Tener sobrepeso no es normal. Es una enfermedad crónica, progresiva y altamente estigmatizante que está asociada con el desarrollo de más de 200 diferentes padecimientos, lo que no solo deteriora la calidad de vida de las personas, sino también reduce su expectativa de vida.
Especialistas de distintas disciplinas médicas hablaron sobre este problema de salud en ocasión al Día Mundial de la Obesidad, que se conmemora el 4 de marzo, e hicieron un llamado a la población para cambiar malos hábitos alimenticios, realizar ejercicio físico y acudir al médico para recibir una atención integral, la cual debe incluir no solo la consejería nutricional, sino también atención psicológica, tratamiento farmacológico, e incluso, una intervención quirúrgica.
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El doctor José Luis Salgado Loza, miembro del Colegio Mexicana de Medicina Interna, explicó que uno de los principales daños a la salud que provoca la obesidad es el Síndrome Metabólico, que se caracteriza por un conjunto de trastornos que provocan el aumento de colesterol LDL (malo), triglicéridos en sangre, presión arterial y disminución de colesterol HDL (bueno), lo cual puede desencadenar cardiopatías, infarto, diabetes y accidente cerebrovascular.
“Los cambios ambientales, conductuales y alimenticios están promoviendo este problema, que puede seguir aumentado”, advirtió el especialista, quien indicó que para controlar el Síndrome Metabólico es necesario modificar la dieta y entender que este problema tiene un fuerte impacto emocional en las personas.
A su vez, la doctora Jacqueline Cortés Morelos, especialista en psiquiatría y egresada del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, indicó que la obesidad y el sobrepeso son enfermedades altamente estigmatizadas, que no se reconoce como un problema de salud grave, sino como una forma de ser, en la que las personas se les considera como culpables de su condición.
Las personas que viven con sobrepeso u obesidad se enfrentan a la discriminación y al rechazo, lo cual retrasa la detección y atención oportuna del problema, puede provocar el abandono del tratamiento y, por ende, el empeoramiento del estado físico y emocional, explicó la doctora.
“Es importante cambiar el enfoque de cómo vemos la obesidad, pues se trata de una enfermedad compleja y multifactorial, que no solo depende del individuo, sino de todo su entorno, de las políticas públicas, del acceso a una dieta saludable y activación física”, indicó la especialista.
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Comentó que no todas las personas que viven con obesidad van a requerir el acompañamiento de un psicólogo o un psiquiatra; sin embargo, destacó que no se puede dejar a un lado el impacto emocional que este problema de salud tiene en las personas.
El doctor Ricardo Luna, presidente fundador de la Sociedad Mexicana de Obesidad (SMO) informó que la prevalencia de obesidad aumentó entre un 5 y 10% durante la pandemia, ya que el confinamiento modificó distintos hábitos y la población incurrió en un mayor consumo de alimentos, principalmente, comidas ultra procesadas.
El especialista indicó que también se redujo la actividad física, debido al confinamiento en casa, el cierre de las escuelas y el “home office”, en el que las personas adultas estuvieron sentadas un gran número de horas frente a una pantalla. “Estas condiciones fueron cruciales en el incremento de las prevalencias de sobrepeso y obesidad, con todos los riesgos que esto conlleva”.
Enfermedad inflamatoria y grave
Los especialistas explicaron que la obesidad es una enfermedad inflamatoria crónica que al juntarse con otra enfermedad inflamatoria, como es el caso del Covid-19, fue lo que provocó el severo problema que enfrentó el país con la pandemia del SARS-CoV-19.
La literatura médica advierte que este problema de salud puede desencadenar hasta 200 enfermedades, como: hipertensión arterial alta, dislipidemias, diabetes, cardiopatías, daño renal, infarto cerebral, enfermedad de vesícula, osteoartritis (descomposición del cartílago y el hueso dentro de una articulación), apnea del sueño y problemas respiratorios, diversos tipos de cáncer, depresión, ansiedad, dolor corporal, infertilidad e hígado graso, por mencionar solo algunas.
Asimismo, provoca un deterioro generalizado de la calidad de vida de la persona al limitar la movilidad, con una sensación permanente de fatiga y cansancio.
Tiene tratamiento como cualquier enfermedad
El doctor Ricardo Luna, presidente fundador de la Sociedad Mexicana de Obesidad (SMO) destacó que la obesidad, como cualquier otra enfermedad, debe ser tratada de forma integral y multidisciplinaria, a través de cambios en la conducta alimentaria, activación física, atención psicológica, tratamiento farmacológico, e incluso, cirugía.
Recomendó a la población evitar recurrir a tratamientos o productos “milagro” que ofrecen bajar de peso a las personas casi de forma instantánea. “Todo suplemento alimenticio que se anuncie con propiedades curativas, es un producto milagro”, alertó.
El especialista indicó que también existe cierto estigma social hacia el tratamiento farmacológico contra la obesidad, ya que en el pasado se recetaron los medicamentos sin tener un pleno entendimiento de este problema de salud.
“Actualmente, los fármacos que están aprobados por la FDA (agencia sanitaria de Estados Unidos) y la Cofepris en México, para el tratamiento de la obesidad, son seguros y efectivos, su uso está indicado para largo plazo y, la población debe acudir con un profesional de la salud, para que les dé el tratamiento adecuado, que es individualizado”, apuntó.
El doctor Luna también hizo un llamado a la población para evitar la compra de medicamentos para el tratamiento de la obesidad a través de redes sociales, toda vez, que estos solo pueden ser prescritos por un profesional de la salud.
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Es sobrepeso o es obesidad
El doctor Ricardo Luna, también presidente de la Federación Centroamericana y del Caribe de obesidad y Metabolismo (FECCOM), explicó que el sobrepeso se considera cuando el paciente tiene un índice de masa corporal (IMC) superior a 25 y 29.9, y cuando es superior a 30 ya se dice que la persona tiene obesidad grado 1.
Pero cuando el paciente tiene un índice de masa corporal entre 35 y 39.9, es obesidad grado 2 y arriba de esas cifras, ya es obesidad de grado 3.
Informó que las Guías Médicas para la Atención y Tratamiento de la Obesidad establecen dar tratamiento farmacológico de acuerdo con el IMC. Sin embargo, comentó que actualmente están cambiando las clasificaciones de la obesidad, porque este problema de salud no solo se define como “tener exceso de peso, sino que es tener exceso de grasa disfuncional que está poniendo en riesgo la salud del individuo y que también lo limita en sus actividades físicas diarias”.
Al informar que en México 7 de cada 10 personas, en promedio, presentan sobrepeso u obesidad, el presidente de la SMO indicó que esta prevalencia llega a ser hasta de un 75% en algunas regiones del territorio nacional, como son las zonas urbanas del centro y norte del país.
De este 70%, alrededor del 30% de las personas tienen obesidad; es decir, un índice de masa corporal por arriba de 30.
“Pero más del 80% de la población mexicana tiene obesidad visceral o abdominal, que es la que pone en riesgo al paciente de padecer enfermedades cardiometabólicas”.
La obesidad tiene mayor prevalencia en la población adulta mayor de 20 años; sin embargo, hay que recordar que es un problema de salud “que se incuba en el útero, desde que el bebé está en el vientre de su madre y está recibiendo una mala alimentación”, alertó el especialista.
Desde la vida intrauterina, explicó, se están formando genes que van a poner en riesgo a ese bebé de padecer obesidad y otras de sus comorbilidades en la vida adulta, como con las cardiopatías y la diabetes.
El especialista destacó que el bajo peso al nacer por una mala nutrición de la madre está relacionado con que el bebé pueda padecer obesidad en la vida adulta.
“La obesidad es un problema de malnutrición y estamos viviendo una situación alimentaria que tiene dos caras en una misma moneda”, apuntó.
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México, en alerta máxima
Más del 85% de los mexicanos podrían padecer sobrepeso u obesidad antes del 2050, alertaron especialista del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas (CMCOEM) al señalar que la cirugía bariátrica es una opción segura, confiable y probada en todo el mundo para el tratamiento de la obesidad y sus comorbilidades.
Los tratamientos que existen para combatir esta enfermedad van desde regímenes alimenticios especializados y ejercicios para disminuir el Índice de Masa Corporal (IMC), hasta procedimientos quirúrgicos avanzados, con tecnología médica, como la cirugía bariátrica.
Al respecto, el doctor José Rodríguez Villarreal del Colegio Mexicana de Cirugía para la Obesidad señaló que: “si bien la obesidad es un problema que debe de ser atacado con urgencia desde la prevención, también se deben tomar otras medidas para atender a la población que ya tiene un estado crítico”.
Cuando la condición del paciente lo amerita, la cirugía bariátrica es un tratamiento que busca mejorar la calidad de vida de las personas que padecen obesidad. Se trata de un procedimiento quirúrgico que regula o disminuye la ingesta de alimentos para contribuir a la pérdida de peso.
Actualmente, en México se realizan tres procedimientos de cirugía bariátrica para el tratamiento de la obesidad, como son: manga gástrica, derivación gástrica y banda gástrica ajustable, siendo el más frecuente el bypass gástrico (manga gástrica).
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