólar per cápita, pero del gasto total en salud, sólo el 2.2% se asignó a salud mental en 2017. Ante la situación de pandemia queestamos enfrentando, es importante reconsiderar la inversión en salud mental en México,puntualizó.¿CÓMO MEJORAR LA ATENCIÓN A LA SALUD MENTAL EN MÉXICO?
La doctora María Elena Medina Mora informó que, de acuerdo con la Organización Mundial de laSalud (OMS), existen cinco acciones a realizar para mejorar la salud mental en las naciones, como incluir la salud mental en los programas de salud pública; mejorar la organización de los servicios de salud mental; integrar la salud mental a la atención primaria; aumentar los recursos humanos para la atención de la salud mental, y generar política pública de largo plazo en salud mental.
El Plan de Acción en Salud Mental 2013 – 2020 de la OMS establece seis principios básicos que deben ser cubiertos en la política pública a favor de la salud mental, tales como: cobertura universal, respeto a los derechos humanos, estrategias de intervención basadas en evidencia científica y las mejores prácticas, consideración de las necesidades sociales y de salud en todas las etapas de la vida, trabajo conjunto de diversos sectores, y empoderamiento de los pacientes.
SUICIDIO, DECISIÓN FATAL O LA PUERTA FALSA
A nivel mundial, cada año se cometen 800 mil suicidios; es decir, cada segundo 40 personas deciden quitarse la vida.En los últimos 45 años, la tasa de suicidio ha aumentado 60% a nivel mundial y se identifica como la segunda causa de muerte en jóvenes de 15 a 29 años.
El doctor José Javier Mendoza Velásquez, jefe del área médica en los Servicios de AtenciónPsiquiátrica de la Secretaría de Salud informó que la ideación suicida ha sido una de las tres principales causas de consulta, junto a la violencia y el consumo de sustancias, detectada por la encuesta electrónica elaborada de forma conjunta por el Instituto Nacional de Psiquiatría (INP), laAsociación Psiquiátrica Mexicana (APM), la UNAM y los Servicios de Salud Mental, para poder tener estadísticas precisas del impacto que ha tenido la pandemia en la salud mental y que se encuentra disponible en la dirección electrónica www.coh-fit.com.
Comentó que de las más de 100 mil personas que han respondido la encuesta, 5 mil refirieron ideaciones suicidas.Especialistas en salud mental advierten que el suicidio es una realidad que duele y lastima a toda una sociedad; causa una fuerte carga emocional en los familiares y amigos de las personas que por algún motivo decidieron quitarse la vida, ya que además del dolor ante la pérdida, genera sentimientos de culpa respecto a un hecho fatal que pudo haberse evitado.
En México, el total de fallecimientos registrados en 2017 por suicidio fue de 6,494, con una tendencia más pronunciada en los hombres (8.7 por cada 100 mil) que en las mujeres (1.9 por cada 100 mil), siendo la media nacional de 5.2 por cada 100 mil habitantes.
Sobresale el grupo de20 a 24 años, con una tasa de 15.1 suicidios por cada 100 mil jóvenes del sexo masculino.A pesar de la alta carga emocional y económica que significa el suicidio, éste es un suceso que puede prevenirse identificando los factores de riesgo y mejorando la salud mental de la población, indicó el doctor Edilberto Peña, neuropsiquiatra y maestro en ciencias médicas.La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los trastornos mentales, como de presión mayor, trastorno bipolar, abuso de alcohol-drogas y esquizofrenia, son un factor muy importante asociado con el suicidio, con una prevalencia total de 80 a 100% de trastornos mentales en casos de suicidio consumado.
“La mayoría de los suicidios han sido precedidos de signos de advertencia verbal o conductual, aunque algunos de ellos se cometen sin advertencia previa”, indicó el especialista.Es importante conocer las señales de alerta, tales como: declaraciones o amenazas de suicidio, desesperanza profunda, consumo de drogas o alcohol, deshacerse de posesiones queridas, decir adiós o pedir perdón, aislamiento, hacerse daño a sí mismos, hablar de la muerte como salida a los problemas o presentar cambios bruscos de estado de euforia a estado de tristeza profunda”,indicó el doctor Peña.
El especialista en neuropsiquiatría advirtió que la crisis por Covid-19 puede ser un factor de riesgo para que aumenten los suicidios. “Los problemas desencadenados por la pandemia pueden generar mediadores psicológicos como tristeza, preocupación, miedo, ira, frustración y culpa.
”En tiempos de Covid-19 existen factores de riesgo psicosociales asociados a suicidio como aislamiento social, pérdida de seres queridos, estigma hacia las personas con Covid-19 y sus familias, pérdida del empleo y factores financieros estresantes, interrupción de la educación y ansiedad por el futuro, violencia doméstica y consumo de alcohol, fragmentación y tensión social, disponibilidad de medios para suicidarse y entornos de escasos recursos.
El doctor Peña explicó que entre las estrategias específicas de prevención están el acompañamiento en el duelo; promover herramientas para favorecer la salud mental; mitigar los efectos adversos del aislamiento; implementar programas educativos y de concienciación para pacientes, familiares y proveedores de atención médica; facilitar la solución de problemas, y evitarla soledad y la desconexión.
“Terapéuticamente hablando existen formas eficaces para la prevención del suicidio como la farmacoterapia, psicoterapia y seguimiento tras realización tentativa. También es importante restringir el acceso a métodos letales y compartir guías de buenas prácticas con medios de comunicación”, aseguró el especialista. El manejo antidepresivo disminuye significativamente la tasa de intentos de suicidio, sobre todo en poblaciones jóvenes.
A nivel gubernamental es necesaria una estrategia legislativa integral para establecer políticas que ayuden a prevenir el suicidio, mejorar la atención de la salud mental de la población y dotar de herramientas a los especialistas que atienden este problema de salud pública.
Sin embargo, el doctor Peña de León señaló que en la Ley General de Salud hasta ahora no existe ningún artículo que haga referencia a alguna estrategia de prevención o acción contra el suicidio.