Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México dieron a conocer que midieron por primera vez en la historia de la sismología la rotación producida por un sismo lento en la corteza terrestre sumergida en el mar, lo cual ayudará a la comprensión del origen de grandes tsunamis y supone un importante avance en la carrera por pronosticar terremotos devastadores.
En la conferencia virtual donde se presentó la investigación: “México, primer país del mundo en medir rotación del fondo oceánico producida por sismos lentos”, participaron el Dr. José Luis Macías Vázquez, Director del Instituto de Geofísica; Dr. Vladimir Kostoglodov, Jefe del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica; y el Dr. Víctor Manuel Cruz Atienza, Investigador del Instituto de Geofísica.
De acuerdo con la investigación encabezada por Víctor Manuel Cruz Atienza, doctor del Instituto de Geofísica (IGf) de la Máxima Casa de Estudios, dichos deslizamientos de la corteza terrestre tiene una relación causal con la ruptura de un movimiento telúrico de grandes dimensiones.
Ese método lo han bautizado con el nombre de ELADIN por sus siglas en inglés (Elastostatic Adjoint Inversion), detalló.
En la presentación Macías Vázquez detalló que la fase preliminar de esta investigación fue presentada en septiembre de 2022 en un congreso internacional sobre sismos lentos en Nara (Japón), y en diciembre pasado en el Congreso Anual de la Unión Geofísica estadounidense, celebrado en Chicago.
Añadió que la rotación submarina sólo se había observado en Nankai (Japón) por científicos de la Japan Agency for Marine-Earth Science and Technology, unos meses antes de que los científicos mexicanos fueran capaces de detectarla e interpretarla en Guerrero.
El académico Vladimir Kostoglodov explicó en qué consiste la geodesia marina, por lo que señaló que la batimetría (topografía del fondo marino) con diferente resolución, nivel medio del mar y sus variaciones. Anomalías de la gravedad en el mar, geoide gravimétrico.
Altimetría satelital, nivel del mar, geoide altimétrico y topografía. GNSS (GPS acústico). En forma de broma, comentó que los sismos ocurren en todos lados. Las zonas de ruptura ocurren en una parte de la tierra, en el mar no tienen equipos, por eso sus precisiones no son precisas.
Donde ocurren los sismos las placas están bien acopladas, cuando ocurre un terremoto está liberando la energía acumulada durante años, expuso Kostoglodov.
Víctor Manuel Cruz Atienza, líder del equipo de científicos que ha hecho el hallazgo y desarrollado las fórmulas para interpretar la rotación de la corteza terrestre producida por los terremotos.
Aseguró que los sismos lentos, descubiertos hace apenas 20 años, son el gran enigma de los sismólogos pues casi siempre que se da un terremoto devastador, antes se produce uno lento.
Aunque Cruz reveló haber visto antes que los japoneses detectaron “señales en inclinometría de la rotación en la Brecha de Guerrero sin saber aún su trascendencia”.
La investigación, llevada a cabo durante seis años de la Brecha de Guerrero (costa oeste mexicana) por parte de la UNAM y la Universidad de Kioto (Japón), implicó la instalación de estaciones en el fondo marino. Estos aparatos, sumergidos a miles de metros, llevan integrados un “inclinómetro” con la función de controlar el estado de la unidad.
Cruz Atienza afirmó que al comprobar los datos recogidos por los “inclinómetros” en sucesivas campañas oceanográficas, descubrieron, sumando otros registros del aparato, que podían conocer cuánto había rotado el fondo marino como resultado de dos sismos lentos ocurridos bajo el mar entre julio y septiembre de 2021 y enero y abril del 2022, respectivamente.
Debido a ELADIN se pudo saber que “muy probablemente” el primero de estos eventos lentos causó el terremoto de Acapulco de magnitud 7 el 8 de septiembre de 2021, ya que sucedió en la proximidad de su hipocentro durante los dos meses anteriores al fuerte movimiento telúrico.
El hallazgo radica en la naturaleza de los datos y en los innovadores métodos que permitieron detectar y estudiar los eventos”, resaltó el científico de la UNAM.
Manifestó que en la Brecha de Guerrero se producen los sismos lentos, más fuertes del mundo en magnitud, por lo que probablemente es “el mejor laboratorio posible para el entendimiento de los terremotos”.
Vladimir Kostoglodov resaltó que la mayoría de los sismos devastadores en México ocurren bajo la línea de costa, mientras que en Japón, por ejemplo, a unos 60 km mar adentro. Por esta razón, los tsunamis en México se generan a corta distancia de poblaciones expuestas como Acapulco.
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En los últimos 7 terremotos significativos en México de magnitud superior o igual a 7, hay evidencia clara que es intraplaca, el sismo lento que está ocurriendo en la interfaz de placa pudo disparar el terremoto, citó Cruz Atienza.
Lo cual nos advierte “del peligro” de estos fenómenos en México y “de la importancia de este descubrimiento para el país. En México “sabemos” cómo caminar para la salvaguarda de vidas ante terremotos y tsunamis. Los recursos económicos para las investigaciones son insuficientes.
A la fecha impulsan una iniciativa con el proyecto, donde buscan un financiamiento inicial de 20 millones de dólares, la mitad sería para comprar la instrumentación geofísica, 90 observatorios en tierra que complementen los del Servicio Sismológico Nacional y 33 instrumentos en mar y más infraestructura.
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