La Navidad siempre ha tenido desafíos que la han desnaturalizado. Una encuesta de 2022 arrojó que estas fechas son ocasión propicia para el intercambio de regalos siendo la ropa, calzado y textiles las opciones mejor calificadas entre hombres y mujeres; sin embargo, lo que se podría pensar es una festividad eminentemente religiosa, quizá no lo sea más.
El Centro Católico Multimedial recordó que diversos estudios indican que la Nochebuena es oportunidad de convivencia entre familias y de gran consumismo en el que se abarrotan centros comerciales y grandes espacios de almacenes y tiendas, pero no templos y lugares de culto público.
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Subrayó que hoy, el Papa Francisco advierte que, en esta Navidad, la humanidad corre el riesgo “de descuidar lo esencial, distraídos por las numerosas ofertas del consumismo y el bienestar mundano”. Efectivamente, Cristo está siendo expulsado del pesebre de Belén.
En el editorial titulado “Cristo ha sido expulsado…” manifestó que “el Creador que tiene todo en sus manos, del que todos nosotros dependemos, se hace pequeño y necesitado del amor humano…” Esas palabras del Papa Benedicto XVI, pronunciadas durante la Nochebuena de 2008, nos invitan a reflexionar sobre la tremenda realidad del nacimiento del Hijo de Dios cuya voluntad fue intervenir en nuestra historia de la forma más humilde.
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El CCM expuso que no hay duda, el sentimiento, particularmente entre los más jóvenes, es asociar este tiempo con todo lo que implique consumo, regalos y beneficios materiales.
En octubre de 2022, el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló que la Navidad es el tiempo del año con las mayores erogaciones en las familias.
Más dinero en festividades mexicanas
De acuerdo con el estudio “Festividades mexicanas: una aproximación desde el comportamiento del gasto de los hogares”, Navidad y las fiestas patrias son los festejos en los que más se destina dinero: “en un hogar típico urbano con un ingreso anual de 221 mil 980 pesos, se gastan 40 mil 482 pesos en celebraciones, lo que equivaldría al 18.24 por ciento (la quinta parte) del ingreso”, dicen las conclusiones del estudio.
No obstante, la tendencia al alza de los precios y la alta inflación para el fin de año 2023, las Cámaras empresariales y del turismo pronostican que esta temporada tendrá una derrama económica por casi 550 mil millones de pesos, incluyendo los festejos por el día de la Virgen de Guadalupe.
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El organismo católico resaltó que sin embargo, el espíritu de la Navidad no es el alto consumo o exorbitantes ganancias. Después de la pandemia, se percibe que el 25 y 31 de diciembre son ocasiones más del encuentro familiar o amistoso que de acción de gracias por el nacimiento del Hijo de Dios o por los beneficios recibidos por la Providencia.
Agregó que cada vez más, el término “Felices fiestas” es el concepto genérico que desplaza al de “Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo”, incluso hasta es agresivo presentar al seno de las familias el rito de arrullar al Niño Dios para no “contravenir” sentimientos ateos y antirreligiosos.
En 1223, justo 800 años atrás, San Francisco de Asís colocó el primer nacimiento vivo en Greccio. Cuentan los hagiógrafos del pobre de Asís que su intención en recrear el nacimiento de Cristo fue para “vencer la avaricia desenfrenada y el materialismo prevaleciente que se vivía en ese momento en Italia”.
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