En la celebración del Día del Niño en México, millones de pequeños en el país no tienen nada que festejar ya que alrededor de 460 mil menores realizan funciones para la delincuencia organizada. Y nuestro país ocupa penosamente el primer lugar en abuso sexual infantil en el mundo, calculando 5,4 millones de casos al año, es decir, 150 agresiones sexuales a menores cada hora
Reinserta recordó que el abuso sexual infantil tiene una impunidad de más de 99 por ciento, y muchas de las agresiones contra los pequeños ocurren en las prisiones donde sus padres son detenidos.
Con datos dados a conocer en el 2018 por el entonces secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, registro que informó que más de 460 mil menores de edad realizan las agrupaciones delictivas.
Además, señaló que México ocupa el segundo lugar y produce entre el 60 y el 70% de la pornografía infantil mundial.
En su informe "Diagnóstico de maternidad y paternidad en prisión" realizado por Reintegra, que exponen la vida de los niños dentro de la prisión. Indica que el 47% de los menores presentan síntomas de irritabilidad, el 37% tiene problemas para conciliar el sueño, casi el 20% ha tenido contacto con las drogas y el 16% ha presenciado peleas y/o ha sido objeto de peleas.
La organización de la sociedad civil señala que los Centros de Reclusión carecen de áreas especializadas para el desarrollo socio-afectivo, motriz, cognitivo y de lenguaje de los niños.
En México hay cientos de millas de infantes que conviven con sus padres y madres prisiones, o que incluso habitan dentro de las prisiones, pero siguen sin haber infraestructura ni personal capacitado suficiente para cuidarlos durante su estancia en estos centros, lo que incluso la exponen una ser ser de víctimas sexuales.
Hacer falta mucha voluntad política de las autoridades para realizar las adecuaciones necesarias dentro de las cárceles y garantizar la estancia adecuada de los menores.
Habría más de medio millón de niños y niñas en contacto con el sistema penitenciario, o incluso viviendo con sus madres dentro de él hasta los tres años de edad, por lo que es urgente regularizar el sistema de permanencia o de visitas para evitar que se exponga un acto de violencia.
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Describió el caso de un pequeño. "Javier tenía dos años, era uno de los muchos niños y niñas que viven los penales de México, particularmente el penal donde vivía con su madre era mixta, convivían hombres y mujeres sin alguna restricción.
Su madre recibía visitas ocasionales conyugales y Javier era encargado con otro interno. Javier un día acabando con una visita conyugal lloraba sin remedio, hablar de una Reinserta, lo que llevamos al médico y Javier tenía dilatación anal, muy probablemente probablemente de una violación".
Las madres que viven en prisión aseguran que casi 20 por ciento han tenido contacto con drogas, como 16 por ciento ha presenciado peleas y ha sido objeto de las mismas.
Las mujeres argumentaron que su hija o hijo no cuenta con lugares especiales para jugar, correr, comer, dibujar.
Sobre el acceso a los sistemas de vacunación, el 50 por ciento de las mujeres mencionaron que dentro de la prisión no hay vacunas para los menores y solo el 58 por ciento de los menores al interior tienen todas sus vacunas.
En el tema de la alimentación en los centros penitenciarios, el 34 por ciento de las mujeres considera que no hay cuenta con los alimentos suficientes para las necesidades básicas de sus hijas o hijos; el 30 de los siniestros.
De ahí que convocó a las autoridades para reconocer el problema e implementar medidas que erradiquen estos problemas, como programas integrales para la atención de los sobrevivientes y los entornos de género libres de violencia.
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