La Confederación Mundial de Empleo en America Latina envió una carta al Presidente del Senado de la República, Ricardo Monreal, con la intención de que los legisladores consideren las "graves consecuencias" de la prohibición de la subcontratación mejor conocida como "outsourcing".
El documento inicia señalando los beneficios que este modelo de contratación tiene, capaz de crear empleos formales a gran escala y de incentivar el desarrollo económico.
Se trata de un esquema ampliamente utilizado en los países más desarrollados, en especial, en Canadá y Estados Unidos, principales socios comerciales de México.
En México hay alrededor de 5 millones de personas que actualmente trabajan de manera legal por medio de algún esquema de subcontratación. Sin embargo, al igual que todos los países del mundo, México está resintiendo los efectos económicos y laborales provocados por la pandemia.
De acuerdo con datos oficiales publicados por el Instituto Mexicano del Seguro Social(IMSS), en el primer semestre de 2020, se perdieron un millón 113 mil 677 empleos formales.
La cifra es elevada, mas no contempla ni los desempleos de la informalidad niaquellos autoempleos y emprendedores de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), que representan el 99.8% de las unidades económicas del país.
La subcontratación puede contribuir positivamente a solucionar los problemas que México enfrenta ya que fortalece la creación de empleos formales, apoya a grupos vulnerables dela población y aumenta la productividad.
Es un esquema transversal pues forma parte de todas las actividades económicas e impulsa a las empresas de cualquier tamaño (micro, pymes y grandes).
WEC Latam asegura que la prohibición de la subcontratación laboral causaría una grave afectación a la economía de México, ya que se perderían una cantidad muy importante de empleos debidamente remunerados, que impulsan la recuperación económica.
Además, se desincentivaría la inversión, puesto que muchas empresas recurren a ella como una manera de conseguir personal capacitado para poder concentrarse en sus actividades centrales.Por otra parte, dificultaría el cumplimiento de los acuerdos laborales del T-MEC, ya que este tratado busca homologar las condiciones de trabajo de América del Norte, donde hay, cuando menos, 25 millones de trabajadores en algún esquema de outsourcing