Entre 150 y 250 mil niños, niñas y adolescentes en nuestro país están en riesgo de enrolar las filas del narcotráfico, en primera instancia como mensajeros, espías, halcones, distribuidores o sicarios, alertó el estudio "Reclutamiento y Utilización de niñas, niños y adolescentes por grupos delictivos. Análisis desde las políticas públicas y la legislación, de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
La organización de la sociedad civil también informó que del 1 de enero al 31 de agosto de 2021, se registraron 700 homicidios dolosos en contra de niños, niñas y adolescentes de entre 0 a 17 años.
Precisó que de enero a octubre de este año, se contabilizaron 3 mil 726 desapariciones de menores, de los que hasta el momento mil 339 continúan con el estatus de no localizados.
La directora ejecutiva de la Redim, Tania Ramírez, Directora Ejecutiva de REDIM, se pronunció porque se apliquen tres tipos de políticas para incidir de manera efectiva en la disminución de ese delito en el país: prevención, reinserción y atención.
Deben existir cambios jurídicos, para que se vea a los niños y niñas como víctimas, ya que son reclutados por las bandas criminales por temas relacionados a la pobreza, violencia familiar, falta de oportunidades y educación, detalló.
“El modelo de justicia debe incorporar modelos de salud, recuperación y apoyo psicosocial, oportunidades educativas y reinserción en la familia. Se requiere una modificación jurídica para reconocer el carácter de víctima de los menores reclutados con restitución de derechos”, citó.
Propone la tipificación del delito de reclutamiento; de manera explícita el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes por grupos armados, identificando y monitoreando los diferentes grupos incluyendo el crimen organizado.
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En el informe estuvieron presentes Gabriela Polo, de Sipinna; Elena Azaola, profesora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS); Josefina Póntigo Granados, representante de la SSPC, señalaron están en peligro otros 794 mil “está particularmente amenazada por no asistir a la escuela y trabajar simultáneamente”; o no ingresarán al siguiente nivel educativo, por buscar opciones laborales que les permitan subsistir.
Josefina Póntigo Granados, representante de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, externó que entre otros factores que propician el reclutamiento de menores se encuentra el abandono escolar, madres y padres con jornadas completas de trabajo, los riesgos como el camino a casa de la escuela y que la mayoría de las víctimas comienzan a trabajar desde edades muy tempranas.
Para las niñas y adolescentes reclutadas, a pesar de que la mayoría termina cumpliendo roles como cuidadoras y de servicio sexual, también se les ofrece, aunque en menor medida, la posibilidad de ser sicarios, jefas de núcleos delictivos o unidades delincuenciales, aún cuando son víctimas de abuso sexual, embarazos y abortos no deseados y explotación sexual.
El estudio revela que “siete entidades concentran alrededor de 55 por ciento de la población de niñas, niños y adolescentes en riesgo: Estado de México (9.7 por ciento), Jalisco (8.6 por ciento), Chiapas (8.1 por ciento), Puebla (7.8 por ciento), Guanajuato (7.3%), Veracruz (7.2%) y Michoacán (6.5 por ciento)”.
También resaltó que el reclutamiento y la utilización de niñas, niños y adolescentes en México es un tema que ha sido visibilizado recientemente y, a pesar de los esfuerzos realizados para dar a conocer este fenómeno durante los últimos años, poco se ha hecho para garantizar que las dinámicas delictivas y la situación de vulnerabilidad y de riesgo, en las que se encuentran niños, niñas y adolescentes sean efectivas.
El involucramiento y el reclutamiento depende de varios factores: el geográfico, el contexto social, y como se mencionó a lo largo de este documento, no depende exclusivamente de los cárteles que operan en el país.
La marginalidad opera a favor de la incorporación de niños y niñas a grupos delictivos, ya sea por la necesidad de supervivencia o como medio para alcanzar un nivel de vida decente.
Aunque reconoce que en 2021, no existen en México datos oficiales sobre la cantidad de niñas, niños y adolescentes víctimas de reclutamiento o utilización por parte de grupos delictivos. Sin embargo, se cuenta con información oficial que puede ser aprovechada para determinar el contexto en el que este fenómeno tiene lugar.
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