/ lunes 19 de agosto de 2024

Mujeres al mando de la Marina: la cabo de cadetes Reynoso quiere recuperar Guerrero

22.6 por ciento del personal total de la Secretaría son mujeres, quienes se enlistan por beneficios económicos, superación personal o por su amor a México.

“Pero ¿por qué?, me preguntaba a menudo. ¿Por qué, después de haberse hecho un lugar en un mundo que era del todo masculino, las mujeres no han sido capaces de defender su historia, sus palabras, sus sentimientos? Falta de confianza. Se nos oculta un mundo entero. Su guerra sigue siendo desconocida...

Yo quiero escribir la historia de esta guerra. La historia de las mujeres”.

-Svetlana Alexiévich / “La guerra no tiene rostro de mujer” (1985).

En 2022 la Universidad Naval de la Secretaría de la Marina matriculó a mil 942 personas, 556 de ellas fueron mujeres, equivalente a un porcentaje de 28.6 por ciento, es decir menor a la mitad de hombres, cuyo porcentaje es el restante con un 71.4 por ciento, de acuerdo con datos de la institución. Por ello, quise adentrarme en el plantel de la Heroica Escuela Naval Militar y así desenmascarar las motivaciones que llevan a una mujer a enlistarse en las Fuerzas Armadas, y lo que implica: como dejar atrás a la familia o estar lejos de ella; los beneficios económicos o intentar entrar las veces que sean necesarias hasta conseguirlo por superación personal.

El recinto donde comenzó el recorrido, se encuentra cerca del Puerto de Veracruz, en Antón Lizardo, un complejo mejor conocido como el Alma Mater de la Marina y cuya antigüedad data desde 1897, un proyecto pensado ya en 1821 con la creación de la Secretaría de Marina. Sin embargo, la idea fue impulsada 13 años antes de siglo XX por el Brigadier de la Armada José María De la Vega.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Dentro de estas instalaciones se encuentra el Centro de Formación y Capacitación de la Armada de México. Ahí el Capitán Jesús Heriberto, nos explico de la manera más institucional posible los detalles: en este es un lugar se recibe a todo el personal de la Armada, ya sea marino o militar; además, se imparten las carreras Técnicas de Intendencia, Electrónica e Informática. Todas ellas con una duración de tres años y un año extra de pasantías.

En ese momento las y los acompañantes del Capitán fueron presentados: Dos mujeres y dos hombres, de buen porte, zapatos lustrados y un uniforme blanco impecable: la Alumna Madrigal, el alumno Rivera, el Teniente Oscanga y la Teniente Valerio; quienes, de parte del alumnado pertenecían a la carrera de Intendencia; mientras que los restantes eran del profesorado de materias relacionadas al adoctrinamiento militar.

¿Por qué las mujeres se enlistan en la Marina?

Brenda Siqueiros de la Escuela de Intendencia Naval, alumna de nuevo ingreso, entró por superación personal, pues antes -dijo con un semblante de orgullo- ya había formado parte del extracto militar. Esta vez quería crecer como persona y también hacerlo profesionalmente en un periodo de 4 años, momento en el que “tendría que ver todos los trámites, pagos y todo lo que tenga que ver con Administración”.

Una de sus principales motivaciones fue salir de su zona de confort, oriunda de Mazatlán, Sinaloa, realizó un viaje de 22 horas en autobús, en el que dejó atrás a su familia. Esto representó un gran sacrificio que se reflejaba en su semblante nostálgico

Corrió el riesgo por la accesibilidad económica del Centro de Formación, ya que su educación será gratuita; además de salir con un puesto asegurado en el campo laboral de su área, sin la necesidad de buscar “algo allá afuera”.

Así como para muchas otras alumnas, entrar al Centro de Formación y Capacitación de la Armada de México implica un sostén económico, debido a que no se preocupan por gastos en logística porque todo es proporcionado por la institución y su desempeño se ve recompensado con un puesto en su área de estudio en un futuro próximo.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Los beneficios de la Armada Mexicana

Existen otras motivaciones para inscribirse en la educación militar. La alumna Madrigal, en su oportunidad, salió del anonimato sigiloso de su presentación y narró a profundidad que además de su pasión por la carrera de Intendencia, existen otros beneficios al estudiar en esta escuela.

Itzel Ariana Madrigal Pérez, de Escuela de Intendencia Naval, piensa que tanto el adoctrinamiento militar, como las herramientas pedagógicas, le servirán a futuro.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Por su parte, ella desea desempeñarse en el área administrativa de un buque, porque abarca una responsabilidad “más grande” donde disponen de bienes financieros y materiales.

Aparte de ser una carrera "linda e interesante", Itzel Madrigal, ha aprendido a ser cumplida y organizada consigo misma gracias a la disciplina dentro del plantel y siendo originaria de Tabasco, ha conocido lugares a los que nunca creyó llegar gracias a la Armada.

“En este año tuvimos curso de Bote Vela, nos brinda oportunidades de conocer y hacer otras cosas que nunca creímos que lograríamos (…) actualmente tengo 18 años, para entrar aquí hay que sacrificar, porque lo bueno no es nada fácil”, dijo Madrigal.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Intentar hasta conseguirlo

Alumna de primer año, en la Escuela de Electrónica naval de la carrera de Informática Naval, Mairene Aguilar González de 20 años, relata que quiso pertenecer al Centro de Formación y Capacitación de la Armada de México “desde un principio”, inclusive intentó ingresar en 3 ocasiones, consiguiéndolo en esta última.

“Le he echado muchísimas ganas porque es lo que yo quiero, lo hago porque es mi futuro, creces en muchísimos aspectos y te enseñan cosas que a futuro te ayudan en todo: como modales y disciplina” señaló.

Mairene, oriunda de Oaxaca, hizo hincapié en la ayuda económica que representa estudiar en la Marina “si no estás bien económicamente te dan uniformes, hospedaje, todo para salir adelante como persona y es con una buena intención”.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa


¿Y si elegiste otra carrera universitaria?

A veces las decisiones sobre la vida pueden llevarte lejos de tu objetivo o ponértelo enfrente así como a Jessica María Hermida Macías, quien es licenciada en pedagogía e incluso se dedicó a la radio y la televisión; sin embargo, las circunstancias la llevaron a incorporarse al Centro de Formación y Capacitación de la Armada de México.

Su preparación en el ámbito pedagógico aporta “una perspectiva trascendental” para los alumnos, pues pertenece al área de la planeación educativa. Jessica elabora planes de estudio de a cuerdo a las necesidades académicas de los estudiantes para que los integrantes de las Fuerzas Armadas tengan una formación de excelencia.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Además, su experiencia en los medios de comunicación le permite ser la voz institucional del plantel y maestra de ceremonias. En conjunto, sus aptitudes pedagógicas y de comunicación suman para ser un modelo a seguir para los cadetes:

"Desde el momento en que nos paramos frente a ellos y somos su imagen, nos convertimos en su modelo a seguir, nuestro impacto va a ser en cada paso que demos. Solamente se puede reprender al que es irreprensible, es decir hacemos todo ejemplificando, lo que nos toca sin titubear. Ir a donde nos demande el servicio”.

En caso de unirse a las Fuerzas Armadas aún con otra carrera, es posible hacerlo siempre y cuando esté disponible la vacante de “Teniente de Corbeta” grado adquirido por la pedagoga "Nosotros como personal civil con licenciatura, maestría o algún tipo de posgrado podemos integrarnos a las filas de la Secretaría de Marina con edad límite de 31 años”.

Jessica María Hermida Macías prefirió una nueva etapa en su vida por su amor a México y porque quería “generar una nueva perspectiva, algo trascendental. Quise hacer la diferencia desde un punto alcanzable”.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

“Las mujeres son capaces de llevar el liderazgo”

Subiendo un peldaño más en el escalón, fue turno de trasladar la investigación a la Heroica Escuela Naval Militar; lugar donde se imparten 6 carreras universitarias: Ingeniería en Sistemas Navales (Cuerpo General), Ingeniería Hidrográfica (Infante de Marina), Ingeniería en Electrónica y Comunicaciones Navales, Ingeniería Mecánica Naval, Ingeniería Aeronaval (Piloto) e Ingeniería en Logística.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

En este plantel, hay un simulador naval, donde se encuentran 5 monitores que emulan una embarcación militar, un centro de control, radares, pantallas con coordenadas y brújulas. Ahí los alumnos trabajan en equipo para lidiar contra las posibles fallas en un navío, las condiciones meteorológicas o una emergencia bélica.

Entre los cadetes se hallaba la mujer con más espíritu naval a lo largo y ancho de las instalaciones académicas: la cabo de cadetes, María Fernanda Robles Navarro, quien cursa el tercer año de la Carrera de Ingeniería en Sistemas Navales, Cuerpo General, esto último debido a que “abarca todo”, tanto unidades de superficie como campos administrativos.

Entendiendo por unidades de superficie a los navíos en altamar como los buques, la cadete Navarro menciona que el simulador de navegación, representa un puente de mando de una unidad de superficie, planes de navegación y comunicación que se utilizan como Oficial y es una preparación a futuro para surcar los mares de forma fácil, eficiente y efectiva.

La joven estudiante de 18 años tiene claro que "No es lo mismo tener la materia en un salón a tener un buque en la vida real" ya que durante sus prácticas marinas hace guardias de 4 horas distribuidas en un periodo de 12 horas. En ese tiempo ofrece ayuda con los conocimientos adquiridos durante su preparación universitaria.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Ella también ha sido timonel, la persona que lleva la caña y una vez definida la ruta, cambia el rumbo de la embarcación hacia el destino indicado; esta es otra oportunidad para poner en práctica sus conocimientos.

María Fernanda Robles Navarro desde muy corta edad, inclusive durante su vida en el estado de Sonora, sueña con llegar hasta lo más alto posible que pueda como una representación de las mujeres, porque quiere ser un símbolo de fuerza para las distintas generaciones en el devenir de la Heroica Escuela Naval Militar.

“No es una armada nada más de masculinos, las mujeres somos capaces de llevar el liderazgo de la Armada de México” dijo, añadiendo que amigos, familiares y sus círculos sociales le recuerdan constantemente que es un orgullo para el país.

Al igual que en un buque, tiene presente que depende del promedio, calificaciones y del paso de tiempo como oficial para trazar el camino hacia su futuro y se motiva bajo la encomienda: “Ese poquito esfuerzo que hacemos de levantarnos a las 5:00 horas, salir a correr y echarle ganas a las materias” vale la pena porque se verá recompensado.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

“Antes mi percepción era de miedo”

Para cerrar mi paso por la Heroica Escuela Naval Militar, formé parte de una operación de rescate, donde conocí a la Cabo de cadetes Reynoso, infante de Marina paracaidista, cuyo objetivo es salvar su lugar de origen: el estado de Guerrero.

La alumna Reynoso se enlistó en las Fuerzas Armadas principalmente porque el lugar donde vivía antes es bastante peligroso, ahí tuvo que enfrentarse a cosas “que poca gente ha hecho y para erradicarlas” se inscribió en la carrera de infantería de marina.

Estar en una institución académica de tipo militar le hizo cambiar el punto de vista sobre su hogar: “Antes mi percepción era de miedo, cuando salía pensaba que en el camino me iba a salir alguien o que me iban a pedir dinero y ahora salgo sin miedo, cambió mi percepción de seguridad en Guerrero”.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Ahora, con una visión distinta de su realidad y con otras herramientas adquiridas en las Fuerzas Armadas de México, le gustaría formar parte de un batallón de infantería, no dedicarse a lo administrativo, sino salir a operaciones: de rescate, encontrar objetivos y capturar lugares. Ir a todos los rincones posibles, pero volver a su estado donde nació su idea de pertenecer a la Marina prestar sus servicios.

Asimismo, expuso que las personas deben dejar atrás “los tabúes de que la mujer no puede ser infante. Cualquier mujer y hombre tiene la capacidad de hacer lo que quiera y cualquier persona que tenga el propósito de hacerlo, lo va a cumplir si se lo propone”.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

La mujer mexicana integra las Fuerzas Armadas de forma plena

Mi última parada fue frente a una de las más grandes autoridades de esta institución de la Marina, la voz de la experiencia. Para no caer en suposiciones el Contralmirante Heriberto Cano Muñoz, Jefe de Estudios de la Escuela Naval, aclaró que las mujeres son admitidas en la Armada de México y en la academia se les trata con equidad y respeto.

“Se le da la oportunidad a la mujer mexicana para que integre a las Fuerzas Armadas de forma plena, con todos los derechos que conlleva ser Marino”, afirmó.

Heriberto Cano informó que para cumplir con lo antes mencionado, se han adaptado los alojamientos, los baños, en general han adecuado “todo para las necesidades propias de las mujeres, para que se sientan a gusto y puedan desarrollarse tanto física, mental y psicológicamente.

Por ello le da la bienvenida a todo el personal femenino que quiera servir a la armada de México.

Respecto a la equidad, señaló que todas las mujeres tienen derecho a inclinarse por cualquier carrera de la oferta académica, siendo la de Cuerpo General la más demandada por el alumnado femenino, sin dejar de lado que hay personal de infantería y aeronáutica naval entre ellas pilotos.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

22.6% del personal total de la Marina son mujeres

En 2024, de acuerdo con datos oficiales de la Secretaría de Marina el personal naval total asciende a 85 mil 513 elementos, de los cuales 19 mil 336 son mujeres y 66 mil 177 son hombres. En porcentaje el personal femenino equivale a 22.6 por ciento, mientras que el masculino a 77.4 por ciento.

A lo largo de la travesía veracruzana en el corazón de la Marina, descubrí que el personal femenil pareciera poco en las Fuerzas Armadas; sin embargo, las mujeres luchan en primer lugar contra sí mismas para conseguir un lugar en la Marina, después se ponen metas alcanzables con la ayuda de la educación y los beneficios de la Armada como el hospedaje, la comida, la infraestructura y los conocimientos.

Para muchas de las mujeres, entrar a este gremio significa una oportunidad para salir de la precariedad y encontrar un refugio en la marina, un lugar que acoge a quienes están dispuestos a sacrificar las “comodidades” de su vida, para aspirar a un futuro estable sin preocupaciones económicas o laborales.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

En cambio, para otras significa ser una persona dispuesta a servir al país y tener un papel antagónico en la historia de las Fuerzas Armadas mexicana en el que se desenvuelven como la otra cara de hacer las cosas, un imaginario para igualar la balanza en condiciones de género.


Al igual que mencionaba la alumna Madrigal, durante su paso por la Heroica Escuela Naval Militar son forjadas con los más altos valores “honor, deber, lealtad y patriotismo” para servir a los ciudadanos y la nación.

Y desde 2016 cuando solo eran solo 12 mil 973 mujeres, es notorio el aumento de personal femenino enlistado tanto en la Secretaría de Marina, como en los planteles de la Heroica Escuela Naval Milita. En consecuencia, vencer el miedo para liderar a la Marina de forma plena es el sello de las mujeres en su paso durante esos 8 años hasta el presente.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem



Foto: Marco Gamboa / La Prensa

“Pero ¿por qué?, me preguntaba a menudo. ¿Por qué, después de haberse hecho un lugar en un mundo que era del todo masculino, las mujeres no han sido capaces de defender su historia, sus palabras, sus sentimientos? Falta de confianza. Se nos oculta un mundo entero. Su guerra sigue siendo desconocida...

Yo quiero escribir la historia de esta guerra. La historia de las mujeres”.

-Svetlana Alexiévich / “La guerra no tiene rostro de mujer” (1985).

En 2022 la Universidad Naval de la Secretaría de la Marina matriculó a mil 942 personas, 556 de ellas fueron mujeres, equivalente a un porcentaje de 28.6 por ciento, es decir menor a la mitad de hombres, cuyo porcentaje es el restante con un 71.4 por ciento, de acuerdo con datos de la institución. Por ello, quise adentrarme en el plantel de la Heroica Escuela Naval Militar y así desenmascarar las motivaciones que llevan a una mujer a enlistarse en las Fuerzas Armadas, y lo que implica: como dejar atrás a la familia o estar lejos de ella; los beneficios económicos o intentar entrar las veces que sean necesarias hasta conseguirlo por superación personal.

El recinto donde comenzó el recorrido, se encuentra cerca del Puerto de Veracruz, en Antón Lizardo, un complejo mejor conocido como el Alma Mater de la Marina y cuya antigüedad data desde 1897, un proyecto pensado ya en 1821 con la creación de la Secretaría de Marina. Sin embargo, la idea fue impulsada 13 años antes de siglo XX por el Brigadier de la Armada José María De la Vega.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Dentro de estas instalaciones se encuentra el Centro de Formación y Capacitación de la Armada de México. Ahí el Capitán Jesús Heriberto, nos explico de la manera más institucional posible los detalles: en este es un lugar se recibe a todo el personal de la Armada, ya sea marino o militar; además, se imparten las carreras Técnicas de Intendencia, Electrónica e Informática. Todas ellas con una duración de tres años y un año extra de pasantías.

En ese momento las y los acompañantes del Capitán fueron presentados: Dos mujeres y dos hombres, de buen porte, zapatos lustrados y un uniforme blanco impecable: la Alumna Madrigal, el alumno Rivera, el Teniente Oscanga y la Teniente Valerio; quienes, de parte del alumnado pertenecían a la carrera de Intendencia; mientras que los restantes eran del profesorado de materias relacionadas al adoctrinamiento militar.

¿Por qué las mujeres se enlistan en la Marina?

Brenda Siqueiros de la Escuela de Intendencia Naval, alumna de nuevo ingreso, entró por superación personal, pues antes -dijo con un semblante de orgullo- ya había formado parte del extracto militar. Esta vez quería crecer como persona y también hacerlo profesionalmente en un periodo de 4 años, momento en el que “tendría que ver todos los trámites, pagos y todo lo que tenga que ver con Administración”.

Una de sus principales motivaciones fue salir de su zona de confort, oriunda de Mazatlán, Sinaloa, realizó un viaje de 22 horas en autobús, en el que dejó atrás a su familia. Esto representó un gran sacrificio que se reflejaba en su semblante nostálgico

Corrió el riesgo por la accesibilidad económica del Centro de Formación, ya que su educación será gratuita; además de salir con un puesto asegurado en el campo laboral de su área, sin la necesidad de buscar “algo allá afuera”.

Así como para muchas otras alumnas, entrar al Centro de Formación y Capacitación de la Armada de México implica un sostén económico, debido a que no se preocupan por gastos en logística porque todo es proporcionado por la institución y su desempeño se ve recompensado con un puesto en su área de estudio en un futuro próximo.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Los beneficios de la Armada Mexicana

Existen otras motivaciones para inscribirse en la educación militar. La alumna Madrigal, en su oportunidad, salió del anonimato sigiloso de su presentación y narró a profundidad que además de su pasión por la carrera de Intendencia, existen otros beneficios al estudiar en esta escuela.

Itzel Ariana Madrigal Pérez, de Escuela de Intendencia Naval, piensa que tanto el adoctrinamiento militar, como las herramientas pedagógicas, le servirán a futuro.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Por su parte, ella desea desempeñarse en el área administrativa de un buque, porque abarca una responsabilidad “más grande” donde disponen de bienes financieros y materiales.

Aparte de ser una carrera "linda e interesante", Itzel Madrigal, ha aprendido a ser cumplida y organizada consigo misma gracias a la disciplina dentro del plantel y siendo originaria de Tabasco, ha conocido lugares a los que nunca creyó llegar gracias a la Armada.

“En este año tuvimos curso de Bote Vela, nos brinda oportunidades de conocer y hacer otras cosas que nunca creímos que lograríamos (…) actualmente tengo 18 años, para entrar aquí hay que sacrificar, porque lo bueno no es nada fácil”, dijo Madrigal.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Intentar hasta conseguirlo

Alumna de primer año, en la Escuela de Electrónica naval de la carrera de Informática Naval, Mairene Aguilar González de 20 años, relata que quiso pertenecer al Centro de Formación y Capacitación de la Armada de México “desde un principio”, inclusive intentó ingresar en 3 ocasiones, consiguiéndolo en esta última.

“Le he echado muchísimas ganas porque es lo que yo quiero, lo hago porque es mi futuro, creces en muchísimos aspectos y te enseñan cosas que a futuro te ayudan en todo: como modales y disciplina” señaló.

Mairene, oriunda de Oaxaca, hizo hincapié en la ayuda económica que representa estudiar en la Marina “si no estás bien económicamente te dan uniformes, hospedaje, todo para salir adelante como persona y es con una buena intención”.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa


¿Y si elegiste otra carrera universitaria?

A veces las decisiones sobre la vida pueden llevarte lejos de tu objetivo o ponértelo enfrente así como a Jessica María Hermida Macías, quien es licenciada en pedagogía e incluso se dedicó a la radio y la televisión; sin embargo, las circunstancias la llevaron a incorporarse al Centro de Formación y Capacitación de la Armada de México.

Su preparación en el ámbito pedagógico aporta “una perspectiva trascendental” para los alumnos, pues pertenece al área de la planeación educativa. Jessica elabora planes de estudio de a cuerdo a las necesidades académicas de los estudiantes para que los integrantes de las Fuerzas Armadas tengan una formación de excelencia.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Además, su experiencia en los medios de comunicación le permite ser la voz institucional del plantel y maestra de ceremonias. En conjunto, sus aptitudes pedagógicas y de comunicación suman para ser un modelo a seguir para los cadetes:

"Desde el momento en que nos paramos frente a ellos y somos su imagen, nos convertimos en su modelo a seguir, nuestro impacto va a ser en cada paso que demos. Solamente se puede reprender al que es irreprensible, es decir hacemos todo ejemplificando, lo que nos toca sin titubear. Ir a donde nos demande el servicio”.

En caso de unirse a las Fuerzas Armadas aún con otra carrera, es posible hacerlo siempre y cuando esté disponible la vacante de “Teniente de Corbeta” grado adquirido por la pedagoga "Nosotros como personal civil con licenciatura, maestría o algún tipo de posgrado podemos integrarnos a las filas de la Secretaría de Marina con edad límite de 31 años”.

Jessica María Hermida Macías prefirió una nueva etapa en su vida por su amor a México y porque quería “generar una nueva perspectiva, algo trascendental. Quise hacer la diferencia desde un punto alcanzable”.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

“Las mujeres son capaces de llevar el liderazgo”

Subiendo un peldaño más en el escalón, fue turno de trasladar la investigación a la Heroica Escuela Naval Militar; lugar donde se imparten 6 carreras universitarias: Ingeniería en Sistemas Navales (Cuerpo General), Ingeniería Hidrográfica (Infante de Marina), Ingeniería en Electrónica y Comunicaciones Navales, Ingeniería Mecánica Naval, Ingeniería Aeronaval (Piloto) e Ingeniería en Logística.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

En este plantel, hay un simulador naval, donde se encuentran 5 monitores que emulan una embarcación militar, un centro de control, radares, pantallas con coordenadas y brújulas. Ahí los alumnos trabajan en equipo para lidiar contra las posibles fallas en un navío, las condiciones meteorológicas o una emergencia bélica.

Entre los cadetes se hallaba la mujer con más espíritu naval a lo largo y ancho de las instalaciones académicas: la cabo de cadetes, María Fernanda Robles Navarro, quien cursa el tercer año de la Carrera de Ingeniería en Sistemas Navales, Cuerpo General, esto último debido a que “abarca todo”, tanto unidades de superficie como campos administrativos.

Entendiendo por unidades de superficie a los navíos en altamar como los buques, la cadete Navarro menciona que el simulador de navegación, representa un puente de mando de una unidad de superficie, planes de navegación y comunicación que se utilizan como Oficial y es una preparación a futuro para surcar los mares de forma fácil, eficiente y efectiva.

La joven estudiante de 18 años tiene claro que "No es lo mismo tener la materia en un salón a tener un buque en la vida real" ya que durante sus prácticas marinas hace guardias de 4 horas distribuidas en un periodo de 12 horas. En ese tiempo ofrece ayuda con los conocimientos adquiridos durante su preparación universitaria.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Ella también ha sido timonel, la persona que lleva la caña y una vez definida la ruta, cambia el rumbo de la embarcación hacia el destino indicado; esta es otra oportunidad para poner en práctica sus conocimientos.

María Fernanda Robles Navarro desde muy corta edad, inclusive durante su vida en el estado de Sonora, sueña con llegar hasta lo más alto posible que pueda como una representación de las mujeres, porque quiere ser un símbolo de fuerza para las distintas generaciones en el devenir de la Heroica Escuela Naval Militar.

“No es una armada nada más de masculinos, las mujeres somos capaces de llevar el liderazgo de la Armada de México” dijo, añadiendo que amigos, familiares y sus círculos sociales le recuerdan constantemente que es un orgullo para el país.

Al igual que en un buque, tiene presente que depende del promedio, calificaciones y del paso de tiempo como oficial para trazar el camino hacia su futuro y se motiva bajo la encomienda: “Ese poquito esfuerzo que hacemos de levantarnos a las 5:00 horas, salir a correr y echarle ganas a las materias” vale la pena porque se verá recompensado.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

“Antes mi percepción era de miedo”

Para cerrar mi paso por la Heroica Escuela Naval Militar, formé parte de una operación de rescate, donde conocí a la Cabo de cadetes Reynoso, infante de Marina paracaidista, cuyo objetivo es salvar su lugar de origen: el estado de Guerrero.

La alumna Reynoso se enlistó en las Fuerzas Armadas principalmente porque el lugar donde vivía antes es bastante peligroso, ahí tuvo que enfrentarse a cosas “que poca gente ha hecho y para erradicarlas” se inscribió en la carrera de infantería de marina.

Estar en una institución académica de tipo militar le hizo cambiar el punto de vista sobre su hogar: “Antes mi percepción era de miedo, cuando salía pensaba que en el camino me iba a salir alguien o que me iban a pedir dinero y ahora salgo sin miedo, cambió mi percepción de seguridad en Guerrero”.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

Ahora, con una visión distinta de su realidad y con otras herramientas adquiridas en las Fuerzas Armadas de México, le gustaría formar parte de un batallón de infantería, no dedicarse a lo administrativo, sino salir a operaciones: de rescate, encontrar objetivos y capturar lugares. Ir a todos los rincones posibles, pero volver a su estado donde nació su idea de pertenecer a la Marina prestar sus servicios.

Asimismo, expuso que las personas deben dejar atrás “los tabúes de que la mujer no puede ser infante. Cualquier mujer y hombre tiene la capacidad de hacer lo que quiera y cualquier persona que tenga el propósito de hacerlo, lo va a cumplir si se lo propone”.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

La mujer mexicana integra las Fuerzas Armadas de forma plena

Mi última parada fue frente a una de las más grandes autoridades de esta institución de la Marina, la voz de la experiencia. Para no caer en suposiciones el Contralmirante Heriberto Cano Muñoz, Jefe de Estudios de la Escuela Naval, aclaró que las mujeres son admitidas en la Armada de México y en la academia se les trata con equidad y respeto.

“Se le da la oportunidad a la mujer mexicana para que integre a las Fuerzas Armadas de forma plena, con todos los derechos que conlleva ser Marino”, afirmó.

Heriberto Cano informó que para cumplir con lo antes mencionado, se han adaptado los alojamientos, los baños, en general han adecuado “todo para las necesidades propias de las mujeres, para que se sientan a gusto y puedan desarrollarse tanto física, mental y psicológicamente.

Por ello le da la bienvenida a todo el personal femenino que quiera servir a la armada de México.

Respecto a la equidad, señaló que todas las mujeres tienen derecho a inclinarse por cualquier carrera de la oferta académica, siendo la de Cuerpo General la más demandada por el alumnado femenino, sin dejar de lado que hay personal de infantería y aeronáutica naval entre ellas pilotos.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

22.6% del personal total de la Marina son mujeres

En 2024, de acuerdo con datos oficiales de la Secretaría de Marina el personal naval total asciende a 85 mil 513 elementos, de los cuales 19 mil 336 son mujeres y 66 mil 177 son hombres. En porcentaje el personal femenino equivale a 22.6 por ciento, mientras que el masculino a 77.4 por ciento.

A lo largo de la travesía veracruzana en el corazón de la Marina, descubrí que el personal femenil pareciera poco en las Fuerzas Armadas; sin embargo, las mujeres luchan en primer lugar contra sí mismas para conseguir un lugar en la Marina, después se ponen metas alcanzables con la ayuda de la educación y los beneficios de la Armada como el hospedaje, la comida, la infraestructura y los conocimientos.

Para muchas de las mujeres, entrar a este gremio significa una oportunidad para salir de la precariedad y encontrar un refugio en la marina, un lugar que acoge a quienes están dispuestos a sacrificar las “comodidades” de su vida, para aspirar a un futuro estable sin preocupaciones económicas o laborales.

Foto: Marco Gamboa / La Prensa

En cambio, para otras significa ser una persona dispuesta a servir al país y tener un papel antagónico en la historia de las Fuerzas Armadas mexicana en el que se desenvuelven como la otra cara de hacer las cosas, un imaginario para igualar la balanza en condiciones de género.


Al igual que mencionaba la alumna Madrigal, durante su paso por la Heroica Escuela Naval Militar son forjadas con los más altos valores “honor, deber, lealtad y patriotismo” para servir a los ciudadanos y la nación.

Y desde 2016 cuando solo eran solo 12 mil 973 mujeres, es notorio el aumento de personal femenino enlistado tanto en la Secretaría de Marina, como en los planteles de la Heroica Escuela Naval Milita. En consecuencia, vencer el miedo para liderar a la Marina de forma plena es el sello de las mujeres en su paso durante esos 8 años hasta el presente.

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Foto: Marco Gamboa / La Prensa

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