Ciudad de México a 9 de mayo de 2019.- En el marco de la celebración del Día de las Madres, Voz Pro-Salud Mental Ciudad de México (VPSM CDMX) indica que las madres solteras registran mayores niveles de estrés y mayor riesgo de presentar ansiedad, ante el reto que enfrentan de ser el sustento económico familiar y cuidar de los hijos a la vez.
En los últimos años, la representación tradicional de la familia ha experimentado fuertes cambios. Tal es el caso de las familias encabezadas por madres solteras, aquellas mujeres que cuidan y sostienen a sus hijos sin el apoyo del padre.
Si bien es cierto que en la actualidad existe un alto índice de mujeres quienes deciden serlo; en la mayoría de los casos esta condición no ha sido una elección, sino una situación que se da tras un divorcio (a veces por temas de abuso o violencia), el fallecimiento de la pareja o su abandono (incluso antes del nacimiento del hijo).
En estos casos, las mujeres se enfrentan al doble reto de ser el sustento económico de la familia y de cuidar al menor, tareas muchas veces difíciles de compaginar, sobre todo si no se tiene ayuda. Esta sobrecarga las lleva a experimentar mayores niveles de estrés y una mayor propensión a presentar ansiedad, depresión y una autoestima más baja que las madres en familias biparentales. Estos efectos son aún más severos en las madres que deben cuidar a más de un hijo, así como en aquellas sufrieron maltrato en la infancia, en el matrimonio, o pasaron por un divorcio.
Factores económicos
En México, muchas de ellas viven en condiciones de pobreza, lo cual limita sus posibilidades de autocuidado y demerita su calidad de vida.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), en 2014, el 33.5% de las madres encuestadas entre 15 y 54 años eran solteras, y de ellas, el 53% no tenía una escolaridad superior a la secundaria.
Estas mujeres también se enfrentan al machismo prevalente en nuestra sociedad: muchos trabajos son todavía menos remunerados para las mujeres, lo cual dificulta el sustento económico de la familia; además de que muchos empleadores se niegan a contratar a madres en esta condición.
Según datos del INEGI, en 2017, solamente el 41.8% de las madres solteras trabajaba. La quinta parte de este sector (22.2%) ganando un salario mínimo o menos; el 30.6%, hasta dos salarios mínimos; y el 29.6%, dos o más salarios mínimos.
De esta población, solamente el 2.3% de las adolescentes hacía frente a la carga económica del hogar (jefa de familia), mientras que el 55.7% de las mujeres de 40 a 44 años ejercía este rol.
Factores sociales
A veces, por la demanda de sus actividades, estas madres pueden pasar mucho tiempo aisladas y perder parte de su vida cotidiana.
Lograr una red de apoyo social y familiar, una independencia y autonomía económicas, tener u obtener un mayor nivel educativo, aunado a una gran fortaleza y resiliencia son fundamentales para recobrar un equilibrio en sus vidas y garantizar su bienestar.