México sigue siendo un país peligroso para ejercer el sacerdocio en América Latina, de ello dan cuenta 79 atentados contra miembros de la Iglesia Católica; un 1 cardenal, 61 sacerdotes, 1 diácono, 4 religiosos, 9 laicos y una periodista católica, 2 sacerdotes desaparecidos, informó el Centro Católico Multimedial.
Además, en lo que va de la presente administración, se registran cuatro homicidios contra sacerdotes.
Más del 80% de los casos de asesinatos, extorsiones, ataques y robos contra templos católicos no han sido resueltos.
El Reporte Anual 2021 de la Unidad de Investigaciones Especiales CCM, realizado por el padre Sergio Omar Sotelo Aguilar y Guillermo y Guillermo Gazanini Espinoza, director y Coordinador del organismo católico, respectivamente, revela lo anterior, y destaca que la gran mayoría de estos casos han tenido como modus operandi: amenaza, extorsión, levantamiento, tortura y asesinato.
Así como fraudes contra sacerdotes y religiosos, incluidos ataques a templos católicos, delitos que han ido en aumento en la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Ello es evidente por las denuncias en medios y redes sociales de los obispos al advertir las modalidades que realizan los delincuentes y que van mutando conforme lo exigen las necesidades de acopio de dinero que se obtiene de forma ilícita.
El documento señala que desafortunadamente, la cifra negra es superior a las denuncias presentadas. Ni las fiscalías estatales o la Fiscalía General de la República han dado respuestas claras a este fenómeno, por el contrario, las investigaciones son irregulares y con grandes vacíos.
En el estudio se menciona que en comparación con el sexenio anterior, 2012-2018, el número de sacerdotes que han perdido la vida por causas violentas ha disminuido de forma considerable; sin embargo no deja de ser alarmante.
En el primer trienio del sexenio anterior habían muerto 12 sacerdotes y agentes de pastoral o asociados a servicios eclesiásticos.
En este mismo período, en el presente sexenio perdieron la vida 4 ministros religiosos, es decir, una cuarta parte.
En el recuento 2018-2021 describe que el 23 de agosto de 2019, el padre José Martín Guzmán Vega fue apuñalado a las afueras de su parroquia en la comunidad de Cristo Rey de la Paz, ejido Santa Adelaida, de la diócesis de Matamoros.
El 28 de marzo de 2021, la Fiscalía del Estado de Guanajuato reportó el hallazgo del cuerpo sin vida, en la localidad de Cerrito de Guadalupe y San Antón de las Minas, zona del municipio de Dolores Hidalgo, del padre Gumersindo Cortés González del clero de la diócesis de Celaya.
Los restos mortales presentaron indicios de violencia, varios impactos de arma de fuego y tortura lo que presume, de manera extraoficial, una ejecución.
El sacerdote estaba desaparecido desde la mañana del sábado 27 de marzo y la Fiscalía del Estado de Guanajuato ha iniciado las investigaciones para deslindar responsabilidades y las causas de la muerte del clérigo.
El 12 de junio de 2021, Fray Juan Antonio Orozco Alvarado, OFM, cayó víctima de un fuego cruzado. De acuerdo con los datos proporcionados por responsables de la provincia franciscana a la que pertenecía, el religioso y párroco, junto con otros laicos que le acompañaban, quedaron atrapados en un enfrentamiento entre cárteles rivales. Se dirigía a la celebración de la misa en la comunidad tepehuana de Pajaritos y en Mezquital, Durango.
El CCM destacó que en el sexenio pasado los sacerdotes que perdieron la vida fueron 14 y recalcó que en lo que va del sexenio son 4; por año en el 2012 fueron 2; 2013, 4; 2014, 5; 2015, 3; en el 2019 1 y en el 2021 4.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública entre enero y agosto se reportaron 5 mil 722 casos de extorsión telefónica y a través de redes sociales en el país, cifra que representa un 5% más que en el mismo periodo de 2020. El incremento se da, igualmente, por las “novedosas” formas de extorsión contra obispos, sacerdotes y agentes de evangelización.
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Sobre el tema del agravio a templos a objetos de fe y devoción con el sacrilegio a especies eucarísticas. Algunos casos fueron documentados y reportados por los medios de comunicación. En lo general, se trató de robos comunes que tuvieron por blanco algunos artefactos religiosos por considerarlos preciosos y que trajeron, en consecuencia, la profanación de objetos sagrados.
También señala que a la fecha no se tienen noticias del paradero de los sacerdotes: Santiago Álvarez Figueroa de la Diócesis de Zamora desaparecido el 29 de diciembre de 2012. Carlo Órnelas Puga de la Diócesis de Ciudad Victoria, desaparecido el 3 de noviembre de 2013.
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