/ viernes 10 de mayo de 2019

Madres lloran a sus hijos en la Marcha de la Dignidad Nacional

Exhortaron al presidente Andrés Manuel López Obrador que emprendiera acciones para localizar a los más de 40 mil desaparecidos en menos de ocho años

En cuanto dio inició la octava Marcha de la Dignidad Nacional, decenas de padres de familia se soltaron en llanto al recordar a sus hijos desaparecidos; hombro a hombro y con paso firme, caminaron del Monumento a la Madre al Ángel de la Independencia para exigir justicia al gobierno mexicano.

Foto: David Deolarte

Derrotadas por la imposibilidad de conocer el paradero de sus seres queridos, las mujeres presentes intentaron no ceder ante el dolor de la memoria y no apagaron sus voces que clamaban la reaparición de los que ya no están.

Entre ellas mismas, se acompañaron y dieron muestra de solidaridad ante la impotencia que genera el extravió de un familiar; el contingente se unió y lamentó la ultima vez que sostuvieron dialogo con sus hijos.

A una sola voz, exhortaron al presidente Andrés Manuel López Obrador que emprendiera acciones para localizar a los más de 40 mil desaparecidos en menos de ocho años.

Foto: David Deolarte

Olvidadas del tiempo y esperando que sus pies no les fallaran por la importancia de la fecha, las mujeres arribaron a las escalinatas del Ángel de la Independencia para hacer uso del micrófono.

Un centenar de trabajadores de Paseo de la Reforma acompañaron a los dolientes y compartieron el dolor que genera el extravió o desaparición forzada de hijos o padres de familia.

De acuerdo con las creencias católicas de algunas familias, se realizaron rosarios acompañados de canticos religiosos para honrar la memoria de los desaparecidos. La mayoría de los dolientes arribaron vestidos totalmente de blanco como un símbolo de la resignación y purificación del alma.

Foto: David Deolarte

Un líder espiritual tomó el micrófono y se dirigió a la comunidad e hizo un llamado a no rendirse en esta búsqueda y a exigir justicia a las autoridades competentes.

Invitó a todos los capitalinos a no ser indiferentes ante la tragedia, ya que toda vida es valiosa y toda muerte lamentable. Dijo que mientras más unión exista entre los mexicanos, habrá menos casos de desapariciones.

Horas después, el contingente se separó y poco a poco, la explanada del Ángel de la Independencia se vació. Una de las ultimas personas en irse señaló que no hubiera asistido a dicha marcha, si todavía tuviera el afecto de su hija menor de edad; “no hay nada que celebrar, mi casa esta vacía”, concluyó.

Foto: David Deolarte

En cuanto dio inició la octava Marcha de la Dignidad Nacional, decenas de padres de familia se soltaron en llanto al recordar a sus hijos desaparecidos; hombro a hombro y con paso firme, caminaron del Monumento a la Madre al Ángel de la Independencia para exigir justicia al gobierno mexicano.

Foto: David Deolarte

Derrotadas por la imposibilidad de conocer el paradero de sus seres queridos, las mujeres presentes intentaron no ceder ante el dolor de la memoria y no apagaron sus voces que clamaban la reaparición de los que ya no están.

Entre ellas mismas, se acompañaron y dieron muestra de solidaridad ante la impotencia que genera el extravió de un familiar; el contingente se unió y lamentó la ultima vez que sostuvieron dialogo con sus hijos.

A una sola voz, exhortaron al presidente Andrés Manuel López Obrador que emprendiera acciones para localizar a los más de 40 mil desaparecidos en menos de ocho años.

Foto: David Deolarte

Olvidadas del tiempo y esperando que sus pies no les fallaran por la importancia de la fecha, las mujeres arribaron a las escalinatas del Ángel de la Independencia para hacer uso del micrófono.

Un centenar de trabajadores de Paseo de la Reforma acompañaron a los dolientes y compartieron el dolor que genera el extravió o desaparición forzada de hijos o padres de familia.

De acuerdo con las creencias católicas de algunas familias, se realizaron rosarios acompañados de canticos religiosos para honrar la memoria de los desaparecidos. La mayoría de los dolientes arribaron vestidos totalmente de blanco como un símbolo de la resignación y purificación del alma.

Foto: David Deolarte

Un líder espiritual tomó el micrófono y se dirigió a la comunidad e hizo un llamado a no rendirse en esta búsqueda y a exigir justicia a las autoridades competentes.

Invitó a todos los capitalinos a no ser indiferentes ante la tragedia, ya que toda vida es valiosa y toda muerte lamentable. Dijo que mientras más unión exista entre los mexicanos, habrá menos casos de desapariciones.

Horas después, el contingente se separó y poco a poco, la explanada del Ángel de la Independencia se vació. Una de las ultimas personas en irse señaló que no hubiera asistido a dicha marcha, si todavía tuviera el afecto de su hija menor de edad; “no hay nada que celebrar, mi casa esta vacía”, concluyó.

Foto: David Deolarte